De camino a Awinor, sola esta vez (Rol abierto)
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Re: De camino a Awinor, sola esta vez (Rol abierto)
Había escuchado toda la historia de Koral, era triste y sin darme cuenta, le lance una mirada comprensiva. Sabia que no me estaba diciendo todo pero eso me daba igual, la comprendia...
-Supongo que ahora me toca ahora contar mi historia-
Le dije a Koral mientras la miraba a los ojos con mis ojos de fuego. Ahí estaba, la extraña luz y oscuridad y poco a poco deducia que a Koral le pasaba algo.
-Yo naci ya humano-dragon en Awinor. Tenía una gran familia y era feliz pero ya no me acuerdo ni de como eran mis padres que eran dragones venidos de la tierra. Mis padres me contaron que tenía un hermano que desaparecio no se sabe como*hago una pequeña pausa recordando a Jack*un dia hantes de que pasase la masacre en mi familia. Era feliz hasta que todo empezo a los 4 años...*trago saliva y continuo*hubo una masacre en mi familia, todos murieron exepto yo. No se como fue esa masacre, no me acuerdo de nada. Me quede destrozado, nadie queria adoptarme, detestaban a los híbridos aunque no se porque. Haci que tube que aprender a vivir solo, sin nadie, sin felicidad, solo tristeza, sin motivo por el que vivir...hasta que oí noticias de Jack, mi hermano, mi unica familia, año tras año le segui la pista con la esperanza de volvermelo a encontrar y volver a ser feliz, hasta hace unos dias en el que me lo encontre...*hago una pequeña pausa recordando la cara de Jack de no creerse nada*alli le dije que era mi hermano, no me creyo, se fue... pero aún no he perdido las esperanzas-
Acababa de contarle mi historia a Koral, todo lo que le dije era verdad pero, al igual que ella no le conte algunas cosas como la extraña espada que portaba yo y algunas cositas más. No me habia esmerado que digamos en contar mi historia pero tampoco me importaba mucho que la conociera. Seguia mirandole a los ojos a Koral, reflejaban luz y oscuridad y por algun motivo que desconocia me fascinaba pero a la vez me repelia.
-Supongo que ahora me toca ahora contar mi historia-
Le dije a Koral mientras la miraba a los ojos con mis ojos de fuego. Ahí estaba, la extraña luz y oscuridad y poco a poco deducia que a Koral le pasaba algo.
-Yo naci ya humano-dragon en Awinor. Tenía una gran familia y era feliz pero ya no me acuerdo ni de como eran mis padres que eran dragones venidos de la tierra. Mis padres me contaron que tenía un hermano que desaparecio no se sabe como*hago una pequeña pausa recordando a Jack*un dia hantes de que pasase la masacre en mi familia. Era feliz hasta que todo empezo a los 4 años...*trago saliva y continuo*hubo una masacre en mi familia, todos murieron exepto yo. No se como fue esa masacre, no me acuerdo de nada. Me quede destrozado, nadie queria adoptarme, detestaban a los híbridos aunque no se porque. Haci que tube que aprender a vivir solo, sin nadie, sin felicidad, solo tristeza, sin motivo por el que vivir...hasta que oí noticias de Jack, mi hermano, mi unica familia, año tras año le segui la pista con la esperanza de volvermelo a encontrar y volver a ser feliz, hasta hace unos dias en el que me lo encontre...*hago una pequeña pausa recordando la cara de Jack de no creerse nada*alli le dije que era mi hermano, no me creyo, se fue... pero aún no he perdido las esperanzas-
Acababa de contarle mi historia a Koral, todo lo que le dije era verdad pero, al igual que ella no le conte algunas cosas como la extraña espada que portaba yo y algunas cositas más. No me habia esmerado que digamos en contar mi historia pero tampoco me importaba mucho que la conociera. Seguia mirandole a los ojos a Koral, reflejaban luz y oscuridad y por algun motivo que desconocia me fascinaba pero a la vez me repelia.
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Re: De camino a Awinor, sola esta vez (Rol abierto)
Al día siguiente me levanté con una enorme y descomunal resaca , apenas había amanecido , deverían ser entre las 6-7 de la mañana más o menos , la tierra no estaba caliente y los soles no calentaban mucho...así que decidí ir a cazar y traer algo de comida...
