Misión conjunta: ¡Búsqueda del Tesoro!
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Irkan
Roronoa Zoro
Lurr
Celiel Dethei
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Rol Memorias de Idhún :: ISLAS :: Tares
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Re: Misión conjunta: ¡Búsqueda del Tesoro!
Mis palabras fueron repetidas burlescamente por una voz conocida para mí, de una persona a la que anteriormente había sentido un intenso cariño, pero que su vació y sus palabras hirientes estaban destrozando, y yo sin embargo me obligue a sonreír, para hacer ver que me sentía superior a sus palabras.-Oh Celiel, esta es una de las otras guías.-dice señalándola con un dedo que acto seguido baje.-Esta celosa por que el Séptimo me prefirió a mí en determinado momento y que luego irónicamente, uno de los seis me escogiese de elegido, sin duda los dioses me sienten un intenso cariño, ¿no lo crees así?-dije clavando mi mirada en ella, dejando que mi rostro no dejase entrever emoción alguna y fuese tan frió como el mármol, aun que dentro todavía sentía un remolino de emociones, y yo claramente me obligue a serenarme interiormente, pues sabía que ella podría detectarlo.-Bueno, parece que solo falta un guía, esperemos que no tarde demasiado eh Celiel, que no se los que te acompañan, pero los míos están impacientes por ir a por la espada.-
Me obligue a levantarme y pase las dos manos por la túnica, alisándola de las arrugas que aparecieron al haberme sentado, luego pasee la mirada alrededor del grupo que se estaba formando, sin duda, pronto deberíamos partir, a no ser que queramos tener un ejercito detrás...sería una situación divertida.
Me obligue a levantarme y pase las dos manos por la túnica, alisándola de las arrugas que aparecieron al haberme sentado, luego pasee la mirada alrededor del grupo que se estaba formando, sin duda, pronto deberíamos partir, a no ser que queramos tener un ejercito detrás...sería una situación divertida.
Lurr- Héroe
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Su personaje es: Humano y nigromante.
Trabaja de: Maestro de la torre de magia y director de la torre oscura
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Re: Misión conjunta: ¡Búsqueda del Tesoro!
Tal y como Eldan planificó, la mujer se percató de su presencia después de cruzar unas palabras con esa extraña cosa minúscula que revoloteaba alrededor de ella. Sin alzar demasiado la vista del libro, el joven arqueó una ceja intentando forzarse para ver lo que se suponía que era aquello pero obteniendo muy poco éxito en su empeño. La mujer celeste y su diminuto acompañante comenzaron a andar. Eldan sonrió y guardó el libro, después, se puso a caminar tras ellos manteniendo suficiente distancia para evitar un contacto directo.
-El día acaba de ponerse interesante…
La peculiar pareja le condujo hacia un lugar donde un variopinto grupo de personas se había congregado. Eldan intentó un rápido barrido con su vista, para obtener la mayor información posible del mayor número posible de miembros, pero hubo uno que capturó su atención desde el primer momento y cuya presencia resultaba tan notoria que era imposible fijarse en otra cosa. Era un hombre de aspecto fiero y actitud chulesca que vestía una túnica, en sus ojos brillaba un ansia de poder tan fuerte que Eldan supo inmediatamente de quién se trataba. Apretó los dientes y los puños.–Un nigromante…–En su interior, por alguna razón, despertó algo que, ante la presencia del nigromante, reaccionaba con miedo y odio, un rechazo natural hacia la magia oscura. Agitó la cabeza para desechar esos pensamientos. Su misión era clara y colaborar con un nigromante era un mal necesario por un bien mayor.
–Que los dioses me protejan y me perdonenMusitó. Había llegado el momento de descubrirse. Aunque no había tratado nunca antes con nigromantes si no para perseguirlos. Hizo acopio de valor, llenó sus pulmones de oxígeno, apartó su capa, colocó su mano sobre la empuñadura de su espada y avanzó mientras el nigromante cruzaba unas palabras con la mujer celeste. Hablaban de títulos…Rápidamente buscó en su libro la página de la leyenda e alzando su guantelete acorazado, le hizo un gesto a la pareja y dijo con su voz de trueno mientras mostraba el libro.
–Alardeáis de títulos de los que habréis de mostraros merecedores, espero, pues para conseguir esta misión va a hacer falta algo más. Títulos exhibís y a títulos poca criatura viviente puede decir que posee más que yo. En virtud de esos rangos yo os pregunto: nigromante y celeste ¿sois vosotros los guías a los que esta leyenda se refiere?
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-El día acaba de ponerse interesante…
La peculiar pareja le condujo hacia un lugar donde un variopinto grupo de personas se había congregado. Eldan intentó un rápido barrido con su vista, para obtener la mayor información posible del mayor número posible de miembros, pero hubo uno que capturó su atención desde el primer momento y cuya presencia resultaba tan notoria que era imposible fijarse en otra cosa. Era un hombre de aspecto fiero y actitud chulesca que vestía una túnica, en sus ojos brillaba un ansia de poder tan fuerte que Eldan supo inmediatamente de quién se trataba. Apretó los dientes y los puños.–Un nigromante…–En su interior, por alguna razón, despertó algo que, ante la presencia del nigromante, reaccionaba con miedo y odio, un rechazo natural hacia la magia oscura. Agitó la cabeza para desechar esos pensamientos. Su misión era clara y colaborar con un nigromante era un mal necesario por un bien mayor.
–Que los dioses me protejan y me perdonenMusitó. Había llegado el momento de descubrirse. Aunque no había tratado nunca antes con nigromantes si no para perseguirlos. Hizo acopio de valor, llenó sus pulmones de oxígeno, apartó su capa, colocó su mano sobre la empuñadura de su espada y avanzó mientras el nigromante cruzaba unas palabras con la mujer celeste. Hablaban de títulos…Rápidamente buscó en su libro la página de la leyenda e alzando su guantelete acorazado, le hizo un gesto a la pareja y dijo con su voz de trueno mientras mostraba el libro.
–Alardeáis de títulos de los que habréis de mostraros merecedores, espero, pues para conseguir esta misión va a hacer falta algo más. Títulos exhibís y a títulos poca criatura viviente puede decir que posee más que yo. En virtud de esos rangos yo os pregunto: nigromante y celeste ¿sois vosotros los guías a los que esta leyenda se refiere?
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Invitado- Invitado
Re: Misión conjunta: ¡Búsqueda del Tesoro!
Siguiendo el rastro que dejaba aquella ingente cantidad de magia oscura, llegué de nuevo a la plaza del pueblo, si es que podía ser llamado así; concretamente a un pequeño banco rodeado de gente: una semiceleste, un semifeérico, un nigromante, un noble con actitud chulesca... Qué poco me gustaban los nobles, con sus armaduras y sus palabras. Levanté una enorme raíz del suelo y lo aparté hacia un lado con poco respeto. Inmediatamente después, lancé un hechizo que abrió un agujero muy profundo en el suelo, tanto, que no se podía adivinar el fondo.
-Mira donde me caben tus títulos -dije, señalando el boquete con la siniestra. Seguí avanzando hasta colocarme cerca de los demás. Cuando me acerqué lo suficiente como para sentirlos a todos, pude distinguir el rostro del nigromante, ocupando el centro de la multitud-. Lurr... -musité, tras abrir y cerrar la boca un par de veces- ¿Tú eres el guía?
Me detuve para lanzar una mirada en derredor. Todos parecían tan débiles al lado de aquel nigromante. Mi propio poder de archimago palidecía.
-¿Quién más se supone que nos debe ayudar? -busqué en derredor al celeste y a la mestiza, pero solo encontré uno- ¿Ella es la otra? No tengo ni idea de de qué va esto del arma, pero si la guarda un tío como tú... por Wina, seguro que no es ninguna tontería... -en ese momento me recorrió el cuerpo entero un sentimiento oscuro mientras miraba fijamente a Lurr, con los ojos serios y el rostro sombrío- ¿Por qué...? ¿Por qué tú? Yo también quiero. ¡Yo soy archimago! ¿Por qué a mí nunca me toca guardar nada? Lurr siempre se lleva lo chulo, que si elegido de los dioses, que si liberador de Idhún... -me giré, intentando recuperar la compostura. Apreté los puños y me giré de nuevo hacia Lurr con una sonrisa enorme- Perdón, me dejé llevar... -Y estallé en carcajadas.
-Mira donde me caben tus títulos -dije, señalando el boquete con la siniestra. Seguí avanzando hasta colocarme cerca de los demás. Cuando me acerqué lo suficiente como para sentirlos a todos, pude distinguir el rostro del nigromante, ocupando el centro de la multitud-. Lurr... -musité, tras abrir y cerrar la boca un par de veces- ¿Tú eres el guía?
Me detuve para lanzar una mirada en derredor. Todos parecían tan débiles al lado de aquel nigromante. Mi propio poder de archimago palidecía.
-¿Quién más se supone que nos debe ayudar? -busqué en derredor al celeste y a la mestiza, pero solo encontré uno- ¿Ella es la otra? No tengo ni idea de de qué va esto del arma, pero si la guarda un tío como tú... por Wina, seguro que no es ninguna tontería... -en ese momento me recorrió el cuerpo entero un sentimiento oscuro mientras miraba fijamente a Lurr, con los ojos serios y el rostro sombrío- ¿Por qué...? ¿Por qué tú? Yo también quiero. ¡Yo soy archimago! ¿Por qué a mí nunca me toca guardar nada? Lurr siempre se lleva lo chulo, que si elegido de los dioses, que si liberador de Idhún... -me giré, intentando recuperar la compostura. Apreté los puños y me giré de nuevo hacia Lurr con una sonrisa enorme- Perdón, me dejé llevar... -Y estallé en carcajadas.
Irkan- Señor de la Torre
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Su personaje es: Irkan d'Ayora, mestizo feérico humano, Archimago (magia telúrica)
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Re: Misión conjunta: ¡Búsqueda del Tesoro!
