De camino a Awinor, sola esta vez (Rol abierto)
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De camino a Awinor, sola esta vez (Rol abierto)
FdR: Aviso: Esto va, en especial, a los del antiguo foro. Tras mi interrumpudo rol con la desaparecida Reikren, sigo sola (pero a la espera de que alguien me acompañe, xD). Recuerdo la plaga que sufrían los unis y que la tratabamos en el antiguo foro, aquella "esencia oscura" que atacaba a los unis de todo Idhún, y que teníamos que descubrir que era. Bien, a mí me afectó (a Lunnawi, más bien, que ahora tiene una magia corrupta y oscura), y busco una cura. En el antiguo foro se supone que me curaría con fuego de Dragón, pero nunca se sabe si hay otra manera... (Digo esto por si alguien le interesa rolear conmigo, que sepa como van las cosas....) Ahora, doy por erradicada la plaga, pero yo sigo enferma. (para más detalles, ver mi ficha, en especial lo que se refiere a la Historia de Lunnawi)
FdR2: Voy dar por muerta a Reik, pero esto será una suposición de mi pj. (Esto va sobre todo por ti, Reikren, por si vuelves)
Lo había perdido todo, y pronto me perdería a mí misma. Había conseguido salir de allí, pero a cambio de mi libertad, una libertad que sentía contradictoriamente prisionera, había dejado atrás parte de mis pertenencias, mascotas... y a ella. Reikren. La híbrida de dragón, que conocí prácticamente desde los albores de mi viaje, junto con Déteka. Las tres habíamos viajado siempre juntas, hasta que Déteka se quedó en Vanissar, donde tenía asuntos que atender. "Nos volveremos a ver", recordé que dijo. Quise sonreir, pero no tenía fuerzas. Ahora sabía que esa promesa no llegaría a cumplirse nunca.
Reikren, en cambio, siguió a mi lado. Las dos teníamos como objetivo Awinor, por razones bien distintas, pero no era solo el destino del viaje los que nos hizo permanecer juntas, sino la amistad que forjamos... Hasta que, apenas unas horan antes, ella dejó escapar su último aliento. No podía evitar reprocharme que había sido por mi culpa, aunque esto no tubiese sentido. Habíamos confiado en un semiyan sin conocerle, y él nos había vendido a los servidores del séptimo, Aunque en mi opinion, no era al dios de las serpienes a quien seguían, sino a sus propios intereses por medio de dolor y nigromancia.
Sí, había conseguido escapar de las garras de aquellos que querían usar mi poder de Lunnawi, experimentar con su magia enferma. Y fue precisamente mi esencia de unicornio lo que me permitió escapar de allí, aunque no sirvió para Reikren. El saber que ya no volvería a oír sus palabras de ánimo, sentir su cálido corazón de dragona... Me volvió llena de ira, y hay pocas cosas que puedan detener la ira de un unicornio. No había tenido piedad de nadie, todos aquellos que trataron de dañarnos habían acudido al mismo destino de Reikren.
Y ahora estaba de nuevo sobre las arenas de Kash-Tar, vagando sin rumbo, pues había perdido completamente la orientación. Montada sobre un torka que había encontrado en los establos de aquella base donde había permanecido secuestrada, me dejaba arrastrar en la dirección que el torka escogiera, que bien podía haber sido la contraria a mi destino, y ahora podía estar más cerca de Celestia que de Awinor, pero por alguna razón eso no me importaba en absoluto. Me aferré involuntariamente a dos de los colgantes que pendían de mi cuello. Uno era la hadita de la suerte, un colgante popular en los Reinos Humanos formado un a una hadita de plata que llebaba engarzada entre sus brazos una gema esférica disponible en distintos colores. El mío, un regalo de Déteka, tenía la gema de color verde, la de ella había sido negra, y la de Reikren, roja. Pensé amargamente que en el caso de Reikren, mucha suerte no le había dado.
El otro colgante era la Lágrima de Wina, muy similar a la del unicornio, pero de forma más irregular, recordando a una hoja mordida. Era un colgante mágico, que traía a su portador parte del ambiente de los bosques, lo que resultaba de mucha ayuda a la hora de recorrer espacios sin vida, como el desierto. Pero cada vez sentía que aquella magia se debilitaba, o tal vez mi cuerpo ya no podía resistir más, y aquella imitación de bioenergía no bastaba para sostenerme ya.
Aún estaba aferrada a los dos colgantes cuando caí, inconsciente, sobre el lomo del torka. Este, por su parte, ni se inmitó. Continuó su marcha por el desierto, lenta pero inexorablemente, aún cuando su amazona no controlase las riendas.
FdR2: Voy dar por muerta a Reik, pero esto será una suposición de mi pj. (Esto va sobre todo por ti, Reikren, por si vuelves)
Lo había perdido todo, y pronto me perdería a mí misma. Había conseguido salir de allí, pero a cambio de mi libertad, una libertad que sentía contradictoriamente prisionera, había dejado atrás parte de mis pertenencias, mascotas... y a ella. Reikren. La híbrida de dragón, que conocí prácticamente desde los albores de mi viaje, junto con Déteka. Las tres habíamos viajado siempre juntas, hasta que Déteka se quedó en Vanissar, donde tenía asuntos que atender. "Nos volveremos a ver", recordé que dijo. Quise sonreir, pero no tenía fuerzas. Ahora sabía que esa promesa no llegaría a cumplirse nunca.
Reikren, en cambio, siguió a mi lado. Las dos teníamos como objetivo Awinor, por razones bien distintas, pero no era solo el destino del viaje los que nos hizo permanecer juntas, sino la amistad que forjamos... Hasta que, apenas unas horan antes, ella dejó escapar su último aliento. No podía evitar reprocharme que había sido por mi culpa, aunque esto no tubiese sentido. Habíamos confiado en un semiyan sin conocerle, y él nos había vendido a los servidores del séptimo, Aunque en mi opinion, no era al dios de las serpienes a quien seguían, sino a sus propios intereses por medio de dolor y nigromancia.