Me puse a cazar algo , volbí con carne y algo de fruta que me había encontrado en los alrededores del oasis y la carne fué simple de encontrar nadamás tube que levantarme y mirar a mi alrededor , habían varios como este vebiendo agua , seguramente antes de un día agotador.
Empezé a cocinar la carne , por supuesto con suavidad.
"Bueno esto ya está"
Dije para mí mientras quitaba la carne de la hogera y la ponía sobre unas hojas de palmera.
Me puse a cazar algo , volbí con carne y algo de fruta que me había encontrado en los alrededores del oasis y la carne fué simple de encontrar nadamás tube que levantarme y mirar a mi alrededor , habían varios como este vebiendo agua , seguramente antes de un día agotador.
Empezé a cocinar la carne , por supuesto con suavidad.
"Bueno esto ya está"
Dije para mí mientras quitaba la carne de la hogera y la ponía sobre unas hojas de palmera.
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Re: De camino a Awinor, sola esta vez (Rol abierto)
Cuando me desperte,asome la cabeza fuera de la tienda y la luz de los soles me deslumbro.Vi qe Jack habia cocinado.
-¿Qe es eso?-le pregunte-Luego me dare un baño,y si no te importa me gustaria qe no mirases-Le dije señalando la laguna.
Antes de comer estuve pensando en mis cosas dentro de mi tienda
-¿Qe es eso?-le pregunte-Luego me dare un baño,y si no te importa me gustaria qe no mirases-Le dije señalando la laguna.
Antes de comer estuve pensando en mis cosas dentro de mi tienda
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Re: De camino a Awinor, sola esta vez (Rol abierto)
Escuché la historia de Aslan con atención, sin perderme detalle. Él tampoco había tenido una vida lo que se dice precisamente feliz. Supongo que la vida nunca es fácil, ni siquiera para un dragón. Antes de ser híbrida, cuando era simplemente una semifeérica, soñaba despierta con las razas semidiosas, los grandes Señores de Idhún, seres que podían con todo. Ahora que era también unicornio, tenía un punto de vista diferente de muchas cosas en las que antes creia, pero sobretodo, ahora sabía que la vida nunca es sencilla, seas quien seas. El truco estaba en ser fuerte. En creer en ti.
Suspiré. Aquello era algo que Reikren y Déteka me enseñaron...
Dejé de lado aquellos tristes pensamientos, y me encontré con la ardiente mirada de Aslan, y buceé en aquellos ojos azules, que, pese al color, eran de todo menos fríos.
Algo llegó hasta donde estábamos. Un olor a carne cocinada. Aunque no era vegeteriana, sí prefería evitar la carne si tenía otra cosa, pero tenía que reconocer que aquello olía maravillosamente. Busqué con la mirada la dirección de aquel olor, hechando un vistazo circular al oasis. Había un grupo de yans jugando a un extraño juego con piedrecitas de colores no muy lejos de nosotros, pero no estaban cocinando. Más lejos advertí lo que parecía una tienda, con dos personas por allí. El olor procedía de allí.
Me levanté del suelo polvoriento y miré en aquella dirección, colocando una mano en la frente a modo de visera, para protegerme de los soles. Me había parecido que una de aquellas personas emanaba un aura distinta de cualquier sangrecaliente. Más poderosa...
Miré a Aslan, preocupada. Aquel aura que había visto se parecía mucho a la suya. Tanto que eran casi idénticas...
Sacudí la cabeza. Estaban demasiado lejos, tal vez lo habría visto mal...
Suspiré. Aquello era algo que Reikren y Déteka me enseñaron...
Dejé de lado aquellos tristes pensamientos, y me encontré con la ardiente mirada de Aslan, y buceé en aquellos ojos azules, que, pese al color, eran de todo menos fríos.
Algo llegó hasta donde estábamos. Un olor a carne cocinada. Aunque no era vegeteriana, sí prefería evitar la carne si tenía otra cosa, pero tenía que reconocer que aquello olía maravillosamente. Busqué con la mirada la dirección de aquel olor, hechando un vistazo circular al oasis. Había un grupo de yans jugando a un extraño juego con piedrecitas de colores no muy lejos de nosotros, pero no estaban cocinando. Más lejos advertí lo que parecía una tienda, con dos personas por allí. El olor procedía de allí.