Solté un resoplido al escuchar otra queja entre la multitud, y este era un maldito caballero que osaba alzar su voz contra mí y es que posiblemente le hubiera lanzado por los aires con un simple conjuro si no hubiera hecho eso otra persona, me quede mirando a Celiel al ver aparecer la raíz y enarque ligeramente el ceño, como preguntándola si había sido ella, pero luego negué con la cabeza, lo dudaba sinceramente y luego mi pregunta fue respondida, un archimago al que conocía muy bien se acerco y empezó a soltar sus celos por la boca, yo no pude evitar soltar una carcajada, pero una de verdad, no una de esas fingidas típicas entre los cortesanos a los que me había acostumbrado en mis tiempos de reinado.-Ains, viejo amigo, ¡¡si se te a olvidado lo más importante!! Emperador de los feéricos y de los varus.-le guiñe un ojo y me acerque a él, rodeándole con un brazo y haciendo que se metiese dentro del circulo.-y sobre esas envidias, déjame decirte que tienes suerte, no sabes lo cansino que resulta tener que aguantar el peso de un dios.-le guiñe un ojo y le di una palmada en el hombro.-y me alegro de volver a verte, archimago Irkan, ¿También vas a por el objeto ocultado por el rey Alsan?-luego de decir pasee la mirada por el grupo, la verdad es que entre estos debiluchos el que más se merecía el arma era Irkan.-Dejare una advertencia en el aire, voy a ser vuestro guía y protector, pero si alguno se pasa de la línea le puedo prometer que va a desear estar muerto ¿entendido?-libere un poco de la energía mágica que había alrededor mío para hacer que unas esferas oscuras girasen alrededor de Irkan y de mi persona, acto seguido desaparecieron.
Lurr- Héroe
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Localización : Detras tuya.
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Su personaje es: Humano y nigromante.
Trabaja de: Maestro de la torre de magia y director de la torre oscura
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Re: Misión conjunta: ¡Búsqueda del Tesoro!
Esencia, tierra y sangre, una vida buena se rige por tres cosas, la esencia para vivir, con simpleza la más importante de las tres, aquella que se pierde cuando el final del camino llega y tan solo queda el abismo, perdiéndose en las tierras de idhun; tierra, el lugar del que procedes impregna tu propia alma de aquello de lo que eres, un ente, un abismo o quizás otro ser, tan solo la tierra sabe y observará quien eres y solo ella puede juzgar; y sangre, el ferbor por cada pelea la tendencia natural a alzar la espada antes que enuncair una palabra, la más animal, salvaje y tristemente lo más puro que nos queda, embarcarnos en un camino de sangre, que no es otra misión que encontrarnos a nosotros en la brutalidad en aquello que hemos olvidado y abandonado. Olvidado, olvidado como las tierras lejanas, ahora todo parece tan distante, sin los bramidos a de los Dioses en nuestros oídos dejándonos de nuevo en nuestro albedrío, pero sin un amigo, alguien que había cambiado el mundo. Todo había empezado, la esencia del mundo ya no eral a misma, la tierra parecía tan alterada y la sangre tan necesaria que asustaba a los temerosos y envalentonaba a los injustos.
-Pobre tierra de nadie, ya no hay Dioses para guiarnos, ni héroes para salvaros.-
Aquellas palabras sonaron a amargas letras en cuanto salió de su garganta, un suspiro lastimo llegó depués, sin ninguna misericordia azotó Idhun otra vez.No se merecía perdón pero incluso en aquella tierra que ya no era suya, los tesoros seguían siendo una buena forma de pasar el tiempo. El mar nunca abandonaba a sus hijos, y las aventuras parecían discurrir entre sus corrientes.Quizás fuera lo extraño, la sensación de libertad al cruzar el puente de un barco y ver tan solo horizonte que descubrir, pero incluso el viaje tiene fin en una tierra, piratería y diversión era lo que un trazo de pluma que dibujaba su historia necesitaba, la búsqueda de algo radiante y para comenzar a buscar primero hay que empezar desde abajo.
No creeríais de verdad que este joven fuera un héroe, no buscaría primero el lugar más cercano para informarse, no combatiría para mostrar su fuerza ni siquiera se molestaría en observar y aprender por esta vez, tan solo entró en la primera taberna que le serviría un vaso limpio y copa en mano disfrutó del aliento de la noche, la primera noche del día y la última que tendría, es por esto que las mejores historias no empiezan con héroes, ni acaban transformándose en ellos, tan solo entes, de los cuales solo queda su esencia, su tierra...su sangre.
-Pobre tierra de nadie, ya no hay Dioses para guiarnos, ni héroes para salvaros.-
Aquellas palabras sonaron a amargas letras en cuanto salió de su garganta, un suspiro lastimo llegó depués, sin ninguna misericordia azotó Idhun otra vez.No se merecía perdón pero incluso en aquella tierra que ya no era suya, los tesoros seguían siendo una buena forma de pasar el tiempo. El mar nunca abandonaba a sus hijos, y las aventuras parecían discurrir entre sus corrientes.Quizás fuera lo extraño, la sensación de libertad al cruzar el puente de un barco y ver tan solo horizonte que descubrir, pero incluso el viaje tiene fin en una tierra, piratería y diversión era lo que un trazo de pluma que dibujaba su historia necesitaba, la búsqueda de algo radiante y para comenzar a buscar primero hay que empezar desde abajo.
No creeríais de verdad que este joven fuera un héroe, no buscaría primero el lugar más cercano para informarse, no combatiría para mostrar su fuerza ni siquiera se molestaría en observar y aprender por esta vez, tan solo entró en la primera taberna que le serviría un vaso limpio y copa en mano disfrutó del aliento de la noche, la primera noche del día y la última que tendría, es por esto que las mejores historias no empiezan con héroes, ni acaban transformándose en ellos, tan solo entes, de los cuales solo queda su esencia, su tierra...su sangre.
Kylar Stern- Espíritu
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Localización : ¿Acaso importa?
Re: Misión conjunta: ¡Búsqueda del Tesoro!
A Ygoron no le agradó aquello de sentirse como una marioneta, como manejado por hilos invisibles por la magia de aquel mago peliverde. No obstante, su frustración se le pasó de golpe cuando sintió como se le aclaraba la mente. De nuevo su magia le había sanado, y ahora volvía a encontrarse en plena forma.
El féerico mencionó algo sobre una búsqueda e invitó a Ygoron a acompañarle, si quería. Ygoron se sorprendió levemente al ver que el mago no esperaba su respuesta, como solían hacer todos los individuos que había conocido de otras razas, así que se quedó pensativo, decidiendo si debía o no seguirle mientras se alejaba paso tras paso.
- Es un magooo, los magos son malooos - la bolita de nieve se encontraba ahora sobre la arena, bailando con sus pequeños pececitos mientras canturreaba- Es un mago, los magos son malooos. Es un magooo, ¡no-son-de-FIAR!
- Pero... el me ha ayudado- pensó Ygoron en voz alta. ¿Por qué no iba a confiar en él?
-Claro. Una isla de piratas. Un enoooorme y fuerte gigante en la playa- dijo la bolita, mientras trataba de desenterrar una concha de la arena con sus cuernos. Cuando lo consiguió, se la colocó sobre la cabeza, a modo de casco- ¡Genial! ¿No serías un escudo tremendamente efectivo, por tu graaaaan embergadura? Te utilizará contra los malos. Y luego te abandonará. Como aquella chica. ¡Piensa grandullón, PIENSA!
-Pero...
Ygoron alzó su mirada hacia el mar. Las olas se alzaban unos metros en la costa, antes de estrellarse contra la arena. Las olas tenían forma de manos, le pareció a Ygoron. Al menos, en su mente las veía asi. Enormes manos azules, con grandes dedos de agua. Y las manos le hacian señas hacia el puerto. Hacia donde caminaba el mago. Para que lo siguiera.
-No creo que sea malo- sentenció Ygoron. Cuando volvió a mirar, la bolita de nieve ya no estaba. Sólo quedaba la concha.
Comenzó a andar hacia el puerto.
---------------------------------------------------------------------------------------------------------------------
Intentó evitar estremecerse al introducirse entre el gentío. No le costó mucho divisar las vestimentas del mago, debido a su gran altura. Cuando tu cabeza está a tres metros del suelo, es difícil que algo se esconda de tu mirada.
Se acercó al grupo de gente con el que se había mezclado el mago. Sus pisadas retumbaban con cada paso, y temió no poder evitar llamar la atención. Al fin y al cabo, era un gigante. Y era muy raro ver un gigante fuera de Nanhai (él no había visto ni uno). Todavía se preguntaba por qué él era tan distinto a los demás. Tan RARO.
- Hola...- saludó tímidamente, cuando notó que alguna de las miradas se clavaban en él.
Por su parte, el dirigió instintivamente sus ojos violetas a la figura que se encontraba en el centro del grupo. ¿El líder, tal vez? Ni idea. No obstante, algo en su rostro le resultó familiar. Sintió un escalofrío involuntario. ¿De qué le sonaba aquel muchacho? No recordaba... pero sabía que no era de nada bueno.
Volvió a toquitearse su pulgar de roca, en un incansable tic.
El féerico mencionó algo sobre una búsqueda e invitó a Ygoron a acompañarle, si quería. Ygoron se sorprendió levemente al ver que el mago no esperaba su respuesta, como solían hacer todos los individuos que había conocido de otras razas, así que se quedó pensativo, decidiendo si debía o no seguirle mientras se alejaba paso tras paso.
- Es un magooo, los magos son malooos - la bolita de nieve se encontraba ahora sobre la arena, bailando con sus pequeños pececitos mientras canturreaba- Es un mago, los magos son malooos. Es un magooo, ¡no-son-de-FIAR!
- Pero... el me ha ayudado- pensó Ygoron en voz alta. ¿Por qué no iba a confiar en él?
-Claro. Una isla de piratas. Un enoooorme y fuerte gigante en la playa- dijo la bolita, mientras trataba de desenterrar una concha de la arena con sus cuernos. Cuando lo consiguió, se la colocó sobre la cabeza, a modo de casco- ¡Genial! ¿No serías un escudo tremendamente efectivo, por tu graaaaan embergadura? Te utilizará contra los malos. Y luego te abandonará. Como aquella chica. ¡Piensa grandullón, PIENSA!
-Pero...
Ygoron alzó su mirada hacia el mar. Las olas se alzaban unos metros en la costa, antes de estrellarse contra la arena. Las olas tenían forma de manos, le pareció a Ygoron. Al menos, en su mente las veía asi. Enormes manos azules, con grandes dedos de agua. Y las manos le hacian señas hacia el puerto. Hacia donde caminaba el mago. Para que lo siguiera.