Sí, había conseguido escapar de las garras de aquellos que querían usar mi poder de Lunnawi, experimentar con su magia enferma. Y fue precisamente mi esencia de unicornio lo que me permitió escapar de allí, aunque no sirvió para Reikren. El saber que ya no volvería a oír sus palabras de ánimo, sentir su cálido corazón de dragona... Me volvió llena de ira, y hay pocas cosas que puedan detener la ira de un unicornio. No había tenido piedad de nadie, todos aquellos que trataron de dañarnos habían acudido al mismo destino de Reikren.
Y ahora estaba de nuevo sobre las arenas de Kash-Tar, vagando sin rumbo, pues había perdido completamente la orientación. Montada sobre un torka que había encontrado en los establos de aquella base donde había permanecido secuestrada, me dejaba arrastrar en la dirección que el torka escogiera, que bien podía haber sido la contraria a mi destino, y ahora podía estar más cerca de Celestia que de Awinor, pero por alguna razón eso no me importaba en absoluto. Me aferré involuntariamente a dos de los colgantes que pendían de mi cuello. Uno era la hadita de la suerte, un colgante popular en los Reinos Humanos formado un a una hadita de plata que llebaba engarzada entre sus brazos una gema esférica disponible en distintos colores. El mío, un regalo de Déteka, tenía la gema de color verde, la de ella había sido negra, y la de Reikren, roja. Pensé amargamente que en el caso de Reikren, mucha suerte no le había dado.
El otro colgante era la Lágrima de Wina, muy similar a la del unicornio, pero de forma más irregular, recordando a una hoja mordida. Era un colgante mágico, que traía a su portador parte del ambiente de los bosques, lo que resultaba de mucha ayuda a la hora de recorrer espacios sin vida, como el desierto. Pero cada vez sentía que aquella magia se debilitaba, o tal vez mi cuerpo ya no podía resistir más, y aquella imitación de bioenergía no bastaba para sostenerme ya.
Aún estaba aferrada a los dos colgantes cuando caí, inconsciente, sobre el lomo del torka. Este, por su parte, ni se inmitó. Continuó su marcha por el desierto, lenta pero inexorablemente, aún cuando su amazona no controlase las riendas.
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Re: De camino a Awinor, sola esta vez (Rol abierto)
Off: Yo mismo quiero ser tu compañero. Tengo aliento de fuego, rayo, hielo y soy capaz de crear iluciones, tambien soy hermano de Jack. Me vendría bien una compañera de viajes.
Estaba volando en dirección a Awinor cuando vi a una feerica insconsiente sobre su torka.
-¿Que hara una feerica en pleno desierto?-
Me pregunte mientras aterrisaba para ver a la feerica de cerca. Entonses me di cuenta de que estaba insconciente.
-"Nesecita ayuda...por suerte hay un oasis cerca de aqui"-
Pense mientras cogia a la feerica y me la subia al lomo. Hantes de despegar me acorde en Jack y en como no me reconocia y luego mi lucha victoriosa contra el shek. No tarde nada más que 5 minutos en llegar a un hermoso oasis, con un lago y plantas exoticas a los alredores. Entonses deje a la feerica al lado del lago y espere al lado sula a que despertase.
Estaba volando en dirección a Awinor cuando vi a una feerica insconsiente sobre su torka.
-¿Que hara una feerica en pleno desierto?-
Me pregunte mientras aterrisaba para ver a la feerica de cerca. Entonses me di cuenta de que estaba insconciente.
-"Nesecita ayuda...por suerte hay un oasis cerca de aqui"-
Pense mientras cogia a la feerica y me la subia al lomo. Hantes de despegar me acorde en Jack y en como no me reconocia y luego mi lucha victoriosa contra el shek. No tarde nada más que 5 minutos en llegar a un hermoso oasis, con un lago y plantas exoticas a los alredores. Entonses deje a la feerica al lado del lago y espere al lado sula a que despertase.
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Re: De camino a Awinor, sola esta vez (Rol abierto)
FdR: Ok, gracias por acompañarme
Lenta, muy lentamente, fui recobrando la consciencia. No abrí los ojos ni me moví todavía mientras ordenaba mis pensamientos.
Lo primero que sentí fue la vida a mi alrededor, y esto me desconcertó. No recordaba haber salido del desierto, y sin embargo, sentía la naturaleza que me rodeaba, cuya energía pasaba a través de mí, renovándome.
Lo segundo fué la humedad, lo que me llevó a pensar que debía de haber agua muy cerca de mí. Y esto todavía era más extraño que lo anterior, en pleno desierto. Sólo entonces fui consciente de que estaba terriblemente sedienta.
Y lo tercero y último, que hacía calor, pero no tanto como debería hacer en un desierto. Además, no veía la luz a través de mis párpados cerrados, ni sentía la mordedura del sol en mi piel quemada. Esto me llebaba a pensar que junto a mí había algo lo suficientemente grande para proyectar una sombra que cubriese mi cuerpo por completo.
Dispuesta a averiguar mi extraña situación, abrí los ojos entonces.
Y la ví.
Reikren. Se había transformado en dragona, y había venido a buscarme... estaba viva. Se me llenaron los ojos de lágrimas, aunque había algo extraño en ella que no terminaba de encajar... y entonces miré mejor. Parecía un poco más joven, aunque igual de grande, pero descubrí con cierta desilusión que sus escamas no eran del todo blancas, sino que poseían un brillo metálico que resultaba cegador bajo las luces de los soles: era un dragón plateado. Porque, efectivamente, no era hembra, sino macho.
Me sentí tan triste que me quedé anonada, mirando la arena, encojida sobre mí misma. El dolor de la pérdida de mi amiga seguía dentro de mí, muy presente en mi mente. Pero lo mantuve a un lado aparte de mi cabeza, habían otros asuntos urgentes que atender...
Miré sobrecogida al enorme dragón. Resultaba sobrecogedor, pero no sentí miedo. Era un igual a mí recordé, pues era un unicornio... un unicornio enfermo de oscuridad, pero unicornio al fin y al cabo.
-Hola... Soy Koral, la semifeérica. y Lunnawi, el unicornio. -musité la última frase con hilo de voz, tan bajo que temí que no me hubiese oido.-Perdona, yo... no recuerdo que me ha pasado...
Lenta, muy lentamente, fui recobrando la consciencia. No abrí los ojos ni me moví todavía mientras ordenaba mis pensamientos.
