Segundo Grupo -Rhyrr

Mire hacia donde miraban todos y me levante apresuradamente y con curiosidad me acerque donde alderun y mire a la chiquilla pero entonces sin mas algo pareció "estallar" en mi interior, me sentía mejor...mucho mejor que desde hace tiempo, sentía algo rodeándome....algo cálido... me sentía mas despierto....mas poderoso, alce la mirada y vi que había caído arrodillado en el suelo, di un leve tosido y refunfuñe como una especie de maldición para las malditas piedras del camino, aunque no había ninguna aparentemente... dirigí mi mirada hacia la niña y con un tono de voz preocupado y cálido la pregunte: ¿Estas herida niña? repentinamente me entere de que Celiel no estaba a mi lado y con gran preocupación mire a mi alrededor, entonces la vi apuntando hacia el cielo con una espada, sonreí ligeramente con cariño, acto seguido negué con la cabeza y mire otra vez hacia la niña....¿Que había ocurrido? me sentía mejor....pero era algo extraño...nunca había sentido algo así...me acerque a la niña y sin mas la cubrí con su capa por si tuviese frió...Alderun....¿Que a ocurrido? sospechaba lo que había ocurrido, había escuchado a gritos que una guerra entre los seis y el séptimo se acercaba....pero, ¿Era un elegido del séptimo o que era? no, sin duda no era del séptimo...pues me sentía mejor, con mas calor....mas....iluminado, pues las sombras que cubrían mi alma y corazón se habían alejado...por ahora...

Me encontraba en posición de guardia, preparada para atacar en cualquier momento a algo que preveía avecinarse, pero ésto nunca pasó, únicamente una niña cayó de los cielos sobre un pájaro Haai y fue entonces cuando me di cuenta que ya no había peligros a los que enfrentarse, sino que algo había cambiado, pero no era visible todavía. Tendría que estar muy pendiente a los hechos próximos, al menos durante un tiempo.... y no fiarme de nadie, al menos del todo.

Miraba a la niña, la pequeña y dulce sospechosa caída del cielo y vi cómo todos los presentes se acercaban a ella, preocupados y amables. Yo me limitaba a observar lo que ocurría hasta que noté vibraciones extrañas que denotaban un gran poder cerca de ella y decidí acercarme flotando también para descubrir de dónde venía toda esa energía. No obstante no le dije nada a ella, únicamente cerré los ojos para concentrarme y descubrí con asombro, que aquella vibración no provenía de un único portador, sino de varios, pero aún así no pude descifrar quienes eran los poseedores. Me dejé caer suave y lentamente al lado de Lurr, que hablaba con el misterioso celeste de antes.

-¿Qué está pasando aquí, conoces alguna explicación para todo esto?- le dije mirando aún a la niña sin perder de vista ninguno de sus movimientos.

Llegó Lurr junto a una joven semiceleste junto a mí. Al igual que muchos otros celestes de la ciudad. Tenía un mal presagio, y era hora de actuar. Sentía algo diferente en mí, algo que me hacía... "especial" y eso era malo. Estaba destinado a algo, lo sentía, y eso, aunque muchos no lo comprendan, no es algo bueno, pues no tienes libertad para actuar, simplemente tienes que cumplir tu destino, y eso hice. Me puse en pie y me subí a una piedra alta. Alcé la voz, que sonó amplificada gracias a la magia, y dije unas palabras de las que me arrepentiría mucho tiempo después.