-No creo que sea malo- sentenció Ygoron. Cuando volvió a mirar, la bolita de nieve ya no estaba. Sólo quedaba la concha.
Comenzó a andar hacia el puerto.
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Intentó evitar estremecerse al introducirse entre el gentío. No le costó mucho divisar las vestimentas del mago, debido a su gran altura. Cuando tu cabeza está a tres metros del suelo, es difícil que algo se esconda de tu mirada.
Se acercó al grupo de gente con el que se había mezclado el mago. Sus pisadas retumbaban con cada paso, y temió no poder evitar llamar la atención. Al fin y al cabo, era un gigante. Y era muy raro ver un gigante fuera de Nanhai (él no había visto ni uno). Todavía se preguntaba por qué él era tan distinto a los demás. Tan RARO.
- Hola...- saludó tímidamente, cuando notó que alguna de las miradas se clavaban en él.
Por su parte, el dirigió instintivamente sus ojos violetas a la figura que se encontraba en el centro del grupo. ¿El líder, tal vez? Ni idea. No obstante, algo en su rostro le resultó familiar. Sintió un escalofrío involuntario. ¿De qué le sonaba aquel muchacho? No recordaba... pero sabía que no era de nada bueno.
Volvió a toquitearse su pulgar de roca, en un incansable tic.
Yandrak- Oráculo de Karevan
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Su personaje es: Ygoron Gorzan, gigante
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Re: Misión conjunta: ¡Búsqueda del Tesoro!
Lena se alegró de poner los pies sobre el suelo firme. Le gustaba volar, las caídas libres y los piruetas, sentir que el mundo daba vueltas a su alrededor, como una niña que no puede parar de dar vueltas por que la sensación de vertigo le resulta fascinante. De igual manera a Lena le gustaba tener los pies sobre la tierra, firme, desde las fresca hierba húmeda por el roció de la mañana a la arena caldeada de la playa y de los desiertos, le gustaba sentir la vida bajo. ¿Entonces por que encontraba tan desagradable el estar en un barco? Su parte más razonable se decía que debía de ser porque los barcos eran todos pequeños a sus ojos, demasiado para su gusto, con camarotes estrechos, donde no podía moverse sin sentirse atrapada, y era difícil acostumbrarse a aquel bamboleo continuo, a la idea de que bajo ella solo había agua y más agua.
Por eso haber alcanzado la isla para ella había sido todo un respiro, aunque fuera una isla pirata. No le gustaban los piratas, y por tanto tampoco le gustaban sus islas pero con suerte sus propósitos no estaban relacionados con los piratas, o eso esperaba ella. Aún tenía que reconocer que agradecía sentir el suelo bajo los pies. Estuvo un rato caminando solo para quitarse de encima la sensación del barco de encima. Paseo por el mercado y por el lugar divagando. Hacía solo un par de noches que había escuchado a unos piratas en Puerto Esmeralda hablar del tesoro, un gran premio, y a ella le gustaban los premios. No es que fuera una dragona avariciosa, ni mucho menos, pero la satisfacción que se conseguía al obtener algo tan valioso como para calificarlo como "tesoro" merecía el esfuerzo. Además, las aventuras siempre eran bien recibidas. Estaba con su paso cuando vio un grupo de personas, demasiado dispares, estaban discutiendo, no les oía, pero mientras se acercaba le pareció mas que evidente.
Y entonces algo se alzó por encima de todo lo demás, cegándola durante un instante. La rabia le agitó el estómago y el odio le subió por la garganta como la bilis. Miró en dirección al grupo de personas que se arremolinaban manteniendo tensas distancias, pero no les prestaba atención a los detalles, el instinto le rugía como un huracán en su interior. Un sheck, lo sentía con todo su ser, y necesitaba sentir sus piel desgarrada en las garras y el sabor de la sangre en su boca. Entonces recordó donde estaba y se obligó a si misma a detenerse antes de cometer una estupidez, y decir que hizo un esfuerzo sobrehumano era quedarse corto. Respiró por la nariz, obligándose a desviar la vista, no sabía que era capaz de hacer si lo veía. Se acerco al grupo que parecía liderar una semi celeste.
-¿Y decían que el tesoro era secreto?-Se introdujo a sí misma, intentando parecer natural, pero su voz sonó tensa, rígida. Apretó los puños, obligándose a si misma por primera vez en mucho tiempo en no rendirse al instinto. Había demasiada gente allí. ¿Realmente valía la pena el placer de la sangre si era a costa de dañar a personas inocentes?
Por eso haber alcanzado la isla para ella había sido todo un respiro, aunque fuera una isla pirata. No le gustaban los piratas, y por tanto tampoco le gustaban sus islas pero con suerte sus propósitos no estaban relacionados con los piratas, o eso esperaba ella. Aún tenía que reconocer que agradecía sentir el suelo bajo los pies. Estuvo un rato caminando solo para quitarse de encima la sensación del barco de encima. Paseo por el mercado y por el lugar divagando. Hacía solo un par de noches que había escuchado a unos piratas en Puerto Esmeralda hablar del tesoro, un gran premio, y a ella le gustaban los premios. No es que fuera una dragona avariciosa, ni mucho menos, pero la satisfacción que se conseguía al obtener algo tan valioso como para calificarlo como "tesoro" merecía el esfuerzo. Además, las aventuras siempre eran bien recibidas. Estaba con su paso cuando vio un grupo de personas, demasiado dispares, estaban discutiendo, no les oía, pero mientras se acercaba le pareció mas que evidente.
Y entonces algo se alzó por encima de todo lo demás, cegándola durante un instante. La rabia le agitó el estómago y el odio le subió por la garganta como la bilis. Miró en dirección al grupo de personas que se arremolinaban manteniendo tensas distancias, pero no les prestaba atención a los detalles, el instinto le rugía como un huracán en su interior. Un sheck, lo sentía con todo su ser, y necesitaba sentir sus piel desgarrada en las garras y el sabor de la sangre en su boca. Entonces recordó donde estaba y se obligó a si misma a detenerse antes de cometer una estupidez, y decir que hizo un esfuerzo sobrehumano era quedarse corto. Respiró por la nariz, obligándose a desviar la vista, no sabía que era capaz de hacer si lo veía. Se acerco al grupo que parecía liderar una semi celeste.
-¿Y decían que el tesoro era secreto?-Se introdujo a sí misma, intentando parecer natural, pero su voz sonó tensa, rígida. Apretó los puños, obligándose a si misma por primera vez en mucho tiempo en no rendirse al instinto. Había demasiada gente allí. ¿Realmente valía la pena el placer de la sangre si era a costa de dañar a personas inocentes?
Invitado- Invitado
Re: Misión conjunta: ¡Búsqueda del Tesoro!
Desde luego en cualquier otro lugar de Idhún, aquel gentío se hubiera apartado con una mezcla de terror y respeto hacia un Máximus pero entre la gente incivilizada de la isla, aquellas consideraciones no tenían lugar. Tras la insolente entrada de un archimago y la aparente parsimonia chulesca del nigromante, Eldan reprimió sus deseos de hacer justicia y tuvo que adoptar por continuar con el talante diplomático. Haciendo caso omiso del golpe con la rama, que Eldan podría haber tranquilamente quebrado en dos con su acero, el joven se colocó la capa y contemplando el agujero mágico abierto, cuyo fondo no se dislumbraba, sonrió, dándole una patada a una pequeña piedra para hacerla caer en el abismo.
–Un archimago simpatizando con un nigromante. He de decir que esto es una escena realmente insólita. Veo que las cuestiones de protocolo aquí valen muy poco ¿no es así, damas y caballeros? Pero por lo visto estamos juntos en esta aventura. Me presentaré llanamente. Mi nombre es Eldan Máximus, hijo de Leandros, hijo de Mikaelus. Ese nombre debería ser suficiente para haceros saber con quién estáis tratando.
Eldan odiaba usar el nombre de su familia. En su interior, deseaba ser mucho más sencillo, más humilde, no tener que usar su rango y sus títulos a todas horas tal y como le habían enseñado en su familia, pero, por supuesto, nadie le dijo nunca que hubiera otra manera de comportarse.
–No espero obtener la aprobación de un servidor del Séptimo ni de un archimago, como ellos tampoco esperan la mía. Dejando a un lado inútiles rivalidades naturales entre la luz y la oscuridad, el bien y el mal, la nobleza y el vulgo…Espero que seamos todos lo suficientemente civilizados como para aparcar estas diferencias y colaborar en esto, pues no creo que podamos permitirnos prescindir de nadie.
–Un archimago simpatizando con un nigromante. He de decir que esto es una escena realmente insólita. Veo que las cuestiones de protocolo aquí valen muy poco ¿no es así, damas y caballeros? Pero por lo visto estamos juntos en esta aventura. Me presentaré llanamente. Mi nombre es Eldan Máximus, hijo de Leandros, hijo de Mikaelus. Ese nombre debería ser suficiente para haceros saber con quién estáis tratando.
Eldan odiaba usar el nombre de su familia. En su interior, deseaba ser mucho más sencillo, más humilde, no tener que usar su rango y sus títulos a todas horas tal y como le habían enseñado en su familia, pero, por supuesto, nadie le dijo nunca que hubiera otra manera de comportarse.
–No espero obtener la aprobación de un servidor del Séptimo ni de un archimago, como ellos tampoco esperan la mía. Dejando a un lado inútiles rivalidades naturales entre la luz y la oscuridad, el bien y el mal, la nobleza y el vulgo…Espero que seamos todos lo suficientemente civilizados como para aparcar estas diferencias y colaborar en esto, pues no creo que podamos permitirnos prescindir de nadie.
Invitado- Invitado
Re: Misión conjunta: ¡Búsqueda del Tesoro!
Del interior de su ser brotó de nuevo la magia, contrarrestando el hueco en la tierra producida por el archimago al cual desconocía.
-¡No más destrucción, por los dioses! Ya hemos tenido suficiente para empacharnos -dijo con pesadez- No te agobies, mago. Los títulos solo sirven para los mediocres que los necesitan para saber quienes son -lo consoló.
Más tarde contestó al caballero de antes, que las había seguido al hada y a ella.