Lo primero que sentí fue la vida a mi alrededor, y esto me desconcertó. No recordaba haber salido del desierto, y sin embargo, sentía la naturaleza que me rodeaba, cuya energía pasaba a través de mí, renovándome.
Lo segundo fué la humedad, lo que me llevó a pensar que debía de haber agua muy cerca de mí. Y esto todavía era más extraño que lo anterior, en pleno desierto. Sólo entonces fui consciente de que estaba terriblemente sedienta.
Y lo tercero y último, que hacía calor, pero no tanto como debería hacer en un desierto. Además, no veía la luz a través de mis párpados cerrados, ni sentía la mordedura del sol en mi piel quemada. Esto me llebaba a pensar que junto a mí había algo lo suficientemente grande para proyectar una sombra que cubriese mi cuerpo por completo.
Dispuesta a averiguar mi extraña situación, abrí los ojos entonces.
Y la ví.
Reikren. Se había transformado en dragona, y había venido a buscarme... estaba viva. Se me llenaron los ojos de lágrimas, aunque había algo extraño en ella que no terminaba de encajar... y entonces miré mejor. Parecía un poco más joven, aunque igual de grande, pero descubrí con cierta desilusión que sus escamas no eran del todo blancas, sino que poseían un brillo metálico que resultaba cegador bajo las luces de los soles: era un dragón plateado. Porque, efectivamente, no era hembra, sino macho.
Me sentí tan triste que me quedé anonada, mirando la arena, encojida sobre mí misma. El dolor de la pérdida de mi amiga seguía dentro de mí, muy presente en mi mente. Pero lo mantuve a un lado aparte de mi cabeza, habían otros asuntos urgentes que atender...
Miré sobrecogida al enorme dragón. Resultaba sobrecogedor, pero no sentí miedo. Era un igual a mí recordé, pues era un unicornio... un unicornio enfermo de oscuridad, pero unicornio al fin y al cabo.
-Hola... Soy Koral, la semifeérica. y Lunnawi, el unicornio. -musité la última frase con hilo de voz, tan bajo que temí que no me hubiese oido.-Perdona, yo... no recuerdo que me ha pasado...
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Re: De camino a Awinor, sola esta vez (Rol abierto)
Off: Ok, en ese caso, has conseguido un nuevo compañero de aventuras.
La chica pareció despertarse y me hablo. Hante su respuesta la mire a los ojos. Habia algo exraño en ellos, habia tristesa, oscuridad, luz, algo que atraia y a la vez repelia...
-Hola ya encantado Koral. Yo me llamo Aslan y soy un dragon...y algo más-
Le dije a Koral ocultandole algo que porsupuesto, nada más hubiera confiado a una persona en la que confie. Nunca antes habia conocido a una chica como ella...habia algo extraño en sus ojos, aunque seguro que serian imaginaciones mias.
-¿Que haces en un desierto cómo este?-
Le pregunte a Koral. Por algun motivo, me era imposible no darme cuenta de que estaba ahí, seria porque ella es unicornio también además de feerica.
La chica pareció despertarse y me hablo. Hante su respuesta la mire a los ojos. Habia algo exraño en ellos, habia tristesa, oscuridad, luz, algo que atraia y a la vez repelia...
-Hola ya encantado Koral. Yo me llamo Aslan y soy un dragon...y algo más-
Le dije a Koral ocultandole algo que porsupuesto, nada más hubiera confiado a una persona en la que confie. Nunca antes habia conocido a una chica como ella...habia algo extraño en sus ojos, aunque seguro que serian imaginaciones mias.
-¿Que haces en un desierto cómo este?-
Le pregunte a Koral. Por algun motivo, me era imposible no darme cuenta de que estaba ahí, seria porque ella es unicornio también además de feerica.
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Re: De camino a Awinor, sola esta vez (Rol abierto)
FdR: Un consejo, he visto que estás en dos sitios a la vez, aquí y en Raden. Ten cuidado o te sancionarán, porque eso está prohibido. Yo me iría de uno de los dos sitios cuanto antes, por si acaso.
Ví como me miraba, directamente a los ojos, y me sentí de pronto profundamente turbada, porque sabía qué era lo que veía en ellos: una luz cubierta por tinieblas. Me puse a temblar sin darme cuenta, pero aunque quería desviar la mirada para ocultarla, lo cierto es que no podía separar mis ojos del increible dragón. Tan solo había visto uno en mi vida, aquella vez que Reikren se tranformó. Parecía haber pasado una eternidad desde entonces, y sin embargo aquello sucedió tan solo pocos meses atrás.
Por alguna razón, aunque era un desconocido para mí, Aslan me inspiraba una cierta confianza y seguridad que no sentía desde que pisé por primera vez el desierto.
Lo miré curiosa ante su presentación. "Y algo más", había dicho. Pero ni se me pasó por la cabeza preguntarle a qué se refería, pues nos acababamos de conocer y además cada uno es dueño de sus propios secretos.
Ante su pregunta, respondí:
-Quería cruzar el desierto para ir a Awinor, para aprender a usar la magia. -le dije, lo cual era verdad. Pero por alguna razón, ya no me apetecía tanto después de la enfermedad del unicornio que habita en mí y sobretodo, después de perder a mi mejor amiga. Pero, ¿dónde ir, si no? mi unico destino posible era la torre de Awinor. -Aunque el desierto no me sienta nada bien-sonreí
-¿Vas tú también a Awinor?-le pregunté, no obstante él era un dragón, y Awinor, su tierra. Algún rincón de mi alma deseó que así fuera, pues la sola idea de ahcer el trayecto sola me oprimía el alma.
Ví como me miraba, directamente a los ojos, y me sentí de pronto profundamente turbada, porque sabía qué era lo que veía en ellos: una luz cubierta por tinieblas. Me puse a temblar sin darme cuenta, pero aunque quería desviar la mirada para ocultarla, lo cierto es que no podía separar mis ojos del increible dragón. Tan solo había visto uno en mi vida, aquella vez que Reikren se tranformó. Parecía haber pasado una eternidad desde entonces, y sin embargo aquello sucedió tan solo pocos meses atrás.