- Queridos hermanos, celestes y no celestes. Tengo que daros una mala noticia. - dije. Sonreí por dentro, esto me recordaba a las típicas historias antiguas... Continué. Los celestes estaban asustados, pero eran conocedores de la importancia de estas mis palabras. - Los rumores han sido confirmados, otra Guerra de Dioses ha comenzado, y al igual que las últimas veces, Idhún ha sido afectado. Según creo, no vendrán directamente, pero todos estamos implicados en ella, de una manera u de otra. - Dije. Esta era la noticia. Los celestes comprendían, el resto simplemente estaba aterrado. - De todos modos, los Seis no nos han obligado a todos a participar directamente, como no han hecho nunca, mas ya sabemos que de una forma u otra, vamos a actuar. - Miré al horizonte y tomé aire. Había un silencio fúnebre que reinaba la plaza y los alrededores, donde se había acumulado un gran mogollón de gente. - Aún así, los Seis necesitan de la ayuda directa de algunos de nosotros, estos, arriesgaremos nuestras vidas por ellos y por todos nosotros, con el fin de que Idhún vuelva a ser como era antes, un lugar Libre. - hice énfasis en esta última palabra. - Hago también desde aquí, un llamamiento a todos aquellos aquí presentes que quieran colaborar conmigo, y arriesgar su vida por Idhún. Pero os aviso, tanto a vosotros como al resto: Esta Guerra implica también la presencia del Séptimo y sus secuaces, y los grandes reyes, gobernadores de Idhún han vuelto a sus filas... Cuídense, ayuden a los demás, pero tengan cuidado y sean astutos, no se dejen engañar por las apariencias, lean sus corazones. - les avisé. - Ahora sí, todos los que quieran encaminarse a la batalla junto a mí, que vengan a la fuente, no habrá recompensa, ni seguro de vida - dije en modo de aviso - Quien se aliste, no podrá volver atrás. Tengan cuidado, el futuro de Idhún está en nuestras manos. - Y tras decir esto, me dirigí a la fuente. No esperaba mucha ayuda, los celestes no estaban preparados para una guerra, ellos eran más de actuar indirectamente.

Cuando desperté por completo, vi caras mirándome fijamente, escuche murmullos y sentí una capa encima.
Me senté en el suelo mirando perpleja al rededor y vi a un celeste encima de la fuente diciendo unas palabras de las que alcanza oír el final:

- Hago también desde aquí, un llamamiento a todos aquellos aquí presentes que quieran colaborar conmigo, y arriesgar su vida por Idhún. Pero os aviso, tanto a vosotros como al resto: Esta Guerra implica también la presencia del Séptimo y sus secuaces, y los grandes reyes, gobernadores de Idhún han vuelto a sus filas... Cuídense, ayuden a los demás, pero tengan cuidado y sean astutos, no se dejen engañar por las apariencias, lean sus corazones. Ahora sí, todos los que quieran encaminarse a la batalla junto a mí, que vengan a la fuente, no habrá recompensa, ni seguro de vida .Quien se aliste, no podrá volver atrás. Tengan cuidado, el futuro de Idhún está en nuestras manos.

Tras aquellas palabras, me levanté a duras penas y pensé en lo que haría. ¿Me quedaba allí donde estuviese o...iría con el? Aunque podría resultar una carga...comprobé, que no tenía nada roto, sólo un leve dolor en la pierna sobre la que había caído. Me puse en pie y fui cojeando hasta la fuente, me pare en seco delante de el celeste y le dije:

- Me apunto. - dije todavía dudando pero sonriendo.

Cuando estéis preparados para avanzar, acudid al lugar del encuentro...

http://www.rolmemoriasdeidhun.com/t3356-trama-los-caminos-se-cruzan

Escuche al celeste y como la chica se acercaba, acto seguido me levante y me acerque al celeste, acto seguido clave mis ojos en los suyos, y hice un gesto de asentimiento: Permiteme ayudarte...sera interesante esto...claramente si no hay ningún inconveniente... luego me gire sin esperar respuesta y me fui caminando hacia Celiel, ¿nos acompañaras Celiel? la mire levemente y cuando escuche su respuesta me gire hacia un sendero pensando que por ese sitio era el lugar correcto, pero antes me acerque a por la capa, a la que cogí con cuidado y cubrí mis hombros, acto seguido me dirigí por ese sendero, sin esperar a nadie, si le seguían pues bien, si no, pues que se quedasen atrás, que mas daba, claramente esperaba que Celiel viniese.

OFF: Cambio de post, al de los caminos, basicamente este fue un post para cambiar.

Un pequeñito grupo de gente se reunió a mi lado. Ví a Lurr entre ellos, junto a muchos otros viajantes. Celestes, dos, contándome a mí. El otro era un hombre valiente, al que me acerqué. Tuvimos una corta conversación. Los celestes nos entendemos bien, y sabemos cómo nos sentimos y el por qué de cada decisión... Tras nuestras palabras, pude ver cómo se dio la vuelta sonriente, volviendo junto a su pequeña y única hija. Entonces me acerqué a Lurr. No le conocía de mucho. Pero era bueno ver que estaba de nuestra parte... Porque lo estaba. - Me alegro de tenerte entre nosotros - le dije sonriente. Volví a donde había hablado. - Bien, no debemos demorarnos más, hemos de marcharnos - dije. Y me di la vuelta y sin mirar atrás, sin despedirme siquiera, comencé a andar. ¿Sería esta la última vez que viese Ryrr, tal y como es ahora?

DEJO POST