-Son nuestras almas quienes dicen cómo somos, nuestro valor reside en la fuerza de nuestro espíritu. Si pretendéis encontrar el tesoro, es hora de que vayáis aprendiendo estas cosas, pues son necesarias para que el objeto tenga algún valor -continuó hablando más alto- Somos nosotros aquellos de los que la leyenda habla, mas no por ello nos debéis rendir pleitesía, más es necesario el respeto. Por eso... -miró a Lurr mientras continuaba hablando- aquí han de acabar nuestras diferencias.
Después se dirigió a una dragona que acababa de posarse ante nosotros. La majestuosa dragona parecía nerviosa y algo angustiada por algo que desconocía Celiel, por eso posó dos de sus delicados dedos en la frente de ella y cerró los ojos, para percibir con más claridad el origen de aquel sentimiento tan negativo. Entre todas las cosas había odio, odio visceral, poderoso y fuera de su control. Abrió sus grandes ojos y echó un vistazo alrededor. "Un Shek", sonrió. Y los cerró de nuevo esta vez para aplacar sus sentimientos. El tranquilizador poder celeste emanaba de lo profundo de su ser calmándola y aliviando su angustia. Separó sus dedos lentamente
-Así es. Lleva oculto siglos, esperando ser encontrado y muchos lo intentaron en su momento. Pero por desgracia, el olvido acaba con todo. Ahora que la leyenda renace, los pocos conocedores de esta historia nos preguntamos si ha llegado el momento de que el tesoro encuentre su dueño, y si alguno de vosotros seréis los merecedores de tal ansiado tesoro -hizo una pausa sonriendo para quitar hierro al asunto- ¿Qué, crees que tendrás lo necesario para encontrarlo? ¿Consideras tu alma lo suficientemente justa para que el tesoro te acepte como su dueña?
Celiel Dethei- Ella (única chica en Admin)
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Su personaje es: Semi-celeste.
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Re: Misión conjunta: ¡Búsqueda del Tesoro!
AlQamed pudo ver desde la distancia que la semiceleste de cabellos de fuego hablaba con un ser diminuto, apenas visible.
No quería interrumpir, asi que se quedó esperando, hasta que la mestiza se levantó y comezó a andar, seguida del pequeño feérico, y también por un caballero, que parecía querer guardar las distancias. AlQamed los siguió, y vió que su destino era un grupo de gente, reunida alrededor de un hombre vestido con una túnica negra. AlQamed nunca había visto uno, pero supo lo que era, un nigromante.
Esperó un rato, vió a la semiceleste hablar con aquel hombre, y a un mago enfurecido que parecía discutir con el nigromante, pero que acabó con un abrazo.
Dejó que el caballero se acercase al grupo primero, y luego le siguió.
No quería interrumpir, asi que se quedó esperando, hasta que la mestiza se levantó y comezó a andar, seguida del pequeño feérico, y también por un caballero, que parecía querer guardar las distancias. AlQamed los siguió, y vió que su destino era un grupo de gente, reunida alrededor de un hombre vestido con una túnica negra. AlQamed nunca había visto uno, pero supo lo que era, un nigromante.
Esperó un rato, vió a la semiceleste hablar con aquel hombre, y a un mago enfurecido que parecía discutir con el nigromante, pero que acabó con un abrazo.
Dejó que el caballero se acercase al grupo primero, y luego le siguió.
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Re: Misión conjunta: ¡Búsqueda del Tesoro!
Le devolví el abrazo al nigromante como se lo hubiera devuelto a cualquier otro. Los magos telúricos eramos conocidos por usar la magia más basta de entre las magias, y eso quedaba reflejado en unas cualidades físicas que resultaron en un ligero crec proveniente de la espalda de Lurr. Le solté enseguida. Obviamente, no le había dañado lo más mínimo, pero me había incomodado. El noble caballero parecía sorprendido por tanta efusión. Iba a responderle, ya notaba las palabras aflorando en mi boca con su filosofía fruto de los años de estudio. Pero la mestiza se me adelantó, con un hablar que se me antojó solemne. Aunque no fuera una gesta muy difícil, aquella semiceleste se había ganado mi simpatía.
Al despegarme de Lurr, pude ver que el gigante había decidido seguirme. En su rostro pude ver una inquietud que nacía de su mirada fija en el nigromante. Era comprensible, los nigromantes no solían tener buenas intenciones. Ni siquiera yo mismo me fiaba de Lurr, pese a conocer sus acciones pasadas. Dejé de fijarme en el gigante cuando la joven semiceleste reanudó su discurso. Caí entonces en la cuenta de que había dejado un boquete un tanto peligroso abierto en el suelo, por lo que me levanté, me agaché a su lado y cerré la tierra de nuevo para que no quedara raro de mi anterior hechizo. Inmediatamente, unas briznas de hierba cubrieron el lugar donde antes hubo el agujero. Me giré hacia la pelirroja.
-Qué bellas palabras -proclamé, con voz baja y absoluta sinceridad-. Pero a mí aquí solo me trae la curiosidad. No quiero quedarme el arma, solo quiero conocerla. Así que... ¿nos llevarás... no levaréis hasta ella?
Al despegarme de Lurr, pude ver que el gigante había decidido seguirme. En su rostro pude ver una inquietud que nacía de su mirada fija en el nigromante. Era comprensible, los nigromantes no solían tener buenas intenciones. Ni siquiera yo mismo me fiaba de Lurr, pese a conocer sus acciones pasadas. Dejé de fijarme en el gigante cuando la joven semiceleste reanudó su discurso. Caí entonces en la cuenta de que había dejado un boquete un tanto peligroso abierto en el suelo, por lo que me levanté, me agaché a su lado y cerré la tierra de nuevo para que no quedara raro de mi anterior hechizo. Inmediatamente, unas briznas de hierba cubrieron el lugar donde antes hubo el agujero. Me giré hacia la pelirroja.
-Qué bellas palabras -proclamé, con voz baja y absoluta sinceridad-. Pero a mí aquí solo me trae la curiosidad. No quiero quedarme el arma, solo quiero conocerla. Así que... ¿nos llevarás... no levaréis hasta ella?
Irkan- Señor de la Torre
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Re: Misión conjunta: ¡Búsqueda del Tesoro!
La hada apretujo el meñique de la semi-celeste, se sentía feliz de la suerte que había tenido, logró encontrar uno de los tres guías, todo seguía moviéndose muy ajetreadamente, escuchaba con atención cada palabra de la chica y asentía con mucho animo.
-Espero que podamos encontrarlos pronto- Termino por comentarle cuando le había dicho que había que buscar a los otros guías y demás interesados que para su fortuna no fue algo que tomara mucho tiempo, ya que en unos escasos minutos nos encontrábamos con un gran grupo de personas que rodeaban a un chico de una capa negra, todo tipo de personas de todo tipo de razas, es como si alguien hubiese tomando con una pinza a una persona de cada raza y la trajera hasta este rincón del mundo.
Reprimio una risa al escuchar a la semi-celeste repetir las palabras del chico de capa negra, asi que... ese era el nigromante, no era como si trasmitiera temor en sí, y en todo caso parecia que no habia notado su presencia, aprovecho y revoloteo entre el grupo de personas alli reunidas, de todo tipo tal cual como se veia a simple vista y pocas por no decir ningun con un apice de ser amistosas, y cuando creia sentirse en un mundo de gigantes... tada! un gigante en persona mostraba su presencia en el grupo
- - Si de por si antes se sentía pequeña, ya ahora era una hormiga, aun así... la actitud no parecía cuadrar con su intimidante apariencia
Retrocedió volando lentamente para dirigir su atención a la chica, cuando comienza su discurso, con cada palabra la emoción brotaba por todo su ser
-¡Pues yo si acepto el reto!- Salio la pequeña hada sonriendo a la mestiza posándose sobre la cabeza del Yan
-Espero que podamos encontrarlos pronto- Termino por comentarle cuando le había dicho que había que buscar a los otros guías y demás interesados que para su fortuna no fue algo que tomara mucho tiempo, ya que en unos escasos minutos nos encontrábamos con un gran grupo de personas que rodeaban a un chico de una capa negra, todo tipo de personas de todo tipo de razas, es como si alguien hubiese tomando con una pinza a una persona de cada raza y la trajera hasta este rincón del mundo.
Reprimio una risa al escuchar a la semi-celeste repetir las palabras del chico de capa negra, asi que... ese era el nigromante, no era como si trasmitiera temor en sí, y en todo caso parecia que no habia notado su presencia, aprovecho y revoloteo entre el grupo de personas alli reunidas, de todo tipo tal cual como se veia a simple vista y pocas por no decir ningun con un apice de ser amistosas, y cuando creia sentirse en un mundo de gigantes... tada! un gigante en persona mostraba su presencia en el grupo
- - Si de por si antes se sentía pequeña, ya ahora era una hormiga, aun así... la actitud no parecía cuadrar con su intimidante apariencia
Retrocedió volando lentamente para dirigir su atención a la chica, cuando comienza su discurso, con cada palabra la emoción brotaba por todo su ser
-¡Pues yo si acepto el reto!- Salio la pequeña hada sonriendo a la mestiza posándose sobre la cabeza del Yan
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Re: Misión conjunta: ¡Búsqueda del Tesoro!
–¡Estoy con la celeste!–Coreó Eldan con una sonrisa. Un rápido vistazo alrededor le permitió analizar con más profundidad el grupo que se supone, iban a ser sus compañeros de aventuras, había una variedad de razas increíble, incluido un gigante que acaparaba muchas miradas, así como una magnífica híbrida dragona que acababa de aparecer y a la que la celeste le dedicó unas palabras.
Entonces se fijó en la esfera brillante parlante, resultó ser una criatura diminuta. Eldan sonrió mirando a las tres mujeres, la dragona, la celeste y la pequeña hada. Echó su capa brillante hacia atrás y sonrió. Hizo un elegante gesto con la mano mientras se puso al lado de la dragona y la celeste. No sabía a quién dirigirse primero.
–Señoritas, contad con mi apoyo incondicional para esta aventura. Tenéis mi palabra de caballero y mi palabra de hombre. Va a ser un honor viajar con tan magníficas criaturas.
Eldan le dedicó una mirada a la dragona, con una mezcla de admiración, curiosidad y extrañeza, pues pocas veces había tenido la oportunidad de encontrarse con criaturas así, luego hizo un barrido con la mirada para dedicar una cálida sonrisa a la celeste y al hada. Parecían compañeras de viaje muchísimo más agradables que el chulesco nigromante y el insolente mago.