Me levanté del suelo polvoriento y miré en aquella dirección, colocando una mano en la frente a modo de visera, para protegerme de los soles. Me había parecido que una de aquellas personas emanaba un aura distinta de cualquier sangrecaliente. Más poderosa...
Miré a Aslan, preocupada. Aquel aura que había visto se parecía mucho a la suya. Tanto que eran casi idénticas...
Sacudí la cabeza. Estaban demasiado lejos, tal vez lo habría visto mal...
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Re: De camino a Awinor, sola esta vez (Rol abierto)
Sonrreí :
-Claro-
Terminé mi parte y me fuí , dejandola sola para que se duchase en paz , al levantarme me dí cuenta de que estaba siendo obserbada por alguien , su aura era de unicornio...reconocería a uno a kilómetros , pero era oscuro...como kimara...fruncí el ceño , no murmuré nada símplemente lo pensé.
"Llebame hasta ella"
Acto seguído liberé un poco de mágia y aparecí delante suya suya , las manos estaban ardiendo en electricidad gracias a el amuleto que colgaba de mi cinto , pero ocultamente claro.
-Unicornio...él te ha hecho hesto...?
Con él me refería a sombra , aquel ser despreciable que hacía que los unicornios fueran oscuros y tenebrosos . Sus ojos...oscuros se perdían junto a mi mirada no solo ígnea sino salvaje de lobo , seguí mirandola , sin compadecerla en ningún momento.Seguí mirandola , recordando el mismo brillo que tenía kimara antes de morir...ese recuerdo me dolió.
Sin desviar la mirada noté la presencia de alguien un dragon más pero oculto bajo un manto humano...solo conocía uno así recientemente , mi supuesto hermano...Aslan.
Aún sabiendo que Aslan estaba detrás de la chica , no podía dejar de mirar sus ojos cubiertos por una manta oscura de tinieblas , conocía mejor que muchos las infinitas desventajas del odiado virus...era increhible...otro más como ella...
-Claro-
Terminé mi parte y me fuí , dejandola sola para que se duchase en paz , al levantarme me dí cuenta de que estaba siendo obserbada por alguien , su aura era de unicornio...reconocería a uno a kilómetros , pero era oscuro...como kimara...fruncí el ceño , no murmuré nada símplemente lo pensé.
"Llebame hasta ella"
Acto seguído liberé un poco de mágia y aparecí delante suya suya , las manos estaban ardiendo en electricidad gracias a el amuleto que colgaba de mi cinto , pero ocultamente claro.
-Unicornio...él te ha hecho hesto...?
Con él me refería a sombra , aquel ser despreciable que hacía que los unicornios fueran oscuros y tenebrosos . Sus ojos...oscuros se perdían junto a mi mirada no solo ígnea sino salvaje de lobo , seguí mirandola , sin compadecerla en ningún momento.Seguí mirandola , recordando el mismo brillo que tenía kimara antes de morir...ese recuerdo me dolió.
Sin desviar la mirada noté la presencia de alguien un dragon más pero oculto bajo un manto humano...solo conocía uno así recientemente , mi supuesto hermano...Aslan.
Aún sabiendo que Aslan estaba detrás de la chica , no podía dejar de mirar sus ojos cubiertos por una manta oscura de tinieblas , conocía mejor que muchos las infinitas desventajas del odiado virus...era increhible...otro más como ella...
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Re: De camino a Awinor, sola esta vez (Rol abierto)
Estaba a punto de darme la vuelta, para comentarlo con Aslan, cuando sin previo aviso aquella persona me miro desde la lejanía...
...y al momento se materializó allí mismo, a poco menos de un metro delante de mi. Retorcedí un paso de puro instinto, entre sorprendida y recelosa, pero también algo fascinada.
Ahora sí podía ver su aura con total claridad. Poderosa, ardiente... tan parecida a la de Aslan. Y a la de Reikren. Pero esta tenía algo extraño, algo que nunca había visto antes: un extraño matiz salvaje. Y esto mismo se percibía en su mirada.
