Punto de Encuentro, Shia

off: nirwen yo soy medio feerica... xdxd

Ariadne me dedico una sonrisa de comprensión al contarle lo de mis padre. La verdad no podia sentir muchos sentimientos ya que no los habia conocido pero aun asi seguian siendo mis padre. En ese momento llego un chico que nos saludo timidamente y nos pregunto si queriamos ir al bosque de awa.

-La verdad es que...- pare en seco, al ver entrar a una chica de cabellos pelirrojos

Me levante y me acerque un poco mas, estaba esperando a que Liss le diera una habitación apoyada contra una pared, y entonces la pude distingir claramente.

-Vinca-exclame contenta y acercandome a ella

En eso un chico bastante atractivo de cabello verdoso, suave piel verde-azulada y ojos azules se nos acercó diciéndonos que había escuchado nuestra conversación sobre visitar el bosque de Awa, Ankira fue a responderle pero se quedó a mitad frase, se levanto y exclamando el nombre de Vinca se dirigió hacia una persona, me giré en mi asiento y pude ver a una muchacha que se apoyaba contra la pared pero no puede distinguir bien sus rasgos pues estaba cubierta por una capucha, solamente puede apreciar el tono de su piel que era de un suave color azulado. Reparé en que el chico que tenía a mi lado y pensé que quizás se habría quedado cortado por la reacción de Ankira, así que para no parecer descortés le dije: -Hola, mi nombre es Ariadne y si a mi me gustaría mucho visitar Awa- le dirigí una sonrisa tímida- y bueno no solamente Awa sino todo Idhún, me gustaría recorrerlo y conocerlo palmo a palmo. Y por eso Ankira y yo- y dirigí una mirada significativa hacia ella que estaba hablando con la muchacha de la pared-estábamos hablando de Awa, porque ella es de allí y le había preguntado que me contase como era su hogar. Me quedé mirando más detalladamente aquel muchacho, y pude apreciar que por sus venas recorría también sangre celeste y feérica al igual que Ankira. Que poderoso y sorprendente que era el amor y pensé que al igual que Ankira descubría pronto mi secreto... Entonces vi como Liss salía detrás de la barra con las llaves de las habitaciones en la mano y le dijo a la muchacha : -Discúlpenme señoritas, ya tengo la habitación preparada, cuando guste puede seguirme y la llevaré hasta su habitación- Liss le sonrió amablemente - Por cierto, mi nombre es Liss- y se rió con una cantarina carcajada- aunque no es muy difícil deducirlo, lo pone en el cartel de la posada. ¿Y el suyo cual és señorita?

Me mordí el labio mirando hacia el suelo, me sobresalté un poco al oír a Ankira exclamar mi nombre. Volví la vista hacia arriba y vi a Ankira delante mía.
Sonreí contenta de ver una cara conocida tras días y días de viaje casi sin descanso. - Hola, Ankira. Me alegra verte.- Saludé con una media sonrisa.- ¿Qué tal todo? ¿Y Arsia? -pregunté tranquilamente aun con los brazos cruzados y apoyada contra la pared. Me entusiasmaba poder ver a un haai pequeño, aunque no lo pareciera, a lo mejor Ankira no se lo había traído consigo, pero dudaba que dejara al haai solo. ¡Con lo monos que son!
La dueña de la posada salió detrás de la barra con las llaves.- Muy amable -dije- Oh, puesnomehabíadadocuentaalleerelcartel. -dije rápidamente sin darme cuenta, riendo un poco, algo nerviosa.- Me llamo Vinca y por cierto, siento haber hablado tan rápido por si no ha entendido lo que dicho. Me pasa a menudo, jeje.
Me olvidé por completo que iba aun con la capucha de la capa. Al menos no llevaba la cara medio cubierta como cuando estaba en Kash-Tar. En el resto del planeta no me gustaba ir con la cara tan tapada, a menos que fuera en Nanhai, pero allí no había ido en mi vida ya que no me gustaba mucho el frío.