Entonces se fijó en la esfera brillante parlante, resultó ser una criatura diminuta. Eldan sonrió mirando a las tres mujeres, la dragona, la celeste y la pequeña hada. Echó su capa brillante hacia atrás y sonrió. Hizo un elegante gesto con la mano mientras se puso al lado de la dragona y la celeste. No sabía a quién dirigirse primero.
–Señoritas, contad con mi apoyo incondicional para esta aventura. Tenéis mi palabra de caballero y mi palabra de hombre. Va a ser un honor viajar con tan magníficas criaturas.
Eldan le dedicó una mirada a la dragona, con una mezcla de admiración, curiosidad y extrañeza, pues pocas veces había tenido la oportunidad de encontrarse con criaturas así, luego hizo un barrido con la mirada para dedicar una cálida sonrisa a la celeste y al hada. Parecían compañeras de viaje muchísimo más agradables que el chulesco nigromante y el insolente mago.
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Re: Misión conjunta: ¡Búsqueda del Tesoro!
Zoro... Bueno, a decir verdad, Zoro se había quedado dormido justo después de que el nigromante se presentara y se despertó cuando un tipo, al parecer noble, se vanagloriaba de su nombre y títulos. Para él tanto "Lurr" como "Eldan" eran dos nombres más, irrelevantes, pues llevaba años en alta mar y, como le había dicho al nigromante, pocas veces se enteraba de lo que ocurría en el continente, puesto que ni siquiera le interesaba en lo más mínimo.
Alzó la cabeza y dio un repaso rápido a todos los ahora presentes: Un par de chicas, un Yan, una mestiza, un tipo con el pelo verde como él, también mestizo y un gigante. Un momento ¿Un gigante? ¿Qué coño hacía uno de ellos tan lejos de Nanhai y además en una isla? No era la primera vez que los veía, recordaba haber avistado alguno cuando era pequeño, pero sí era el primero que tenía tan de cerca.
Su mirada se detuvo en una de las chicas, humana aparentemente, pero con una gran presencia. Le sonaba de algo, pero no lograba recordar de qué. Pronto fijó su vista en la mestiza, mitad celeste, no había duda por su piel, y escuchó atento a sus palabras. Poco después, el otro peliverde del grupo habló, y él asintió imperceptiblemente con la cabeza. Estaba totalmente de acuerdo. Para él, ningún arma sería mejor que sus tres espadas, y además, su alma era de todo menos pura.
Vio una pequeña hada revoloteando por ahí, que gritó que ella aceptaba el reto, y luego el tipo noble que decía nosequé de darle su apoyo a las chicas.
-¿Vamos a viajar a algún otro sitio o el tesoro está en esta isla supuestamente? Porque si no, necesitaremos ron.-Aportó haciéndose oír con su profunda voz. ¿Qué era un pirata sin su alcohol a parte de un simple ladrón de mar? El ron era tan importante como los botines, y no se podía prescindir de él, según la opinión de Zoro.
Claro que él era un amante de aquel líquido, por lo que era bastante imparcial.
Alzó la cabeza y dio un repaso rápido a todos los ahora presentes: Un par de chicas, un Yan, una mestiza, un tipo con el pelo verde como él, también mestizo y un gigante. Un momento ¿Un gigante? ¿Qué coño hacía uno de ellos tan lejos de Nanhai y además en una isla? No era la primera vez que los veía, recordaba haber avistado alguno cuando era pequeño, pero sí era el primero que tenía tan de cerca.
Su mirada se detuvo en una de las chicas, humana aparentemente, pero con una gran presencia. Le sonaba de algo, pero no lograba recordar de qué. Pronto fijó su vista en la mestiza, mitad celeste, no había duda por su piel, y escuchó atento a sus palabras. Poco después, el otro peliverde del grupo habló, y él asintió imperceptiblemente con la cabeza. Estaba totalmente de acuerdo. Para él, ningún arma sería mejor que sus tres espadas, y además, su alma era de todo menos pura.
Vio una pequeña hada revoloteando por ahí, que gritó que ella aceptaba el reto, y luego el tipo noble que decía nosequé de darle su apoyo a las chicas.
-¿Vamos a viajar a algún otro sitio o el tesoro está en esta isla supuestamente? Porque si no, necesitaremos ron.-Aportó haciéndose oír con su profunda voz. ¿Qué era un pirata sin su alcohol a parte de un simple ladrón de mar? El ron era tan importante como los botines, y no se podía prescindir de él, según la opinión de Zoro.
Claro que él era un amante de aquel líquido, por lo que era bastante imparcial.
Roronoa Zoro- Extraño
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Re: Misión conjunta: ¡Búsqueda del Tesoro!
No había tenido en cuenta la sensibilidad de la celeste, pero al mirarse entre ambas fue consciente de que la mestiza podía ver a través de su fachada. El contacto físico fue inesperado, sobre todo teniendo en cuenta que provenía de una extraña a otra extraña más no se lo tuvo en cuenta. La dejó asomarse al sentimiento más intenso que podían sentir los suyo, al sentimiento más intenso que podía devorar su consciencia hasta la más frenética locura, no le importaba la impresión que aquello podía causarle, al fin y al cabo le estaba tocando bajo su propia responsabilidad.
-La curiosidad mató al gato-Advirtió ella, bromeando al ver su sonrisa y agradeció el torrente de calma que ofreció a través de su contacto, la calma que fluía desde sus dedos hasta su interior, era agradable y por encima de todo le ayudo a desviar sus pensamientos a lo que realmente había ido a hacer allí. Le dio las gracias con un sencillo gesto, inclinando ligeramente la cabeza en señal de respeto. También resultó conveniente que siguiera hablando, lo que menos quería era que con aquel gesto centrara la atención en si misma.
Sus palabras le incitaban a encontrar aquello que había ido a buscar, era un reto en toda regla, para ella y para aquel grupo. El grupo fue receptivo, todos querían saborear el premio y ella una era excepción.
-Quien soy yo para echarme flores, la mejor manera de demostrarlo es encontrando el tesoro. - Habló con una sonrisa de confianza, y el brilló de la seguridad en la mirada. Contempló a singular grupo en el que se encontraba, deteniéndose para mirar al que tenía más aspecto de caballero (Eldan) cuyas palabras no pasaron desapercibidas para ella, ni su mirada cargada de un brilló singular pero no hizo ningún comentario al respecto, guardándose para si sus pensamientos. Sin duda alguna hacía mucho tiempo que no veía algo tan variopinto, y se dijo para sus adentros que de una forma u otra aquella aventura iba a ser como mínimo interesante, no pudo evitar mirar al pirata (Zorro)...al final si iba a tener que lidiar con piratas, pero por el tesoro haría de tripas corazón.
-Será mejor que hagamos las presentaciones, podéis llamarme Lena
-La curiosidad mató al gato-Advirtió ella, bromeando al ver su sonrisa y agradeció el torrente de calma que ofreció a través de su contacto, la calma que fluía desde sus dedos hasta su interior, era agradable y por encima de todo le ayudo a desviar sus pensamientos a lo que realmente había ido a hacer allí. Le dio las gracias con un sencillo gesto, inclinando ligeramente la cabeza en señal de respeto. También resultó conveniente que siguiera hablando, lo que menos quería era que con aquel gesto centrara la atención en si misma.
Sus palabras le incitaban a encontrar aquello que había ido a buscar, era un reto en toda regla, para ella y para aquel grupo. El grupo fue receptivo, todos querían saborear el premio y ella una era excepción.
-Quien soy yo para echarme flores, la mejor manera de demostrarlo es encontrando el tesoro. - Habló con una sonrisa de confianza, y el brilló de la seguridad en la mirada. Contempló a singular grupo en el que se encontraba, deteniéndose para mirar al que tenía más aspecto de caballero (Eldan) cuyas palabras no pasaron desapercibidas para ella, ni su mirada cargada de un brilló singular pero no hizo ningún comentario al respecto, guardándose para si sus pensamientos. Sin duda alguna hacía mucho tiempo que no veía algo tan variopinto, y se dijo para sus adentros que de una forma u otra aquella aventura iba a ser como mínimo interesante, no pudo evitar mirar al pirata (Zorro)...al final si iba a tener que lidiar con piratas, pero por el tesoro haría de tripas corazón.
-Será mejor que hagamos las presentaciones, podéis llamarme Lena
No es por molestar pero ya lo e leído en un par de post de otros users users y que los personajes sepan on rol que mi pj es una híbrida es metaroleo
Última edición por Lena el Jue Jun 12, 2014 1:06 pm, editado 2 veces
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Re: Misión conjunta: ¡Búsqueda del Tesoro!
Se acercó al grupo, y vió como el caballero hacía su presentación, y presentaba sus respetos, a la mestiza y a una dragona que había en el grupo, como solo los nobles saben hacer, con gran pompa y elegancia. Resultó que aquel caballero era un Máximus, el caballero Eldan. AlQamed había oído hablar de los Máximus a su padre, seguramente llevasen alguno de sus tratos en Puerto Esmeralda alguna vez.
Echó un rápido vistazo al grupo allí reunido. Menudo grupo. Había de todo, desde un corpulento gigante, hasta una diminuta hada, que revoloteaba de individuo en individuo, con una gracia y elegancia como solo las hadas poseían. AlQamed sonrió al observarla, los feéricos le habían salvado la vida una vez, y le resultaban una compañía agradable.
Una vez que Eldan terminó su saludo, y después de que un pirata borracho sentado al lado del nigromante expresase su aburrimiento, y sus ganas de beber ron, AlQamed se presentó al grupo.
-Saludos, soy AlQamed, de Puerto Esmeralda. Estoy aquí para, al igual que todos ustedes, encontrar el arma legendaria del antiguo rey Alsan de Vanissar. Me gustaría que empezásemos cuanto antes, pero no veo al tercer guía en este grupo.
Echó un rápido vistazo al grupo allí reunido. Menudo grupo. Había de todo, desde un corpulento gigante, hasta una diminuta hada, que revoloteaba de individuo en individuo, con una gracia y elegancia como solo las hadas poseían. AlQamed sonrió al observarla, los feéricos le habían salvado la vida una vez, y le resultaban una compañía agradable.