Sentí que acumulaba magia. Como unicornio, era muy sensible a este hecho, y aunque no le mirase las manos, sabía que estaban hechidas de energía magica.
Entonces oí sus palabras, y abrí los ojos al máximo. No lo nombró con nombre alguno, pero supe inmediatamente a quién se refería, tal vez por su tono de voz.
-¿Cómo... cómo sabes eso? -conseguí articular. Enseguida pasaron por mi mente recuerdos, recuerdos verdaderamente dolorosos de mi vida de unicornio. Aquella presencia oscura que me perseguía, aquella agonía...
Me puse a temblar de pronto, como si un viento helado se hubiese adueñado de mi alma.
-¿Quién eres? ¿Qué sabes?
No podía arriesgarme a confiar en él a la primera, aunque una parte de mi ser deseara hacerlo, me dijera que era seguro. Pero había gente que había pretendido usar mi poder ahora oscuro a la fuerza. Había tratado de obligarme a entregarlo. Y esas personas eran las mismas que me habían arrebatado a mi amiga Reik... Aquellos recuerdos eran demasiado recientes como para que pudiese confiar en él, aunque fuera un dragón.
Y sin embargo, aquel dragón sabía que me pasaba eso, sin conocerme. Y parecía sufrir interiormente, como si también hubiese sufrido esa enfermedad. Pero eso no podía ser...
"¿Entonces?" pensé, confundida
...y al momento se materializó allí mismo, a poco menos de un metro delante de mi. Retorcedí un paso de puro instinto, entre sorprendida y recelosa, pero también algo fascinada.
Ahora sí podía ver su aura con total claridad. Poderosa, ardiente... tan parecida a la de Aslan. Y a la de Reikren. Pero esta tenía algo extraño, algo que nunca había visto antes: un extraño matiz salvaje. Y esto mismo se percibía en su mirada.
Sentí que acumulaba magia. Como unicornio, era muy sensible a este hecho, y aunque no le mirase las manos, sabía que estaban hechidas de energía magica.
Entonces oí sus palabras, y abrí los ojos al máximo. No lo nombró con nombre alguno, pero supe inmediatamente a quién se refería, tal vez por su tono de voz.
-¿Cómo... cómo sabes eso? -conseguí articular. Enseguida pasaron por mi mente recuerdos, recuerdos verdaderamente dolorosos de mi vida de unicornio. Aquella presencia oscura que me perseguía, aquella agonía...
Me puse a temblar de pronto, como si un viento helado se hubiese adueñado de mi alma.
-¿Quién eres? ¿Qué sabes?
No podía arriesgarme a confiar en él a la primera, aunque una parte de mi ser deseara hacerlo, me dijera que era seguro. Pero había gente que había pretendido usar mi poder ahora oscuro a la fuerza. Había tratado de obligarme a entregarlo. Y esas personas eran las mismas que me habían arrebatado a mi amiga Reik... Aquellos recuerdos eran demasiado recientes como para que pudiese confiar en él, aunque fuera un dragón.
Y sin embargo, aquel dragón sabía que me pasaba eso, sin conocerme. Y parecía sufrir interiormente, como si también hubiese sufrido esa enfermedad. Pero eso no podía ser...
"¿Entonces?" pensé, confundida
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Re: De camino a Awinor, sola esta vez (Rol abierto)
Vi como aparecia Jack...mi hermano como por arte de magia y de hecho, es que aparecio por por arte de magia.
-Jack...hermano...-
Dije mientras avenzava lentamente hacia Jack. Mis ojos se clabaron en el, tremendamente identico a mi. Me dieron ganas al principio de darle un abrazo y decirle por lo que he pasado pero me frene, recorde que Jack no sabia que era mi hermano.
-Koral, tranquila, es mi hermano-
Le dije a Koral intentando tranquilizarla ya que note que se habia puesto nerviosa y no me impresionaba...Jack era alguien muy especial.
-Jack...hermano...-
Dije mientras avenzava lentamente hacia Jack. Mis ojos se clabaron en el, tremendamente identico a mi. Me dieron ganas al principio de darle un abrazo y decirle por lo que he pasado pero me frene, recorde que Jack no sabia que era mi hermano.