Repetí mi nombre, pero no para volver a presentarme. Sino para recordarme a mí mismo quién soy. Una serpiente alada solitaria, que una medio shek ofrecía ayuda. Había una cosa que yol debía decirle a la hembra.
-Tal vez, si cumplo mi venganza no tengo más motivos para seguir. Esto te parecerá más el carácter de un dragón estúpido que de un shek, pero la venganza y el puro odio son mis motivos más importantes. No gozo de la simpatía de nuestros congéneres, es mas, me consideran extraño, como loco y suicida. A ti también te considerarán así. ¿Sabrás soportar el dolor que ello significa?
Lo dije todo con una sonrisa, casi riéndome por dentro. No disfrutaba de tal cosa, ni de tales ideas ni experiencias. Así era mi mundo por mucho que disfrutase de las noches observando las tres lunas idhunitas.

Me quedé un poco shokeado cuando, de repente, la chica con la que hablaba se levantó y se fue a hablar con otra, de aspecto extraño casi oscuro, pero que parecia tener buenas intenciones.

-Yo soy Nirwen, encantado.

Me apollé contra la pared, cansado por el largo viaje, y observé a la chica que hablaba con Ankira. Por un momento me había parecido una yan, por lo rápido que hablaba, pero cuando sondeé su alma para ver que era realmente, descubrí que no lo era del todo.

-Yo también soy de allí, de la región que queda al lado del rio Awa. Si queréis os puedo acompañar.

Seguí con mi analisis de la sala, la mayoria de seres parecian corrientes humanos, pero se percibían además, almas muy especiales.

-Bueno, yo también debería pedir alojamiento-dije, algo más relajado,- y tu... ¿ya tienes sitio donde descansar?

- Oh, no pasa nada- respondió Liss con una sonrisa -lo esencial lo he entendido, así que no te preocupes y encantada Vinca si quieres puedes acompañarme y te mostraré la habitación.

-Encantada Nirwen- y esbocé una tímida sonrisa- y si, estaría bien que nos acompañaras, tu conocerás Awa a la perfección. Yo llevo aquí alojada hace ya tiempo, pero díselo a Liss, que es la dueña de la posada- me giré en mi silla y se la indiqué con la mano - es aquella mujer, la de corta estatura y cabellos rojizos, la que está junto Ankira y la otra muchacha. Ella enseguida te dará una cama mullida y cómoda para pasar la noche - Y le sonreí.

off: perdon no sabia que me tocaba a mi , vamos a juntar a todos los del rol un poco XDXD

Vinca tambien me reconocio almenos cuando dije su nombre y me pregunto por Arsia.

-Esta ahi....-me gire hacia donde estaba sentada con Ariadne pero no la vi.

-Salio por la puerta-dijo un hombre que habia sentado en una de las mesas.

Me gire hacia su voz y vi que era un feerico. Le correspondi con una sonrisa y sali por la puerta.
Me encontre en el callejon con algunas personas pero al preguntarles nadie la habia visto, era extraño que saliera asi sin " avisarme" a su manera como solia hacerlo. Segui caminando durante no se cuanto tiempo y al final la vi. Estaba cerca del rio Estid, no se que fue ha hacer tan lejos. La fui a llamar pero algo me hizo callar de golpe. Me escondi detras de una roca y acuclillada desee que nadie de quien hubiera alli se hubiera percatado de que los habia visto. Lleve mi mano hacia la empuñadura de mi baculo, pero por desgracia no me acorde de que la habia dejado en la habitacion cuando me la enseño liss.

-Esto es el colmo-pense

Off: No pasa nada

Esperé a que Ankira contestará mi pregunta, cuando lo hizo se giro y un hombre, feerico por lo que parecía, le dijo que Arsia se había ido y ella salió de la posada, seguramente a buscarla.

- Por supuesto- le dije a Liss con una sonrisa.

Seguí a Liss por las escaleras tranquilamente, aunque estaba algo cansada y quería dejar todas mis cosas en algún lugar para no llevarlas todo el rato conmigo.
Liss me presentó la habitación. Al fondo de ella había una cama individual con una mesita a su lado, una cómoda de aspecto antiguo, pero que no lo era, descansaba en una esquina y cerca de la ventana una mesa con una silla.
Le di las gracias a Liss y entré dentro de la habitación. Me quité la capa que mi madre me había hecho cuando era pequeña y la dejé sobre la silla. También dejé el resto de mis cosas sobre la mesa. Abrí la ventana y dejé que el aire fresco me diera en la cara mientras observaba las oscuras calles de Shia.

Minutos después cerré la ventana y bajé al piso de abajo, quizás Ankira ya había vuelto.
Recorrí con la mirada la estancia, pero no había rastro de ella.
- A lo mejor aun no ha encontrado a Arsia.- susurré.