Una vez que Eldan terminó su saludo, y después de que un pirata borracho sentado al lado del nigromante expresase su aburrimiento, y sus ganas de beber ron, AlQamed se presentó al grupo.
-Saludos, soy AlQamed, de Puerto Esmeralda. Estoy aquí para, al igual que todos ustedes, encontrar el arma legendaria del antiguo rey Alsan de Vanissar. Me gustaría que empezásemos cuanto antes, pero no veo al tercer guía en este grupo.
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Re: Misión conjunta: ¡Búsqueda del Tesoro!
Todos hablaban mucho. E Ygoron no entendía ni la mitad de lo que decían. Sí había entendido algo de un tesoro, pero poco más.
Sus ojos se habían ido moviendo de un individuo a otro de aquel grupo, que era de lo más variopinto. Le llamó especialmente la atención una pequeña figura con alas que revoloteaba de un lado a otro sin parar. Parecía una mosca, pero hablaba. Ygoron se sentía confuso.
Todavía se preguntaba qué hacía él allí. Entonces recordó que estaba en una isla, y que si quería volver por donde había venido tendría que subirse de nuevo a uno de aquellos angustiosos barcos. No estaba preparado aún para pasar otra vez por aquello. Su única alternativa, quedarse con aquel grupo. No sabía mucho acerca de ellos, pero al menos no parecían hostiles. Seguramente serían mejor compañía que cualquiera de los piratas que habitaban la isla.
- Yo... soy Ygoron- murmuró el gigante, con su vozarrona, cuando se dio cuenta de que todos se estaban presentando.
Sentía algunas miradas clavadas en él, y aquello le hacía sentirse incómodo. Decidió sentarse sobre el duro suelo del puerto, con el objetivo de no sobresalir tanto sobre sus acompañantes y evitar ser el centro de atención. No lo consiguió.
"BROOOOMMMMM!!!"
El suelo retumbó y crujió bajo el peso de su enorme trasero, atrayendo aún más miradas. Además, a pesar de estar ahora sentado, su cabeza aún sobresalía entre la multitud. Maldita sea, ¿por qué tenía que ser tan grande?
Sus ojos se habían ido moviendo de un individuo a otro de aquel grupo, que era de lo más variopinto. Le llamó especialmente la atención una pequeña figura con alas que revoloteaba de un lado a otro sin parar. Parecía una mosca, pero hablaba. Ygoron se sentía confuso.
Todavía se preguntaba qué hacía él allí. Entonces recordó que estaba en una isla, y que si quería volver por donde había venido tendría que subirse de nuevo a uno de aquellos angustiosos barcos. No estaba preparado aún para pasar otra vez por aquello. Su única alternativa, quedarse con aquel grupo. No sabía mucho acerca de ellos, pero al menos no parecían hostiles. Seguramente serían mejor compañía que cualquiera de los piratas que habitaban la isla.
- Yo... soy Ygoron- murmuró el gigante, con su vozarrona, cuando se dio cuenta de que todos se estaban presentando.
Sentía algunas miradas clavadas en él, y aquello le hacía sentirse incómodo. Decidió sentarse sobre el duro suelo del puerto, con el objetivo de no sobresalir tanto sobre sus acompañantes y evitar ser el centro de atención. No lo consiguió.
"BROOOOMMMMM!!!"
El suelo retumbó y crujió bajo el peso de su enorme trasero, atrayendo aún más miradas. Además, a pesar de estar ahora sentado, su cabeza aún sobresalía entre la multitud. Maldita sea, ¿por qué tenía que ser tan grande?
Yandrak- Oráculo de Karevan
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Re: Misión conjunta: ¡Búsqueda del Tesoro!
El viento agitaba tembloroso las copas de los arboles que detrás de mi se extendían. Acuclillado tal y como estada, encima de un risco que dominaba toda la cala, podía observar el hormigueo de actividad que envolvía a toda la villa. Aventureros de todas partes de Idhun llevaban gran parte la mañana llegando en barcos y más barcos. ¿Tan rápido se había expandido la leyenda por los confines del mundo? ¿Tan idiotas habían sido los piratas para hacerlo, o más bien era esa precisamente su intención?
-Tares, isla de saqueadores por antonomasia, ahora se llena a rabiar de viajeros. Gente con ganas de aventuras, llena de curiosidad y ambición, ajenos a la verdadera realidad de la situación... Ojos, piernas y bocas del mundo idhunita. Pronto muchos morirán y con ellos, el continente se quedará sin información, sin comunicaciones. Ilusos, soñadores o simplemente descerebrados. ¿Que pena que aquí no exista el Internet, verdad?
Una corriente de aire más fuerte de lo normal sacudió mi pelo, haciendo volar mi coleta por un momento. Me encantaban las sensaciones que transmitía y una sonrisa se escapó de mi rostro. Con un suspiro, me puse a escuchar. Primero era simplemente un murmullo de voces, pero enseguida empecé a clasificar las conversaciones. Palabras sueltas acudían a mi y con rapidez las interpretaba, me centraba más en ellas o las abandonaba por superfluas. Y al fin los encontré. Un Nominador de Eco nunca olvida una voz. ¡Que belleza se esconde detrás de un mísero sonido! Cuatro eran las personas reconocidas y dos eran aquellas a las que debía hacer presencia, aunque por diferentes motivos. Era hora de saldar la deuda.
-No te escaparás de mi -le susurré a Lurr directamente al oído con voz de Sombra.
-He llegado. ¿Funciona el artefacto? -le trasmití a Rione por nuestro vinculo.
Las cosas se debían desarrollar por si mismas. Los dos avisos estaban hechos y ahora, tocaba pasar a la acción. Mi mente azarosa empezó a trabajar y unos segundos después, la punta de mi cola hacía vibrar el aire a su alrededor. Con un ligero movimiento acompañado de un zumbido, se produjo un desgarro en la misma realidad y el portal se abrió, mostrando tras de si un mundo de lo más extraño. De nuevo deja escapar una sonrisa e introduciendo mi mano dentro de la brecha, noté su llamada. Los Otros me aguardaban.
-Venid... atravesad a este mundo, yo os llamo. Tomad mi fuerza y cumplid mi voluntad -les seduje con mi poder.
-Tares, isla de saqueadores por antonomasia, ahora se llena a rabiar de viajeros. Gente con ganas de aventuras, llena de curiosidad y ambición, ajenos a la verdadera realidad de la situación... Ojos, piernas y bocas del mundo idhunita. Pronto muchos morirán y con ellos, el continente se quedará sin información, sin comunicaciones. Ilusos, soñadores o simplemente descerebrados. ¿Que pena que aquí no exista el Internet, verdad?
Una corriente de aire más fuerte de lo normal sacudió mi pelo, haciendo volar mi coleta por un momento. Me encantaban las sensaciones que transmitía y una sonrisa se escapó de mi rostro. Con un suspiro, me puse a escuchar. Primero era simplemente un murmullo de voces, pero enseguida empecé a clasificar las conversaciones. Palabras sueltas acudían a mi y con rapidez las interpretaba, me centraba más en ellas o las abandonaba por superfluas. Y al fin los encontré. Un Nominador de Eco nunca olvida una voz. ¡Que belleza se esconde detrás de un mísero sonido! Cuatro eran las personas reconocidas y dos eran aquellas a las que debía hacer presencia, aunque por diferentes motivos. Era hora de saldar la deuda.
-No te escaparás de mi -le susurré a Lurr directamente al oído con voz de Sombra.
-He llegado. ¿Funciona el artefacto? -le trasmití a Rione por nuestro vinculo.
Las cosas se debían desarrollar por si mismas. Los dos avisos estaban hechos y ahora, tocaba pasar a la acción. Mi mente azarosa empezó a trabajar y unos segundos después, la punta de mi cola hacía vibrar el aire a su alrededor. Con un ligero movimiento acompañado de un zumbido, se produjo un desgarro en la misma realidad y el portal se abrió, mostrando tras de si un mundo de lo más extraño. De nuevo deja escapar una sonrisa e introduciendo mi mano dentro de la brecha, noté su llamada. Los Otros me aguardaban.
-Venid... atravesad a este mundo, yo os llamo. Tomad mi fuerza y cumplid mi voluntad -les seduje con mi poder.
Off: Estoy usando el poder del Eco para escuchar cada una de vuestras conversaciones. ¡VIVA STALKER! También he usado mi habilidad Desgarro (arma Bioengy) para invocar tres criaturas del 20% de mis stats, es decir, 800 puntos a repatir, que ya los definiré en el próximo post. Sombra es mi alter ego, cuando llevo la armadura y aparte de Kvothe, nadie conoce que somos la misma persona. Lo digo ahora para editar confusiones más adelante.
- Habilidad y Criaturas:
- Desgarro: Las lineas entre los mundos son unas tenues barreras que separan lo conocido de lo desconocido, lo real de lo imaginario... Con la suficiente energía se puede hacer grietas en la realidad para así acceder a otros mundos. Por medio de estas, se puede invocar a todo tipo de criaturas sumisas a las ordenes e incluso trozos de esa realidad (cambia el escenario de combate o hacer aparecer un trozo que dañe). Tiene otros usos básicos.
Efecto: Invoca criaturas que tienen del 40 al 10% de los stats totales del portador. Invoca trozos de realidad.
Coste: 20 Cm grieta, 20 Cm criatura (10%), 30 Cm criatura (20%), 40 Cm criatura (30%), 50 Cm criatura (40%). 30 Cm trozo pequeño de realidad (pinchos, rocas, etc), 100 Cm cambiar una gran zona de realidad.
Restricción: Máximo de criaturas 4 (si 10%), 3 (si 20%), 2 (si 30%) o 1 (si 40%). Si se rompe la grieta, las criaturas desaparecen (tiene una Ft igual a la Fm del portador).
10(Eco)+20+30+30+30= 120 Cm
400 (Cm Total)-120= 250 Cm
250+180(30%de mi Hm por Complejo SREA)=400 (Cm Máximo)
400 (Cm Total)-120= 250 Cm
250+180(30%de mi Hm por Complejo SREA)=400 (Cm Máximo)
Sharei- Nigromante
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Re: Misión conjunta: ¡Búsqueda del Tesoro!