-Koral, tranquila, es mi hermano-
Le dije a Koral intentando tranquilizarla ya que note que se habia puesto nerviosa y no me impresionaba...Jack era alguien muy especial.
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Re: De camino a Awinor, sola esta vez (Rol abierto)
Vi que Jack se avia teletransportado, asiqe aproveche para bañarme.Cuando sali del agua entre en mi tienda y espere a que Jack volviese,pero me quede dormida y tuve un sueño muy extraño relacionado con mi padre.Cuando desperte estaba mareada y me quede pensando en aquel sueño tan extraño
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Re: De camino a Awinor, sola esta vez (Rol abierto)
Aquella mirada...se parecía tanto a la de ella , no pude evitar sonrreir amargamente.
-Soy Jack Knight Andrews , dragon , y de los pocos que han sobrevidido a los atraques de el .Sé lo suficiente como para saber que estás infectada por ese terrible virus , ahora mismo tu cuerpo en unicornio es oscuro y agoniza cada día más , sé que tu unica esperanza está en la torre de Anwinor , sé que el , quiere tu cuerno para otorgar mágia corrupta...y otras cosas...
Dije con una mirada sincera , obserbé como temblaba , sentí su mirada penetrando en mis ojos , sentí su temor , desconfianza...
Su cara denotaba que había acertado , sabía de quien le hablaba y también que quería saber cosas de mí y por que lo sabía , oí como Aslan mi "hermano" levantaba la voz y caminaba hacia nosotros.
-Hola ... Aslan...
La noche me había dado que pensar , decidí confiar en él.Mis manos ya no estaban electrificadas...
-Ahora me gustaría saber...¿Quien eres tú?
Dije a Koral sin sonrrisa , el asunto era muy grave , no se podía sonrreir.
-Soy Jack Knight Andrews , dragon , y de los pocos que han sobrevidido a los atraques de el .Sé lo suficiente como para saber que estás infectada por ese terrible virus , ahora mismo tu cuerpo en unicornio es oscuro y agoniza cada día más , sé que tu unica esperanza está en la torre de Anwinor , sé que el , quiere tu cuerno para otorgar mágia corrupta...y otras cosas...
Dije con una mirada sincera , obserbé como temblaba , sentí su mirada penetrando en mis ojos , sentí su temor , desconfianza...
Su cara denotaba que había acertado , sabía de quien le hablaba y también que quería saber cosas de mí y por que lo sabía , oí como Aslan mi "hermano" levantaba la voz y caminaba hacia nosotros.
-Hola ... Aslan...
La noche me había dado que pensar , decidí confiar en él.Mis manos ya no estaban electrificadas...
-Ahora me gustaría saber...¿Quien eres tú?
Dije a Koral sin sonrrisa , el asunto era muy grave , no se podía sonrreir.
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Re: De camino a Awinor, sola esta vez (Rol abierto)
En ese momento persivo a alguien más por los alrededores, no sabia quien era pero persivia su magia, era maga pero lo ignore. No sabia que estaba infectada Koral por un virus pero lo que si se es como curarla en ese mismo momento. Mi mirada seguia clavada en Jack.
-¿Por que no me dijiste nada? Te hubiera podido ayudar y de hecho lo puedo hacer-
Le dije mientras un extraño fuego me empezaba a rodear y a cubrirme todo el cuerpo. En mis ojos se vio el reflejo de un poder que se encontraba escondido hasta el momento. Mis ojos reflejaron algo nuevo, algo salvaje, algo casi inmortal por decirlo de algun modo.
-Jack, hermano... me alegro de que me creas pero deja que ella decida el remedio-
Le dije a Jak de todo corazon mientras, empezaban a asomar unas alas de plumaje rojo brillate. Despues de otro segundo más, el fuego que me rodeaba se desasio y en lugar de un humano o un dragon, había un fenix de plumaje rojo que brillaba de una forma misteriosa y bella.
-Si quieres, puedes provar el remedio de Jack o el mio-
Le dije a Koral tranquilo mientras mis ojos se clababan en los de ella volviendo a ver la luz y oscuridad que irradiavan de sus ojos.