Por alguna razón, aunque era un desconocido para mí, Aslan me inspiraba una cierta confianza y seguridad que no sentía desde que pisé por primera vez el desierto.
Lo miré curiosa ante su presentación. "Y algo más", había dicho. Pero ni se me pasó por la cabeza preguntarle a qué se refería, pues nos acababamos de conocer y además cada uno es dueño de sus propios secretos.
Ante su pregunta, respondí:
-Quería cruzar el desierto para ir a Awinor, para aprender a usar la magia. -le dije, lo cual era verdad. Pero por alguna razón, ya no me apetecía tanto después de la enfermedad del unicornio que habita en mí y sobretodo, después de perder a mi mejor amiga. Pero, ¿dónde ir, si no? mi unico destino posible era la torre de Awinor. -Aunque el desierto no me sienta nada bien-sonreí
-¿Vas tú también a Awinor?-le pregunté, no obstante él era un dragón, y Awinor, su tierra. Algún rincón de mi alma deseó que así fuera, pues la sola idea de ahcer el trayecto sola me oprimía el alma.
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Re: De camino a Awinor, sola esta vez (Rol abierto)
No podia deja de mirarla a los ojos y para mi esto era algo muy extraño. Me sentia incomodo, pues, yo tan grande y ella tan equeña me daba noseque. Derrepente mi tamaño se empezo a reducir y mi cuerpo a cambiar. Cuando termine de transformarme ya no era un enorme dragon plateado sino, un chico de 17 años, con pelo rubio y ojos azules y con una larga chaqueta plateada que me llegaba hasta los tovillos.
-Si, voy yo tambien a Awinor-
Le respondi a Koral regalandole una sonriza amistosa, ya me sentia más comodo. Habia desidido en confiar en ella.
-¿Te gustaria que te acompañase en el viaje?-
Le pregunte a Kora ofresiendole mi compañia y ayuda.
-Si, voy yo tambien a Awinor-
Le respondi a Koral regalandole una sonriza amistosa, ya me sentia más comodo. Habia desidido en confiar en ella.
-¿Te gustaria que te acompañase en el viaje?-
Le pregunte a Kora ofresiendole mi compañia y ayuda.
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Re: De camino a Awinor, sola esta vez (Rol abierto)
Observé con atención y curiosidad pintada en el rostro cómo empezaba a cambiar de forma para convertirse en un chico de más o menos mi edad. Era un híbrido, como Reikren, como yo. Aunque en mi caso, todavía no sabía cómo cambiar a mi otra forma, sólo lo hacía a veces mientras dormía, cuando Lunnawi tomaba el control de mi cuerpo sin mi consentimiento. Por desgracia, en esos momentos estaba como sonámbula, y no me daba cuenta de cómo cambiaba.
Me obsequió con una cálida sonrisa que me devolvió un poco de la esperanza que había perdido, sonreí a mi vez, un poco tímida, pero sincera, al escuchar que él también se dirigía hacia Awinor.
-Sí, me gustaría mucho. -contesté. -Me vendria bien alguien a mi lado cuando pierda las fuerzas -bromeé.
-A propósito, gracias por salvarme antes. -dije con sinceridad, en realidad había estado inconsciente y cuando desperté ya estaba en el oasis, por lo que no vi nada, y Aslan tampoco me había dicho nada, pero de alguna manera sabía que había sido él quien me había ayudado.
Me obsequió con una cálida sonrisa que me devolvió un poco de la esperanza que había perdido, sonreí a mi vez, un poco tímida, pero sincera, al escuchar que él también se dirigía hacia Awinor.
-Sí, me gustaría mucho. -contesté. -Me vendria bien alguien a mi lado cuando pierda las fuerzas -bromeé.
-A propósito, gracias por salvarme antes. -dije con sinceridad, en realidad había estado inconsciente y cuando desperté ya estaba en el oasis, por lo que no vi nada, y Aslan tampoco me había dicho nada, pero de alguna manera sabía que había sido él quien me había ayudado.
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Re: De camino a Awinor, sola esta vez (Rol abierto)
-No ha sido nada-
Le dije sonriente mientras me rascaba la cabeza.
-Supongo que tu hubieras hecho lo mismo por mi-
Dije dandome la vuelta para romper el contacto visual que tanto me hipnotisaba por decirlo de algun modo. Tenia una sed y hambre insoportable, habia estado volando durante días sin comer y beber nada.
-No se tu pero yo, voy a berber agua y traer algo de comida para ti y para mi-
Dije mientras me arrodillaba hante el rio y bebía unois grandes y refrebastante tragos de agua. Cuando termine de beber, me coloque delante de un arbolito tropical de unos 3 m, lleno de frutos tropicales. En ese momento, con la mirada solo, los tallitos pequeños que unian esos frutos con las ramas de ese arbol se quemaron y calleron al suelo.
-Come, que estoy seguro que tienes hambre-
Le dije a Koral mientras cogia un fruto y le lo pasaba con una sonriza radiante.
Le dije sonriente mientras me rascaba la cabeza.
-Supongo que tu hubieras hecho lo mismo por mi-
Dije dandome la vuelta para romper el contacto visual que tanto me hipnotisaba por decirlo de algun modo. Tenia una sed y hambre insoportable, habia estado volando durante días sin comer y beber nada.
-No se tu pero yo, voy a berber agua y traer algo de comida para ti y para mi-
Dije mientras me arrodillaba hante el rio y bebía unois grandes y refrebastante tragos de agua. Cuando termine de beber, me coloque delante de un arbolito tropical de unos 3 m, lleno de frutos tropicales. En ese momento, con la mirada solo, los tallitos pequeños que unian esos frutos con las ramas de ese arbol se quemaron y calleron al suelo.
-Come, que estoy seguro que tienes hambre-
Le dije a Koral mientras cogia un fruto y le lo pasaba con una sonriza radiante.