Muqijao se alteró, un odio profundo se hizo notar en su interior: había un dragón cerca. Estaba alterado, se levantó un poco sobre su cola y lo vió. Era una hembra, una hembra joven y llena de poder, nerviosa y alterada al igual que él. Muqijao se internó en la multitud y allí formó una bola consigo mismo como siempre y bajó su temperatura corporal, rodeandose de hielo para intentar no ser localizado por la dragona. Miró por donde su cuerpo se unía en forma de bola y vió que las miradas estaban mirando a alguien, alguien que no conseguía ver.
-Yo... soy Ygoron.
El que estaba allí tenía una voz grave, tendría que ser muy grande, ¿un gigante tal vez? Un ruido muy fuerte que hizo que se sobresaltara, que alzara un poco el vuelo y enseñara los colmillos, aunqué el ruido que emitió no se oyó por el fuerte ruido del que pudo confirmar que era un gigante. Volvió al suelo, sin enrollarse esa vez.
-No se si ha valido la pena juntarme con estos, seguramente tendré problemas.-pensó para sus adentros, aunqué estaba seguro de algo, no abandonaría, aunque fuera tan joven. ¡Conseguiría ese tesoro!
-Yo... soy Ygoron.
El que estaba allí tenía una voz grave, tendría que ser muy grande, ¿un gigante tal vez? Un ruido muy fuerte que hizo que se sobresaltara, que alzara un poco el vuelo y enseñara los colmillos, aunqué el ruido que emitió no se oyó por el fuerte ruido del que pudo confirmar que era un gigante. Volvió al suelo, sin enrollarse esa vez.
-No se si ha valido la pena juntarme con estos, seguramente tendré problemas.-pensó para sus adentros, aunqué estaba seguro de algo, no abandonaría, aunque fuera tan joven. ¡Conseguiría ese tesoro!
Última edición por Muqijao el Sáb Jun 14, 2014 2:16 pm, editado 1 vez (Razón : por idiota)
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Re: Misión conjunta: ¡Búsqueda del Tesoro!
El aire, epezaba a extrañar el aire fresco, el aire que no estaba cargado de aventureros deseando conseguir un tesoro. Ahora, todos ellos parecían más piratas que el resto de la villa, buscaban y perseguían fantasmas como si de vivos se trataran, solo querían su legado, lo que el mundo recuerda de ellos, algo triste, pero inevitable, un poder oculto es como un secreto sin utilidad. Rozó con sus dedos la barra, tranquilo, paciente, taimado, como una figura que disfrutaba de un tesoro, aunque sonara extraño...atípico, era una buena barra...una de las que deseas tener en tu propio bar...algún día. Sus labios rozaron el extremo abierto de la coa y dejaron pasar el líquido de color ambar por su garganta, el último trago de su copa, ya exasperado por la quietud enrarecida del lugar se quitó la capucha y girándose miró directamente a la Celiel Dethei, con una media sonrisa, una mirada tranquila y su garganta clara. Su aliento se un poco pareció más a la victoria:
-Nos guías
Sonrió porque no había nada más que él pudiera hacer, las almas de otros tantos parecían querer tomar también aquella espada. Todos los ojos bailaban de lugares a otros, buscando a quien portaba en ese momento la más dulce melodía, él también lo hizo, esperó la respuesta de su amada y se contentó con observar la carnaza de aquella aventura, humanos, mestizos y otros puros...esencias de grandes héroes o quizás futuros cadáveres, con sutileza hasta él mismo se preguntaba cuánto durarían contra un Dios.
-Nos guías
Sonrió porque no había nada más que él pudiera hacer, las almas de otros tantos parecían querer tomar también aquella espada. Todos los ojos bailaban de lugares a otros, buscando a quien portaba en ese momento la más dulce melodía, él también lo hizo, esperó la respuesta de su amada y se contentó con observar la carnaza de aquella aventura, humanos, mestizos y otros puros...esencias de grandes héroes o quizás futuros cadáveres, con sutileza hasta él mismo se preguntaba cuánto durarían contra un Dios.
Kylar Stern- Espíritu
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Re: Misión conjunta: ¡Búsqueda del Tesoro!
La verdad es que esto resultaba cansino, debíamos esperar al otro guía, me preguntaba que le habría pasado y si le habían surgido algún tipo de problemas por el camino, pero esos pensamientos los deseche rápidamente al escuchar una voz siniestra que parecía provenir a mi espalda, apoyando la mano en mi arma, llamada “Armaggedon” me gire rápidamente y no había nadie, fruncí ligeramente el ceño y susurre una cosa a Irkan.-Estate atento, parece ser que habrá más peligros de los que podemos llegar a apreciar, alguien me a lanzado una advertencia y tal vez las vidas de muchos de aquí peligren, así que mantén tus sentidos abiertos.-le palmee en la espalda de forma amistosa y me quede mirando hacia el gigante un momento, luego pasee la mirada entre las personas del grupo, pensando en como decirlo de forma suave, pero mejor no decírselo a todo el grupo y solo a unas pocas personas.-Deberemos esperar al otro guía antes de partir, y Celiel, tengo que decirte algo.-me acerque a ella y la susurre unas palabras.
-“Mantén los ojos y oídos bien atentos, hay algo que nos acecha, y posiblemente dañe a la mayoría del grupo”-dije con algo de preocupación, una preocupación más hacia su persona que hacia el grupo en general, luego me volví a quedar en el centro y mire hacia el gigante.-Vos me sonáis de algo…¿Tal vez de las llanuras celestes?-
Nota off rol: Las palabras dichas a Irkan y a Celiel solo lo saben ellos, dado que fue susurrado, rolear esto significaría metarol, y Sharei puede rolear esto debido a que nos esta acosando con su magia xD.
-“Mantén los ojos y oídos bien atentos, hay algo que nos acecha, y posiblemente dañe a la mayoría del grupo”-dije con algo de preocupación, una preocupación más hacia su persona que hacia el grupo en general, luego me volví a quedar en el centro y mire hacia el gigante.-Vos me sonáis de algo…¿Tal vez de las llanuras celestes?-
Nota off rol: Las palabras dichas a Irkan y a Celiel solo lo saben ellos, dado que fue susurrado, rolear esto significaría metarol, y Sharei puede rolear esto debido a que nos esta acosando con su magia xD.
Lurr- Héroe
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Datos
Su personaje es: Humano y nigromante.
Trabaja de: Maestro de la torre de magia y director de la torre oscura
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Re: Misión conjunta: ¡Búsqueda del Tesoro!
Saludos, soy AlQamed, de Puerto Esmeralda. Estoy aquí para, al igual que todos ustedes, encontrar el arma legendaria del antiguo rey Alsan de Vanissar. Me gustaría que empezásemos cuanto antes, pero no veo al tercer guía en este grupo.
Eldan apartó su mirada de la dragona y la celeste para mirar al recién llegado. Arqueó una ceja con una amplia sonrisa, pues había oído hablar de aquel hombre y se alegraba de poder contar con una persona civilizada del Continente que, confiaba, tendría mayor cordura que el resto de aquellos isleños.
-AlQamed...ese nombre me es realmente familiar. Apostaría mi espada a que tenemos algún tipo de negocio con usted. Para mi familia Puerto Esmeralda es una fuente inagotable de ingresos.-El caballero se acercó a él, tendiéndole una mano en talante amistoso-Me llena de alegría contar con un hombre civilizado del continente.
El saludo fue interrumpido por una voz grave y un severo golpe en el suelo. Un gigante. Eldan sonrió y le dedicó una tierna mirada a la criatura, que parecía incómoda. -Ygoron ¿verdad? Tranquilo, no esperes que te juzgue severamente. Me alegra tener un gigante a nuestro lado. Parece que tenemos un miembro de casi todas las razas en este variopinto grupo, no sé si faltará alguna. Pero nos falta un guía ¿alguien tiene la más mínima idea de dónde hallarlo?
Eldan apartó su mirada de la dragona y la celeste para mirar al recién llegado. Arqueó una ceja con una amplia sonrisa, pues había oído hablar de aquel hombre y se alegraba de poder contar con una persona civilizada del Continente que, confiaba, tendría mayor cordura que el resto de aquellos isleños.
-AlQamed...ese nombre me es realmente familiar. Apostaría mi espada a que tenemos algún tipo de negocio con usted. Para mi familia Puerto Esmeralda es una fuente inagotable de ingresos.-El caballero se acercó a él, tendiéndole una mano en talante amistoso-Me llena de alegría contar con un hombre civilizado del continente.
El saludo fue interrumpido por una voz grave y un severo golpe en el suelo. Un gigante. Eldan sonrió y le dedicó una tierna mirada a la criatura, que parecía incómoda. -Ygoron ¿verdad? Tranquilo, no esperes que te juzgue severamente. Me alegra tener un gigante a nuestro lado. Parece que tenemos un miembro de casi todas las razas en este variopinto grupo, no sé si faltará alguna. Pero nos falta un guía ¿alguien tiene la más mínima idea de dónde hallarlo?
Invitado- Invitado
Re: Misión conjunta: ¡Búsqueda del Tesoro!
"Ole tu puntería, bonita" se dijo a sí misma cuando se enteró mejor de quien era el nigromante. Le echó una mirada de arriba abajo. Así que este era el famoso Lurr... si parecía un nigromante y los nigromantes solían parecer poderosos por que por lo general lo eran pero... tampoco parecía tanto al lado de Sharei. O eso le parecía. Se le antojaba curioso pero ya tendría tiempo de saber de él en otro momento ahora mismo no era más que otro contratiempo al que el aparato le había conducido buscando a Kvothe. Iba bien la cosa...
Apareció entonces una chica, mestiza de celeste que empezó a hablar con el nigromante incluso con confianza pero en esa confianza no parecía haber ninguna clase de cariño. A Rione no le interesó quien era pero si lo hicieron sus palabras. Lo que al principio eran dos o tres personas ahora eran un grupo considerable donde al único que conocía era de nombre y no precisamente por algo bueno. No le estaba gustando nada la situación pero ya que había llegado hasta allí no podía dar marcha atrás o por lo menos no sin estar segura de si aplaudir al ingeniero del aparato cuando volviera o tirárselo a la cara. esas cosas eran importantes de saber.