-¿Por que no me dijiste nada? Te hubiera podido ayudar y de hecho lo puedo hacer-
Le dije mientras un extraño fuego me empezaba a rodear y a cubrirme todo el cuerpo. En mis ojos se vio el reflejo de un poder que se encontraba escondido hasta el momento. Mis ojos reflejaron algo nuevo, algo salvaje, algo casi inmortal por decirlo de algun modo.
-Jack, hermano... me alegro de que me creas pero deja que ella decida el remedio-
Le dije a Jak de todo corazon mientras, empezaban a asomar unas alas de plumaje rojo brillate. Despues de otro segundo más, el fuego que me rodeaba se desasio y en lugar de un humano o un dragon, había un fenix de plumaje rojo que brillaba de una forma misteriosa y bella.
-Si quieres, puedes provar el remedio de Jack o el mio-
Le dije a Koral tranquilo mientras mis ojos se clababan en los de ella volviendo a ver la luz y oscuridad que irradiavan de sus ojos.
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Re: De camino a Awinor, sola esta vez (Rol abierto)
FdR: Lo siento!! he estado ausente... aunque de todas formas lo avisé, así que supongo que lo sabríais. Pero ya estoy aquí!!
Sentí la cálida presencia de Aslan cerca de mí, pero estaba demasiado confusa como para prestarle mucha atención. Pero sí oí sus palabras. ¿el nuevo individuo era su hermano? todo aquello era muy raro. Aunque bien mirado, sí, se parecían mucho, y no solo físicamente, también podía verlo en su aura, pese a que todavía encontraba alguna pequeña diferencia que se me escapaba. Recordé algunos detalles de la vida de Aslan que me había contado, cosas sobre su hermano. Y ahora estaba ante nosotros.
Entonces se presentó, su nombre de pila era Jack. Pero con cada nueva palabra que salía de sus labios se me congelaba más la sangre en las venas. ¿Como podía saber tanto aquel chico? Me sentía completamente identificada con las verdades que relataba, nada agradables, y comencé a temblar de miedo. Me abracé a mí misma, rodeándome con los brazos. De pronto, y en medio del desierto, sentía frío.
Sus palabras fueron muy duras. Jack sabía de qué hablaba, pero también lo había sufrido, de algún modo, pese a ser un dragón.
Aunque jamás podría llegarlo a sufrir como los unicornios.
-Mi nombre es Lunnawi*, "el renacer de la magia" -dije con formalidad, pero respondiendo únicamente a mi identidad de unicornio.
Yo en cambio sí le sonreí, pero fue una sonrisa torcida, amarga y rota de dolor.
Oí que Aslan decía algo, pero casi no lo escuchaba. Me había ahogado en mis propios pensamentos negros, y no lograba olvidarlos. Hasta que se transformó.
No en dragón.
En algo más delicado y frágil, o al menos en apariencia, porque albergaba un gran poder interior. Un fénix.
Me quedé fascinada con la criatura. Jamás había visto ni oído nada igual, y me parecía que estaba en un sueño irreal, pero pese a todo, el dolor que sentía en lo más profundo de mi ser me indicaba que todo esto era real.
De pronto me sentí cohibida, como una hormiga en la mano de un titán, como cualquier tímida semifeérica (sin su parte de unicornio) entre dos criaturas de tanta grandeza.
Ambos me querían ayudar. Pero yo tenía dudas, tenía miedo. ¿Y si al final su fuego me abrasaba viva? o ¿Y si no funcionaba? ¿Que haría entonces?
-Yo... yo... no lo sé -dije, muy turbada de pronto
Cerré los ojos con fuerza. "Dioses, por favor... ayudadme. Ayudad a vuestra hija de Erea, el unicornio" recé con desesperación, sin saber qué debía hacer. Pero los dioses no contestaban.
Una lágrima silenciosa rodó por mi barbilla sin darme cuenta.
*FdR: Lunn = Magia // awi = crecer o renacer.
Sentí la cálida presencia de Aslan cerca de mí, pero estaba demasiado confusa como para prestarle mucha atención. Pero sí oí sus palabras. ¿el nuevo individuo era su hermano? todo aquello era muy raro. Aunque bien mirado, sí, se parecían mucho, y no solo físicamente, también podía verlo en su aura, pese a que todavía encontraba alguna pequeña diferencia que se me escapaba. Recordé algunos detalles de la vida de Aslan que me había contado, cosas sobre su hermano. Y ahora estaba ante nosotros.