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Re: De camino a Awinor, sola esta vez (Rol abierto)
De pronto apareció un enorme ogro y pisó a Alsan, haciendolo desaparecer
AVISO: Alsan, no se puede mantener mas de un rol a la vez
- Lo normal sería que te sancionara con algo de dinero o sin dias de roleo, pero me has pillado de buen humor ¬¬"
- Así que elige uno de tus múltiples roles y quédate allí
AVISO: Alsan, no se puede mantener mas de un rol a la vez
- Lo normal sería que te sancionara con algo de dinero o sin dias de roleo, pero me has pillado de buen humor ¬¬"
- Así que elige uno de tus múltiples roles y quédate allí
Sagan- Oráculo de Neliam
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Su personaje es: Sagan Limkaz, Humano semi-mestizo feerico, Archimago (Agua)
Trabaja de: Maestro en la Torre de Kazlunn
Pertenece a: La UVI-fundador, OPNI nº6
Re: De camino a Awinor, sola esta vez (Rol abierto)
¿De que hablas? Yo no tengo ningun rol con otra persona. Mira para que veas que no
Invitado- Invitado
Re: De camino a Awinor, sola esta vez (Rol abierto)
Yo creía haberte visto rolear también en Awa y Raden...
Bueno me habré confundido Lo siento
El ogro saca a un humano de su bolsa lo echa al suelo, les lanza una mirada extrañada y se va
Bueno me habré confundido Lo siento
El ogro saca a un humano de su bolsa lo echa al suelo, les lanza una mirada extrañada y se va
Sagan- Oráculo de Neliam
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Pertenece a: La UVI-fundador, OPNI nº6
Re: De camino a Awinor, sola esta vez (Rol abierto)
Bueno, no pasa nada. Todo el mundo se puede confundir alguna vez
Invitado- Invitado
Re: De camino a Awinor, sola esta vez (Rol abierto)
Pues hala, sigan con lo suyo xD
Sagan- Oráculo de Neliam
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Su personaje es: Sagan Limkaz, Humano semi-mestizo feerico, Archimago (Agua)
Trabaja de: Maestro en la Torre de Kazlunn
Pertenece a: La UVI-fundador, OPNI nº6
Re: De camino a Awinor, sola esta vez (Rol abierto)
FdR: Sin comentarios xD
-Sí, supongo que yo también te habría ayudado en caso de necesidad -murmuré, desviando un poco la mirada.
Cuando rompió el contacto visual me sentí aliviada de algún modo. Odiaba las espirales de oscuridad que emanaban de mis ojos, pero lo que verdaderamente detestaba era que las vieran otras personas. Esa expresión de pena que ponían, de conmiseración, como si pensasen "Oh, pobrecita Koral".
Pero Alsan no ponía esa expresión. Él parecía... ¿fascinado?
Y a decir verdad, no sabía si eso era bueno.
Me acerqué al agua del oasis para beber y refrescarme un poco el rostro. El agua estaba agradablemente fresca, y eso fue un pequeño alivio para mi piel enrojecida por los soles.
Sin embargo, y pese a estar rodeada de vida, seguía agotada, física y psicológicamente. Me sentía como si acabase de salir de las fauces de un swanit. Por eso, cuando Alsan me ofreció aquel sabroso y dulce fruto, hice buen uso de él, y lo comí deprisa, casi sin saborearlo.
-Gracias-murmuré, con algo de timidez.
Recordé entonces la peculiar forma que había usado para cogerlos, como si hubiese quemado los tallos con la mirada. Que yo supiera, eso no era ninguna facultad propia de los dragones, que solo echaban fuego por la boca, y sólo en su forma de dragón. Me pregunté entonces si sería otra cosa.
-¿Eres mago? -pregunté -he visto cómo has quemado el tallo de esos frutos...
-Sí, supongo que yo también te habría ayudado en caso de necesidad -murmuré, desviando un poco la mirada.
Cuando rompió el contacto visual me sentí aliviada de algún modo. Odiaba las espirales de oscuridad que emanaban de mis ojos, pero lo que verdaderamente detestaba era que las vieran otras personas. Esa expresión de pena que ponían, de conmiseración, como si pensasen "Oh, pobrecita Koral".
Pero Alsan no ponía esa expresión. Él parecía... ¿fascinado?
Y a decir verdad, no sabía si eso era bueno.
Me acerqué al agua del oasis para beber y refrescarme un poco el rostro. El agua estaba agradablemente fresca, y eso fue un pequeño alivio para mi piel enrojecida por los soles.
Sin embargo, y pese a estar rodeada de vida, seguía agotada, física y psicológicamente. Me sentía como si acabase de salir de las fauces de un swanit. Por eso, cuando Alsan me ofreció aquel sabroso y dulce fruto, hice buen uso de él, y lo comí deprisa, casi sin saborearlo.
-Gracias-murmuré, con algo de timidez.
Recordé entonces la peculiar forma que había usado para cogerlos, como si hubiese quemado los tallos con la mirada. Que yo supiera, eso no era ninguna facultad propia de los dragones, que solo echaban fuego por la boca, y sólo en su forma de dragón. Me pregunté entonces si sería otra cosa.
-¿Eres mago? -pregunté -he visto cómo has quemado el tallo de esos frutos...
Invitado- Invitado
Re: De camino a Awinor, sola esta vez (Rol abierto)
Me agache y cogi un fruto tropical en el suelo, lo limpie un poco y lo mordi.
-No, no soy mago-
Le dije a koral medio pensativo. Era muy complicado explicarselo.
-Es complicado de explicar, te lo contare más tarde-
Le dije desidido a que se lo contaria en otro momento. Entonses volvi a mirarla a los ojos, viendo de nuevo la oscuridad y luz que emanaban de ellos. Miraba sus ojos fascinado, nunca habia conocido alguien con esos ojos.
-Bueno, seguro que estas agotada. Deverías descansar un poco-
Le dije regalandole de nuevo una calida sonriza. Antes de terminar de hablar en mis ojos se pudieron reflejar un poco de mi fuego interior. La verdad es que yo tambien estaba cansado, nesecitaba yo tambien dormir un poco...
-No, no soy mago-
Le dije a koral medio pensativo. Era muy complicado explicarselo.
-Es complicado de explicar, te lo contare más tarde-
Le dije desidido a que se lo contaria en otro momento. Entonses volvi a mirarla a los ojos, viendo de nuevo la oscuridad y luz que emanaban de ellos. Miraba sus ojos fascinado, nunca habia conocido alguien con esos ojos.