Off: No pasa nada Ankira, y si, haber si nos juntamos todos un poco que estamos dispersos aun... XD

Vi de pasada como Ankira salía por la puerta de la posada en dirección a la calle, no sabía el porque Ankira se iba, pero no le di importancia, y pensé que lo más seguro que había ido a buscar algo. Liss pasó con la muchacha que había estado hablando con Ankira segundos antes en dirección a las escaleras que conducían a las habitaciones. Y me dirigí a Nirwen que estaba a mi lado - Y bueno Nirwen...- no sabía bien bien que decirle y me sentía un poco cohibida, aunque eso me pasaba con todo el mundo que no conocía. Así que le pregunté lo primero que se me pasó por la mente. - a parte del Bosque de Awa, ¿has estado en algún lugar más de Idhún? y mientras le estaba preguntando a Nirwen, vi como por las escaleras bajaba la muchacha que unos instantes antes Ankira había estado hablando con ella, sabía que era ella por su tono de piel que había vislumbrado en las zonas donde la capa no le tapaba, pero ahora no la llevaba puesta y podía ver su rostro y lo que más me llamó la atención fueron sus ojos rojos y ardientes como el fuego. Nunca antes, había visto a nadie así y me quedé mirándola con fijeza.

Volví a centrarme en la dama de luz, que intentaba darme conversación de algún modo.
-Pues...estar, estar, solo en Awa y Celestia-medité un momento intentando recordar más lugares, sin fruto alguno-he recorrido otras zonas, pero solo de pasada.
Seguí con la mirada a Ankira, que salia del local, dejando a cuadros al personal.
-Si quieres, podemos seguirla, debe de estar pasando algo ahí fuera.
Hice un gesto con la cabeza para que me siguiera, pero me percaté de que se había quedado embobada observando a la semi-yan, criaturas sorprendentes algo impulsivas, pero no comparables a la magnificencia de féericos y celestes, pensé para mi. Dejé a la dama allí y seguí a la otra chica, que había salido mascullando.

Observé la sala con detenimiento tras mirar a la puerta quizá esperando ver aparecer a Ankira, era la única cara conocida de donde estaba. Curioseé un poco a la gente que charlaba o directamente estaba en alguna parte de la estancia. Después de un rato no muy largo no sabía muy bien que hacer y me percaté de que una persona me miraba, volví la cabeza en dirección a una mesa, donde Ankira había estado hablando con esa chica y ese chico. Observé a la chica que me miraba con fijeza y fruncí el ceño, ¿por qué me miraba así? ¿Acaso tenía monos en la cara? Hice ademán de acercarme cuando el chico hizo un gesto con la cabeza a la chica y se fue a la calle.

Entrecerré los ojos y me acerqué a la joven, me sentía algo incómoda, no me gustaba que me mirara así.
- Perdona, pero ¿por qué me miras tanto? -le espeté con algo de brusquedad y a la vez cruzando los brazos.

Yo y la mestiza shek aún manteníamos esa conversación, pero mi mente no era algo que fuese muy fiable. Siempre estaba irritado, por mucho que me sentase bien mirar las lunas, acababa furioso y destrozaba todo a mí alrededor.
Algo no iba bien. La shek estaba callada y yo no tenía nada más que decir. Tendría que volver a la ciudad al día siguiente. Oí un ruído, pero no supe de donde provenía. De pronto, solo se oía el recorrido del agua del rio Estid. Un silencio algo demasiado tranquilo. Por seguridad me volví al río y me sumergí en el agua. Si alguien observaba se acercaría al agua, seguramente.

Oí vagamente como Nirwen me contestaba a mis preguntas, pero no le estaba prestando mucha atención, pues me había quedado mirando a la muchacha de ojos rojizos como embelesada, y cuando me percaté Nirwen salía por la puerta de la posada, ¿se habría ofendido quizás? Esperaba que no, no era mi intención. En eso la muchacha de ojos rojizos, se puso delante mio, cruzó sus brazos y me soltó con un poco de brusquedad que porque la estaba mirando así. Desvié rápidamente la mirada de sus ojos, parecían que quemaban, y enrojecí de pura vergüenza, agaché la cabeza y murmuré - Oh!! Lo siento muchísimo, no quería incomodarte ni hacerte sentirte mal, pero me has llamado muchísimo la atención, porque jamás en mi vida había visto a alguien con unos ojos como los tuyos y por eso me he quedado mirándote así, con esa fijación, pero no por nada más, tus ojos me parecen muy bonitos- me quedé un momento callada, alcé entonces la cabeza y añadí - te pido disculpas de nuevo, y mi nombre es Ariadne- y esbocé una tímida aunque amigable sonrisa.