Entonces se presentó, su nombre de pila era Jack. Pero con cada nueva palabra que salía de sus labios se me congelaba más la sangre en las venas. ¿Como podía saber tanto aquel chico? Me sentía completamente identificada con las verdades que relataba, nada agradables, y comencé a temblar de miedo. Me abracé a mí misma, rodeándome con los brazos. De pronto, y en medio del desierto, sentía frío.
Sus palabras fueron muy duras. Jack sabía de qué hablaba, pero también lo había sufrido, de algún modo, pese a ser un dragón.
Aunque jamás podría llegarlo a sufrir como los unicornios.
-Mi nombre es Lunnawi*, "el renacer de la magia" -dije con formalidad, pero respondiendo únicamente a mi identidad de unicornio.
Yo en cambio sí le sonreí, pero fue una sonrisa torcida, amarga y rota de dolor.
Oí que Aslan decía algo, pero casi no lo escuchaba. Me había ahogado en mis propios pensamentos negros, y no lograba olvidarlos. Hasta que se transformó.
No en dragón.
En algo más delicado y frágil, o al menos en apariencia, porque albergaba un gran poder interior. Un fénix.
Me quedé fascinada con la criatura. Jamás había visto ni oído nada igual, y me parecía que estaba en un sueño irreal, pero pese a todo, el dolor que sentía en lo más profundo de mi ser me indicaba que todo esto era real.
De pronto me sentí cohibida, como una hormiga en la mano de un titán, como cualquier tímida semifeérica (sin su parte de unicornio) entre dos criaturas de tanta grandeza.
Ambos me querían ayudar. Pero yo tenía dudas, tenía miedo. ¿Y si al final su fuego me abrasaba viva? o ¿Y si no funcionaba? ¿Que haría entonces?
-Yo... yo... no lo sé -dije, muy turbada de pronto
Cerré los ojos con fuerza. "Dioses, por favor... ayudadme. Ayudad a vuestra hija de Erea, el unicornio" recé con desesperación, sin saber qué debía hacer. Pero los dioses no contestaban.
Una lágrima silenciosa rodó por mi barbilla sin darme cuenta.
*FdR: Lunn = Magia // awi = crecer o renacer.
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Re: De camino a Awinor, sola esta vez (Rol abierto)
Cuando la ví abrazandose a ella misma me dí cuenta de la dureza de mis palabras , no era fácil asumir que estabas infectado , bueno yo no lo estaba...pero ciertamente estube más de una vez a punto de ser víctima...
Supongo que el jesto se me notó en la cara , quería ayudarla...no podría permitir que otra vez pasase lo mismo...que muriese otra unicornia más...no podría , quería abrazarla consolarla con todo mi ser pero no sabía si podría...
De pronto sentí algo más de esencia , miré a Aslan ,estabe hecho un Fenix , yo tenía uno , no me impresionaba tanto.
-Así que...al final me seguistes la estela?...
Dije con una suave sonrrisa , cálida , volbí al tema que realmente importaba.
-Aslan...lo he intentado...ya lo he intentado con las lágrimas de fenix...y nada...
Dije un tanto entristezido , una posivilidad menos...
"Por favor...que funcione"
Me toqué el anillo que llebaba siemper en sima , no era un anillo cualquiera era un anillo de comunicación mental , establecía un vínculo , como el Shecksaseg...Pero era muy dificil desprenderse de él...sobre todo por el valor sentimental.
Supongo que el jesto se me notó en la cara , quería ayudarla...no podría permitir que otra vez pasase lo mismo...que muriese otra unicornia más...no podría , quería abrazarla consolarla con todo mi ser pero no sabía si podría...
De pronto sentí algo más de esencia , miré a Aslan ,estabe hecho un Fenix , yo tenía uno , no me impresionaba tanto.
-Así que...al final me seguistes la estela?...
Dije con una suave sonrrisa , cálida , volbí al tema que realmente importaba.