-Bueno, seguro que estas agotada. Deverías descansar un poco-
Le dije regalandole de nuevo una calida sonriza. Antes de terminar de hablar en mis ojos se pudieron reflejar un poco de mi fuego interior. La verdad es que yo tambien estaba cansado, nesecitaba yo tambien dormir un poco...
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Re: De camino a Awinor, sola esta vez (Rol abierto)
Lo miré, entre sorprendida y curiosa ante su respuesta. No me importaba, en realidad, que prospusiera la explicación ante su inexplicable "poder" del que había hecho uso antes. Incluso si no me lo contaba, tampoco me habría molestado demasiado. Podía comprenderlo, al fin y al cabo, no era asunto mío.
Asentí con la cabeza, conforme.
De todas formas, ahora lo primordial era recuperar fuerzas, después vendrían las explicaciones.
Como si me hubiese leido el pensamiento, Alsan me propuso descansar. Y esta vez asentí de nuevo, con más energía. Necesitaba un buen sueño, seguro que las ojeras que debían cercar mis ojos eran buena prueba de ello. Ahora que lo pensaba, debía tener un aspecto horrible, y como si fuera una niña, empecé a preocuparme por si tenía cada cabello en su sitio, pasándome los dedos por entre el pelo.
Inmediatamente me reprendí mentalmente a mí misma por actuar de aquella manera. Mi aspecto no era lo esencial ahora.
Y entonces ví su sonrisa, y le devolví una mía, tímida. Cometí el error de mirarle a los ojos de nuevo, a aquellos ojos de fuego. Aparté la mirada, confusa, y ví mi zurrón, que descansaba de cualquier manera a la orilla del lago del oasis. Rebusqué en él y no tardé n hallar dos mantas, algo polvorientas y rasgadas por el vaivén de mis viajes anteriores. Al momento de sacarlas, el zurrón quedó fofo y medio vacío.
Le pasé una de las mantas, la que parecía en mejor estado, a Alsan.
-No es el lecho de un rey, pero sigue siendo mejor que nada -bromeé.
-Si no te importa, voy a dormir un rato -le dije, señalando con el dedo pulgar la floresta detrás nuestro.
Me alejé un poco de él para darle algo de intimidad, pero no me fui muy lejos. Encontré un lugar entre las palmeras y arbustos exóticos lo suficientemente ancho para dormir, y extendí la manta sobre el suelo. Desde allí no podía percibir la calidez reconfortante que emitía mi nuevo compañero, pero la energía de la vegetación compensó su ausencia. Coloqué la palma de la mano sobre uno de los troncos, sintiendo la energía vivificadora pasando a través de mí, y me encontré mucho mejor.
Observé el cielo. Seguía haciendo calor, aunque pronto ya no lo haría, porque el primer crepúsculo estaba en marcha. Con la noche vendría el frío...
Me situé en un extremo de la manta, y aprovechando su anchura, me tapé con el otro.
Pronto caí sumida en el más profundo y extraño de los sueños, plagados de luz, tinieblas y fuego.
Asentí con la cabeza, conforme.
De todas formas, ahora lo primordial era recuperar fuerzas, después vendrían las explicaciones.
Como si me hubiese leido el pensamiento, Alsan me propuso descansar. Y esta vez asentí de nuevo, con más energía. Necesitaba un buen sueño, seguro que las ojeras que debían cercar mis ojos eran buena prueba de ello. Ahora que lo pensaba, debía tener un aspecto horrible, y como si fuera una niña, empecé a preocuparme por si tenía cada cabello en su sitio, pasándome los dedos por entre el pelo.
Inmediatamente me reprendí mentalmente a mí misma por actuar de aquella manera. Mi aspecto no era lo esencial ahora.
Y entonces ví su sonrisa, y le devolví una mía, tímida. Cometí el error de mirarle a los ojos de nuevo, a aquellos ojos de fuego. Aparté la mirada, confusa, y ví mi zurrón, que descansaba de cualquier manera a la orilla del lago del oasis. Rebusqué en él y no tardé n hallar dos mantas, algo polvorientas y rasgadas por el vaivén de mis viajes anteriores. Al momento de sacarlas, el zurrón quedó fofo y medio vacío.
Le pasé una de las mantas, la que parecía en mejor estado, a Alsan.
-No es el lecho de un rey, pero sigue siendo mejor que nada -bromeé.
-Si no te importa, voy a dormir un rato -le dije, señalando con el dedo pulgar la floresta detrás nuestro.
Me alejé un poco de él para darle algo de intimidad, pero no me fui muy lejos. Encontré un lugar entre las palmeras y arbustos exóticos lo suficientemente ancho para dormir, y extendí la manta sobre el suelo. Desde allí no podía percibir la calidez reconfortante que emitía mi nuevo compañero, pero la energía de la vegetación compensó su ausencia. Coloqué la palma de la mano sobre uno de los troncos, sintiendo la energía vivificadora pasando a través de mí, y me encontré mucho mejor.
Observé el cielo. Seguía haciendo calor, aunque pronto ya no lo haría, porque el primer crepúsculo estaba en marcha. Con la noche vendría el frío...
Me situé en un extremo de la manta, y aprovechando su anchura, me tapé con el otro.
Pronto caí sumida en el más profundo y extraño de los sueños, plagados de luz, tinieblas y fuego.
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Re: De camino a Awinor, sola esta vez (Rol abierto)
-Gracias-
Le dije agradecido a Koral por entregarme una de las dos mantas.
-Buenas noches-
Le dije a Koral alegre. Cuando ya se marcho a otro lugar Koral me acoste en el suelo al lado del lago y me abrige con la manta. Sin darme cuenta, me dormi inmediatamente cayendo sumido en un extraño sueño que no podia describir con palabras. A la mañana siguiente me desperte lenta y pesadamente. Me sentia por supuesto, infinitamente mejor que hantes.
-"Que sueño más extraño"-
Pense unos momentos hantes de que se me olvidase. Entonses mire a los lados mientras me levantaba para ver donde estaba Koral que al parecer, todabia estaba dormida no se donde.
Le dije agradecido a Koral por entregarme una de las dos mantas.