Por lo visto el arma solo aceptaba a alguien justo como dueño. Rione bufó, menuda ironía... al rey de Vanissar que Rione conocía le faltaba bastante de eso. No pudo evitar imaginarse con el arma más poderosa que rey un de Nandelt hubiera tenido y que además era antepasado suyo. No pudo evitar imaginar a los rostros de su pasado sorprendidos, enfadados, envidiosos... mirándola con algo que dirían no tenía ningún derecho a portar. Un bastarda no era nada así que sería todo un regodeo adueñarse de esa arma. Había ido allí con un objetivo diferente al de los demás, estaba buscando a Kvothe y llegado a la isla sin interés ninguno por ese arma pero si le pillaba de camino... Pensó que sería hacer justicia, era la hija de un rey de Vannissar por más que le pesara a ella que a su padre, y esa arma iba a ser el legado familiar que se cobrara.
Y mientras ella pensaba en todo eso siguió llegando gente a cada cual peor. Mucha gente inútil es lo que le parecía que había. No era capaz de tomarse a ninguno en serio quitando al nigromante, al archimago y la mestiza, los demás parecía poca cosa. Hizo calculos rápidamente con lo que podía sacar de observarlos a cada uno. El archimago parecía quien más problemas podía darle, era el único de los tres que le imponían un mínimo de respeto que iba tras el arma. Tenía que pensar algo para deshacerse de él. Pero no antes de quitarse de en medio al resto.
Por fin se pusieron en camino, habían empezado a presentarse pero Rione se mantuvo al margen de esas compañías, no le interesaba ninguno, ni la hadita, ni el gigante ni la cantidad de humanos, mestizos o le que fueran que solo estaban allí para entorpecerle el camino. En cambio si iba atenta a la cabeza del grupo, algo pasaba.
-He llegado. ¿Funciona el artefacto? -le trasmití a Rione por nuestro vinculo.
Rione rodó los ojos nada más oir a Sharei.
- ya era hora... parece que funciona pero hay un ligero contratiempo. - a continuación le explicó toda la parodía de excursión aquella, describió rápidamente a quienes estaban allí pasando por la mayoría sin mucho detalle y parandose más en el archimago, la mestiza y el nigromante. - quizás Kvothe este con el arma o cerca de ella, demasiado casualidad que el aparato y todos estos señalen al mismo lugar, ¿sigo con ellos?
Apareció entonces una chica, mestiza de celeste que empezó a hablar con el nigromante incluso con confianza pero en esa confianza no parecía haber ninguna clase de cariño. A Rione no le interesó quien era pero si lo hicieron sus palabras. Lo que al principio eran dos o tres personas ahora eran un grupo considerable donde al único que conocía era de nombre y no precisamente por algo bueno. No le estaba gustando nada la situación pero ya que había llegado hasta allí no podía dar marcha atrás o por lo menos no sin estar segura de si aplaudir al ingeniero del aparato cuando volviera o tirárselo a la cara. esas cosas eran importantes de saber.
Por lo visto el arma solo aceptaba a alguien justo como dueño. Rione bufó, menuda ironía... al rey de Vanissar que Rione conocía le faltaba bastante de eso. No pudo evitar imaginarse con el arma más poderosa que rey un de Nandelt hubiera tenido y que además era antepasado suyo. No pudo evitar imaginar a los rostros de su pasado sorprendidos, enfadados, envidiosos... mirándola con algo que dirían no tenía ningún derecho a portar. Un bastarda no era nada así que sería todo un regodeo adueñarse de esa arma. Había ido allí con un objetivo diferente al de los demás, estaba buscando a Kvothe y llegado a la isla sin interés ninguno por ese arma pero si le pillaba de camino... Pensó que sería hacer justicia, era la hija de un rey de Vannissar por más que le pesara a ella que a su padre, y esa arma iba a ser el legado familiar que se cobrara.
Y mientras ella pensaba en todo eso siguió llegando gente a cada cual peor. Mucha gente inútil es lo que le parecía que había. No era capaz de tomarse a ninguno en serio quitando al nigromante, al archimago y la mestiza, los demás parecía poca cosa. Hizo calculos rápidamente con lo que podía sacar de observarlos a cada uno. El archimago parecía quien más problemas podía darle, era el único de los tres que le imponían un mínimo de respeto que iba tras el arma. Tenía que pensar algo para deshacerse de él. Pero no antes de quitarse de en medio al resto.
Por fin se pusieron en camino, habían empezado a presentarse pero Rione se mantuvo al margen de esas compañías, no le interesaba ninguno, ni la hadita, ni el gigante ni la cantidad de humanos, mestizos o le que fueran que solo estaban allí para entorpecerle el camino. En cambio si iba atenta a la cabeza del grupo, algo pasaba.
-He llegado. ¿Funciona el artefacto? -le trasmití a Rione por nuestro vinculo.
Rione rodó los ojos nada más oir a Sharei.
- ya era hora... parece que funciona pero hay un ligero contratiempo. - a continuación le explicó toda la parodía de excursión aquella, describió rápidamente a quienes estaban allí pasando por la mayoría sin mucho detalle y parandose más en el archimago, la mestiza y el nigromante. - quizás Kvothe este con el arma o cerca de ella, demasiado casualidad que el aparato y todos estos señalen al mismo lugar, ¿sigo con ellos?
Rione- Idhunita exiliado
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Re: Misión conjunta: ¡Búsqueda del Tesoro!
AlQamed se sorprendió cuando el caballero Eldan se volvió hacia él y le saludó, con una sonrisa. AlQamed le aceptó la mano que el caballero le tendía y le devolvió la sonrisa.
-Me halaga que me recordeis de los tratos comerciales que realizamos en el pasado, espero que eso signifique que os quedó una buena sensación de ellos. Solo espero que esta aventura nos aporte algo de emoción, sinceramente, comerciar en Puerto Esmeralda no aporta mucha diversión.
AlQamed se quedó observando al grupo un poco más, la verdad es que había de todo, pero sin duda el gigante era el que mas destacaba, todo aquel que pasaba por allí se quedaba mirandolo un rato, como si algo no fuera bien. AlQamed pensaba en como aquella enorme criatura podía soportar todas esas miradas posándose en él. ¿Se podían sonrojar los gigantes?
Ensimismado en sus pensamientos a AlQamed le asaltaron dudas acerca del arma por cuya búsqueda se había reunido aquel variopinto grupo, pues muchos de ellos no parecía que la necesitasen, y a otros, como al gigante, o al hada, no creía que les fuese a ser muy útil una espada humana, pero ¿Realmente habían venido a buscar una espada?
La leyenda habla de un arma, pero un arma puede ser cualquier cosa, pero si es una espada, y perteneció a Alsan,... AlQamed se aventuró a imaginar aquella fabulosa espada de la que hablaban las leyendas, la espada de Nurgon, aquella que llebaba la gloria allá a donde fuese. E imaginándose a si mismo con ella, una sonrisa se le dibujó en los labios.
-Me halaga que me recordeis de los tratos comerciales que realizamos en el pasado, espero que eso signifique que os quedó una buena sensación de ellos. Solo espero que esta aventura nos aporte algo de emoción, sinceramente, comerciar en Puerto Esmeralda no aporta mucha diversión.
AlQamed se quedó observando al grupo un poco más, la verdad es que había de todo, pero sin duda el gigante era el que mas destacaba, todo aquel que pasaba por allí se quedaba mirandolo un rato, como si algo no fuera bien. AlQamed pensaba en como aquella enorme criatura podía soportar todas esas miradas posándose en él. ¿Se podían sonrojar los gigantes?
Ensimismado en sus pensamientos a AlQamed le asaltaron dudas acerca del arma por cuya búsqueda se había reunido aquel variopinto grupo, pues muchos de ellos no parecía que la necesitasen, y a otros, como al gigante, o al hada, no creía que les fuese a ser muy útil una espada humana, pero ¿Realmente habían venido a buscar una espada?
La leyenda habla de un arma, pero un arma puede ser cualquier cosa, pero si es una espada, y perteneció a Alsan,... AlQamed se aventuró a imaginar aquella fabulosa espada de la que hablaban las leyendas, la espada de Nurgon, aquella que llebaba la gloria allá a donde fuese. E imaginándose a si mismo con ella, una sonrisa se le dibujó en los labios.
Invitado- Invitado
Re: Misión conjunta: ¡Búsqueda del Tesoro!
Se había mantenido en su sitio todo el tiempo, observaba a quienes llegaban y les iba viendo uno a uno; dentro de poco una algarabía había allí entre que unos discutian con otros y esperar al tercer guía como el nigromante había indicado.
Cuando la pequeña hada se situó en su cabeza, Kerdack solo levantó la mirada un poco
-Tantotiemposinverte- susurró y nuevamente llevó la mirada al frente, tenía los brazos cruzados y las rodillas flexionadas, aún sentado en el suelo.
Vaya... esta gente es demasiado ruidosa...
Finalmente el momento había llegado y se puso en pie cuando todos comenzaban a avanzar. Escuchó que comenzaban a presentarse...
-Presentarme está de mas...- pensó -Al final no espero hacer migas con nadie de este grupo... después de todo, no todos vamos a sobrevivir en la busqueda-
Avanzaba al final del grupo, algunas veces veía al gigante, sin duda él tenía muchas ventajas, pero todos en las tenían de cierta forma, solo debían saber como emplearlas. Guardó silencio y no hizo por quitarse al hada de su cabeza, al menos en ese momento prefería pasar desapercibido.
Cuando la pequeña hada se situó en su cabeza, Kerdack solo levantó la mirada un poco
-Tantotiemposinverte- susurró y nuevamente llevó la mirada al frente, tenía los brazos cruzados y las rodillas flexionadas, aún sentado en el suelo.
Vaya... esta gente es demasiado ruidosa...
Finalmente el momento había llegado y se puso en pie cuando todos comenzaban a avanzar. Escuchó que comenzaban a presentarse...
-Presentarme está de mas...- pensó -Al final no espero hacer migas con nadie de este grupo... después de todo, no todos vamos a sobrevivir en la busqueda-
Avanzaba al final del grupo, algunas veces veía al gigante, sin duda él tenía muchas ventajas, pero todos en las tenían de cierta forma, solo debían saber como emplearlas. Guardó silencio y no hizo por quitarse al hada de su cabeza, al menos en ese momento prefería pasar desapercibido.
Invitado- Invitado
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