La observé fijamente un poco enfadada cuando enrojeció y bajó la mirada, parecía ser mayor que yo, pero parecía ser bastante tímida. Al oír sus disculpas, mi parte celeste hizo que me reblandeciera y mi pequeño enfado se esfumara como si no hubiera estado ahí nunca. No pude evitar sonreír y mis ojos adquirieron un pequeño brillo, negué rápidamente con la cabeza, no me gustaba mucho reflejar esa parte blanda de los celestes, me sentía más cómoda sintiéndome más como yan, pero no le podía hacer nada, era mestiza de celeste y yan. Y ya está.
La joven se quedó callada un momento, luego se presentó y esbozó una tímida sonrisa. Suspiré y cerré cinco segundos los ojos.
- Yo soy Vinca -dije al final. -Ah. Y siento haberte hablado así.- me disculpé dudando un poco si de verdad lo sentía o me daba igual.
- Mm... ¿sabes a dónde ha ido la chica con la que hablabas antes, Ankira? Sé que ha ido a buscar a su haai Arsia, pero... -pregunté.

La chica me dijo su nombre, Vinca, y se disculpó por las maneras en las que me había hablado y me dijo si sabía a donde había ido Ankira, no tenía ni idea así que le contesté -Pues la verdad no tengo ni idea de a donde ha podido ir Ankira, pero si quieres podemos ir a ver si ya ha encontrado a Arsia - me levanté de la silla, le sonreí y añadí -de paso podríamos mirar también a donde a ido Nirwen, es el chico que estaba a mi lado, hablando con él y antes de que llegases tu se ha ido por la puerta. No añadí que quería buscarlo para pedirle disculpas, me sentía mal por haberlo ignorado.

Off: No se me ocurre gran cosa :S

Ariadne sugirió ir a por Ankira y ver si había encontrado a Arsia, quizá estaba jugando con ella en alguna parte o quizá, intentando traerla de vuelta. Reí por lo bajo a eso último al imaginarme a Ankira tratando de convencer a Arsia para que volviera con ella. Ariadne se levantó de la silla - Vale, vayamos a buscar a Ankira y a...- pensé un segundo- Nirwen- añadí al final.
Comencé a caminar hacia la puerta de la posada preguntándome hacia dónde habría ido Ankira. Y antes de abrir la puerta miré si Ariadne me seguía. Abrí la puerta y salí al exterior.

OFF: No importa Vinca, lo importante es postear!!

Vi como Vinca se reía por lo bajo, no sabía que le había hecho tanta gracia pero tampoco tuve curiosidad en preguntárselo. Me dijo que fuéramos a buscarlos y se dirigió a la puerta y antes de abrirla se giró, yo estaba a escasos centímetros de ella, la abrió y salió al exterior y yo la seguí. Fuera el ambiente era cálido y suave, el primero de los tres soles comenzaba a declinar por detrás de las primeras montañas de Shia y las gentes del lugar comenzaban a cerrar sus negocios y a volver a casa para preparar cenas y demás... Cerré los ojos dejando que la cálida luz de los soles me bañara y me inundara por dentro, me encantaba los atardeceres, para mi tenían un significado muy especial pues me recordaban a alguien también muy especial. Me abandoné a la sensación que provocaba en mí. Suspiré y volví abrir los ojos, Vinca seguía a mi lado y no quería hacerla sentir ignorada. Miré a izquierda y derecha y hasta donde llegaba mi mirada no había rastro ni de Nirwen ni de Ankira y Arsia, así que le sugerí a Vinca: - Podríamos ir a mirar por las calles principales de Shia haber si los encontramos, desde luego en la plaza principal no están- y dirigí mi mirada ante la extensa plaza que teníamos delante de nosotras -y si no los encontramos por aquí, podríamos acercarnos al río Estid, quizás hayan ido allí como está cerca del bosque y ellos son feéricos lo hayan necesitado. Y esbocé una sonrisa.