-Buenas noches-
Le dije a Koral alegre. Cuando ya se marcho a otro lugar Koral me acoste en el suelo al lado del lago y me abrige con la manta. Sin darme cuenta, me dormi inmediatamente cayendo sumido en un extraño sueño que no podia describir con palabras. A la mañana siguiente me desperte lenta y pesadamente. Me sentia por supuesto, infinitamente mejor que hantes.
-"Que sueño más extraño"-
Pense unos momentos hantes de que se me olvidase. Entonses mire a los lados mientras me levantaba para ver donde estaba Koral que al parecer, todabia estaba dormida no se donde.
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Re: De camino a Awinor, sola esta vez (Rol abierto)
Desperté cuando empecé a tener verdadero calor. Los tres soles ya habián salido, y aunque aún era algo temprano, ya hacía bastante calor, un calor seco y abrasador. Eché de menos la humedad de Alis Lithban. Con un suspiro, me aseé un poco y recogí la manta y la guardé en el zurrón. Pensé que seguramente Alsan ya estaría despierto, y fui a buscarle. Por el camino de vuelta al lago encontré un arbusto que generaba unos frutos de gran tamaño y de un curioso color rojo con listas anaranjadas. Cogí varios, y los guardé en la mochila, por si nos hiciera falta después. Solo me quedé con dos en la mano, y mordisqueé uno mientras llegaba hasta Alsan.
Como suponía, el dragón ya estaba despierto. La pasé la otra fruta y sonreí:
-Buenos días.
Descubrí mi otra manta cerca de él.
-Espero que no te haga más falta. -dije mientras me agachaba un poco para alcanzarla. La guardé junto con la otra, y mi zurrón pesaba de nuevo un poco más, pero no me importaba.
Me incliné sobre el agua y bebí un largo trago tras acabar mi desayuno. Después llené mi cantimplora, necesitaría ese agua para el viaje que nos esperaba.
-Creo que yo ya estoy lista para enfrentarme de nuevo al desierto. -anuncié, y después desvié la mirada hacia el horizonte plagado de dunas y arena. -Espero que no quede muy lejos Awinor. Ya he recorrido mucho desierto...
Suspiré. Lo cierto es que nunca estaba completamente lista para volver al desierto, tan diferente a los bosques, tan vacío y muerto, y tan grande también. No me gustaba y además lo temía, por eso quería acabar cuanto antes.
Como suponía, el dragón ya estaba despierto. La pasé la otra fruta y sonreí:
-Buenos días.
Descubrí mi otra manta cerca de él.
-Espero que no te haga más falta. -dije mientras me agachaba un poco para alcanzarla. La guardé junto con la otra, y mi zurrón pesaba de nuevo un poco más, pero no me importaba.
Me incliné sobre el agua y bebí un largo trago tras acabar mi desayuno. Después llené mi cantimplora, necesitaría ese agua para el viaje que nos esperaba.
-Creo que yo ya estoy lista para enfrentarme de nuevo al desierto. -anuncié, y después desvié la mirada hacia el horizonte plagado de dunas y arena. -Espero que no quede muy lejos Awinor. Ya he recorrido mucho desierto...
Suspiré. Lo cierto es que nunca estaba completamente lista para volver al desierto, tan diferente a los bosques, tan vacío y muerto, y tan grande también. No me gustaba y además lo temía, por eso quería acabar cuanto antes.
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Re: De camino a Awinor, sola esta vez (Rol abierto)
Después del teletransporte aparecimos en media noche junto a un oasis desabitado y pequeño con árboles que nos daban la sombra para cobijarnos y un pequeño lago de agua fresca , sonrrei , por lo menos no estabamos a mitad del desierto , apolle mi mochila y todo mi armamento junto a el primer árbol que encontré y a domibat la clabé y la ordené a encenderse a modo de ogera , poco a poco fuimos formanod el campamento , cuanod hice la tienda de campaña de Liss , le hablé:
-Crees que de verdad ese chico sea mi hermano?
Le pregunté frente a la hogera , no teníamos nada que comer esa noche pero daba igual , mañana buscaría algo , cualquier cosa serviría para alimentarnos.
-Crees que de verdad ese chico sea mi hermano?
Le pregunté frente a la hogera , no teníamos nada que comer esa noche pero daba igual , mañana buscaría algo , cualquier cosa serviría para alimentarnos.
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Re: De camino a Awinor, sola esta vez (Rol abierto)
Cuando estabamos frente a la oguera,Jack me izo una pregunta y le responderia.
-Os pareceis mucho,sabe algo sobre ti y puede que sepa mas cosas,para mi esta claro.Si no te importa,me gustaria saber mas sobre ti
-Os pareceis mucho,sabe algo sobre ti y puede que sepa mas cosas,para mi esta claro.Si no te importa,me gustaria saber mas sobre ti
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Re: De camino a Awinor, sola esta vez (Rol abierto)
Sonrrei , no sabí que hacer , responderle que durmiera o símplemente le contaría mi historia trágica y triste , rodeada de trsiteza ... no sabía que hacer , suspiré se lo contaría.
-Soy dragón de nacimiento , nací en la Tierra como pocos dragones , mis padres...bueno no sé nada de ellos , lo único que recuerdo es que al caerme por un portal en un viaje a idhún hubo un acidente...y bueno soy lo que ves...después me hize trípode de la nada , supongo que algún alma de lobo perdida o algo así no lo sé...el caso es que me ayudó a rechazar a sombra unas cuantas veces...
Dije hablando mi historia , me salté grandes partes como kim , cuando salí , por que me hize mago , guerrero , era demasiado dolor para recordarlo...pero no lo esprese ni lo puse en mis sentimientos
-Soy dragón de nacimiento , nací en la Tierra como pocos dragones , mis padres...bueno no sé nada de ellos , lo único que recuerdo es que al caerme por un portal en un viaje a idhún hubo un acidente...y bueno soy lo que ves...después me hize trípode de la nada , supongo que algún alma de lobo perdida o algo así no lo sé...el caso es que me ayudó a rechazar a sombra unas cuantas veces...
Dije hablando mi historia , me salté grandes partes como kim , cuando salí , por que me hize mago , guerrero , era demasiado dolor para recordarlo...pero no lo esprese ni lo puse en mis sentimientos
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Re: De camino a Awinor, sola esta vez (Rol abierto)
Sabia qe Jack me la contaria,pero estaria triste.Le mire a sus ojos, esos ojos de fuego qe me intimidaban.Mire a la ogera y me levante.
-Voy a la tienda.Buenas noches-Le dije con una sonrisa.
-Voy a la tienda.Buenas noches-Le dije con una sonrisa.
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Re: De camino a Awinor, sola esta vez (Rol abierto)
Me quedé pensando en Aslan mi supuesto hermano...en que pensaría ahora...bueno ahora seguro que dormiría pero en que pensaría cuando me viese o despertase...daba igual...ya lo encontraría...
-Buenas noches..
Dije mientras vehia como se iba a acostar , me quedé un momento despierto y luego me fuí a acostar...
-Buenas noches..
Dije mientras vehia como se iba a acostar , me quedé un momento despierto y luego me fuí a acostar...
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Re: De camino a Awinor, sola esta vez (Rol abierto)
-Creo que todabia queda un largo camino-
Le dije a Koral pensantivo.
-Pero si vamos volando llegaremos pronto-
Le dije a Koral regalandole una sonriza.
-Por cierto, ahora que somos compañeros de viaje tenmdremos que conocernos ¿Cual es tu historia?-
Le dije a Koral con ganas de saber más cosas sobre ella mientras me sentaba en el suelo relajado.
Le dije a Koral pensantivo.
-Pero si vamos volando llegaremos pronto-
Le dije a Koral regalandole una sonriza.
-Por cierto, ahora que somos compañeros de viaje tenmdremos que conocernos ¿Cual es tu historia?-
Le dije a Koral con ganas de saber más cosas sobre ella mientras me sentaba en el suelo relajado.
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Re: De camino a Awinor, sola esta vez (Rol abierto)
Me desanimé un poco al oír que todavía quedaba un largo trecho hasta Awinor, aunque la idea de viajar por el aire me gustaba, por lo menos así me alejaba un poco de la árida arena del desierto, que comenzaba a odiar.
Me senté cerca de Aslan, apoyando la espalda contra el tronco de una palmera, disfrutando de la sombra que me proporcinaba. Tenía la piel ya bastante quemada por los soles, y al mirar mis hombros enrojecidos, aprecié también que estaba bastante más morena. Eso me sorprendió un poco, porque nunca antes me había puesto tan morena.
Suspiré. Mi historia era un poco larga, ¿por dónde empezar?
-Viví durante la mayor parte de mi vida en Alis Lithban -dije, sonriendo con añoranza en mi fuero interior. Echaba de menos mi bosque natal. -Mi padre era humano, aunque tenía algo de sangre feérica también. Mi madre era un hada pura... Ambos murieron, hace ya un tiempo. Seguí en Alis Lithban hasta que un unicornio me concedió el poder de la magia, y poco después encontré a una joven Caballera de Nurgon y a una híbrida de dragón. -Miré a Aslan. No obstante, él también era un híbrido de dragon. -Fuimos juntas por Idhún. En Nurgon nos separamos de la Caballera, Déteka, y la dragona, Reikren, me acompañó en mi camino hasta Awinor... como ya te dije, quiero ir allí para empezar mis estudios de magia.
>>En los Ojos de Neliam me hice híbrida por casualidad. Luego llegamos hasta Kash-Tar, y... bueno, alguien trató de hacernos daño. Y lo consiguió. Especialmente a... Reikren.
>>Yo conseguí escapar, todavía no sé como... y el resto ya lo sabes.
Mi voz se extinguió. Había decidido no dar detalles respecto a mi extraña hibridez, producida a causa de esa extraña enfermedad que asoló durante un tiempo a los unicornios. Para sobrevivir, Lunnawi, infectada de esa enfermedad oscura, buscó refugio en mi cuerpo. Y sí... seguía viva, pero enferma.
Al igual que los detalles del secuestro de los nigromantes que nos capturaron en Nin, donde Reik había caido.
Había decidido no decir esto, no porque no confiase plenamente en mi compañero, sino porque recordarlo hacía que una punzada de dolor golpease mi corazón.
No dije nada más. Solo lo miré, indicando que era su turno de contar su historia.
Me senté cerca de Aslan, apoyando la espalda contra el tronco de una palmera, disfrutando de la sombra que me proporcinaba. Tenía la piel ya bastante quemada por los soles, y al mirar mis hombros enrojecidos, aprecié también que estaba bastante más morena. Eso me sorprendió un poco, porque nunca antes me había puesto tan morena.
Suspiré. Mi historia era un poco larga, ¿por dónde empezar?
-Viví durante la mayor parte de mi vida en Alis Lithban -dije, sonriendo con añoranza en mi fuero interior. Echaba de menos mi bosque natal. -Mi padre era humano, aunque tenía algo de sangre feérica también. Mi madre era un hada pura... Ambos murieron, hace ya un tiempo. Seguí en Alis Lithban hasta que un unicornio me concedió el poder de la magia, y poco después encontré a una joven Caballera de Nurgon y a una híbrida de dragón. -Miré a Aslan. No obstante, él también era un híbrido de dragon. -Fuimos juntas por Idhún. En Nurgon nos separamos de la Caballera, Déteka, y la dragona, Reikren, me acompañó en mi camino hasta Awinor... como ya te dije, quiero ir allí para empezar mis estudios de magia.
>>En los Ojos de Neliam me hice híbrida por casualidad. Luego llegamos hasta Kash-Tar, y... bueno, alguien trató de hacernos daño. Y lo consiguió. Especialmente a... Reikren.
>>Yo conseguí escapar, todavía no sé como... y el resto ya lo sabes.
Mi voz se extinguió. Había decidido no dar detalles respecto a mi extraña hibridez, producida a causa de esa extraña enfermedad que asoló durante un tiempo a los unicornios. Para sobrevivir, Lunnawi, infectada de esa enfermedad oscura, buscó refugio en mi cuerpo. Y sí... seguía viva, pero enferma.
Al igual que los detalles del secuestro de los nigromantes que nos capturaron en Nin, donde Reik había caido.
Había decidido no decir esto, no porque no confiase plenamente en mi compañero, sino porque recordarlo hacía que una punzada de dolor golpease mi corazón.
No dije nada más. Solo lo miré, indicando que era su turno de contar su historia.
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