No sabía que hacía la hembra, pero yo no iba a quedarme en un sitio donde ser observado. Prefiero atacar desde un sitio donde nadie me viera y debajo del agua sería un una sorpresa para cualquiera. Así que me interné en las oscuras aguas del río, cada vez más profundo, pero no lo demasiado como para no poder ver.
¿Qué le pasará a la hembra que no sabe que ahi hay sangrecaliente o algo peor?, me pregunté.
Había esperado muchas noches para internernarme en los oscuros callejones de Shia, y no probé de estar sobre los edificios por si no soportaban mi peso.
Sea quien sea el nombre de aquel chico-dragón, lo lamentará...,susurré en mi mente, recordando de nuevo la imagen del Rastreador.

Después de mucho meditar tome una decisión: intentar salir de detras de aquella roca sin ser vista.
Me puse de cuclillas y empeze a caminar lentamente, Arsia seguia detras de la roca, tal vez estaba asustada, ¿quien habria alli? No pensaba quedarme a averiguarlo y menos desarmada.
En ese momento un sentimiento muy extraño se apodero de mi y un escalofrio recorrio mi cuerpo. Me sentia observada. Que debia hacer, ¿continuar andando o quedarme de nuevo detras de la roca?
Arsia interrumpió mis pensamientos de nuevo al lanzar uno de sus chirridos y alzar el vuelo. Diriji mi mirada a ella, era una mirada de temor y soledad. No sabia que hacer. Me quede alli inmovil dudando de salir corriendo. Sea quien sea el que hubiese alli no me dejaria salir viva.

Al final, después de divagar un rato por las callejuelas de la ciudad, llegué a las orillas del río Estid, donde vi a Ankira agazapada detrás de una roca. No era algo muy normal, pensé, pero a lo mejor había algún problema y por eso se escondía.
Intentando no hacer ruido, me acerqué hasta ella, y suavemente, para no sobresaltarla le dije:
-¿Qué pasa?, tienes mala cara.
Di un rodeo con la mirada, buscando el peligro, o la causa de su preocupación, pero todo parecía muy tranquilo. Me concentré más, haciendo uso de mis dones como celeste, para "ver" las almas de lo que nos rodeaba, y entonces también yo sentí un escalofrio.

Me encaminé hacia el río Estid . Me dirigia con mi cántaro para recoger
agua y absorta en mis pensamientos . Cuando estaba llegando di un
respingo , había dos jóvenes agazapados detrás de una roca . Solté un
suspiro y una pequeña maldición , el cántaro había caído con mi
sobresalto y se había roto . Volbí a suspirar resignada y me encaminé a
la orilla del rio , al menos bebería algo . Cuando llegué a la orilla
me agaché y bebí un largo sorbo de agua . Le di la espalda al río y dige
simplemente hacia la roca - Hola .

Off: Bienvenida^^


On: Los sheks eramos y somos seres de gran paciencia, pero al parecer yo era algo más diferente. Parecía casi más loco y arriesgado que cualquiera... Podía ser una cosa buena o mala, o tal vez, las dos. Así que me cansé de esperar bajo el agua, y volví a la orilla, sabiendo que sería de nuevo observado. No veía a nadie, pero notaba sus mentes.

Empecé a reptar lejos de la orilla del río, me quedé entre mis anillos, quieto y observando. Quería ver a los que me observaban, pero de alguna manera, sabía que eran sangrecaliente.

OFF: Hola Lunae

On:
Miré la plaza concurrida de gente, no parecía que estuvieran por aquí. Pensé un momento en lo del bosque, debía ser más probable que estuvieran en el río Estid, si de estar en alguna de las calles principales quizá tardaríamos más en encontrarlos y a lo mejor perderíamos el tiempo si empezábamos a buscar por las calles y resultaba que estaban en el río.

- Mm... creo que deberíamos ir al río antes.- dije mirando hacia la calle que nos llevaría más rápido al río.
Miré a Ariadne -¿Vamos?- pregunté comenzando a caminar lentamente hacia esa calle de espaldas y con una pequeña sonrisa.

OFF: Hoy no tenía inspiración ninguna...

- Si claro vamos - la seguí y añadí - yo también pienso que la mejor opción es ir antes al río Estid. Y me quedé en silencio mientras caminábamos en aquella dirección.