-Aslan...lo he intentado...ya lo he intentado con las lágrimas de fenix...y nada...
Dije un tanto entristezido , una posivilidad menos...
"Por favor...que funcione"
Me toqué el anillo que llebaba siemper en sima , no era un anillo cualquiera era un anillo de comunicación mental , establecía un vínculo , como el Shecksaseg...Pero era muy dificil desprenderse de él...sobre todo por el valor sentimental.
Invitado- Invitado
Re: De camino a Awinor, sola esta vez (Rol abierto)
La respuesta de Jack me entristesio mucho. Me senti impotente en apenas instantes, como si no pudiese hacer nada...
-Oh, valla...-
Dije en voz baja con un tono mal disimulado de tristeza. Entonses me di cuenta de Koral se abrazaba a si y tenia los ojos cerrados. No tarde nada en deducir porque ella estaba haci...tenia miedo.
-El valor es la magia que convierte los sueños en realidad-
Le dije a Koral aconsejandola mientras estiraba un poco las alas.
-Oh, valla...-
Dije en voz baja con un tono mal disimulado de tristeza. Entonses me di cuenta de Koral se abrazaba a si y tenia los ojos cerrados. No tarde nada en deducir porque ella estaba haci...tenia miedo.
-El valor es la magia que convierte los sueños en realidad-
Le dije a Koral aconsejandola mientras estiraba un poco las alas.
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Re: De camino a Awinor, sola esta vez (Rol abierto)
Sali de la tienda y emepze a andar.No me aleje mucho y empezo a llover.Me moje entera,y cuando entre en la tienda busque ropa seca.Abia una tunica al estilo celeste.Pense que no me la devia poner,porque los humanos no estan acostumbrados pero los celestes si.A pesar de ello,me la puse pero no sali de la tienda asta que se me seco la otra tunica.
Invitado- Invitado
Re: De camino a Awinor, sola esta vez (Rol abierto)
Eché la cabeza hacia atrás y cerré los ojos, respirando muy hondo. Poco a poco me fui tranquilizando. No escuché muy bien la conversación de los dos hermanos, pero por sus semblantes, no era muy dificil adivinar que hablban de un asunto serio. Y vaya si lo era.
Escuché las palabras que había dicho Aslan... era una frase muy hermosa, pensé.
-Gracias... -conseguí murmurar, y acompañé mis palabras de una amplia sonrisa. -Iré a Awinor, y provaré cualquier remedio para curarme: llama de dragón, lágrimas de fénix, no importa. No tengo nada que perder -terminé, y mi sonrisa se volvió de pronto amarga. Eso era cierto. Ya no tenía familia, había perdido a mi amiga y compañera de viaje. Recordé entonces a otra persona, de la que no sabía nada desde hacía tiempo. Inconscientemente, apresé entre mis manos al colgante de la hadita que me había regalado.
-Necesito descansar un poco- añadí, y sin esperar respuesta, me di la vuelta y me alejé hacia la vegetación del oasis, dejando que los dos hermanos compartiran su reencuentro sin personas interferiendo. -No me alejaré demasiado. -dije, mirando al gran fénix que era Aslan.
Efectivamente, no me tuve que alejar mucho para encontrar un lugar a la sombra de las palmeras y arbustos, muy cerca de la orilla del lago. Sin previo aviso, largas gotas del cielo cayeron sobre el desierto, y miré hacia las nubes, extrañada. La lluvia era escasa en los desiertos, pero agradecí que en ese momento se hubiese puesto a llover, refrescando el ambiente.
Bajo la palmera, escasas eran las gotas que conseguían llegar hasta mí. Contemplando una florecilla del desierto que crecía a mis pies, sonreí. Ah, que vida más facil la de las flores.... Con un impulso, me quité uno de los guantes y acerqué mis dedos hasta rozar los pétalos. La flor, sinetiendo mi esencia, se abrió todavía más, buscándome como si fuese uno de los soles. Pero aquello enseguida dio la vuelta: de pronto, la flor se cerró completamente, y casi pude verla estremeciendose de terror. suspiré. Aquello era lo que hacía mi magia corrupta al mundo...
"valor" me dije, recordando la frase de Aslan.
Escuché las palabras que había dicho Aslan... era una frase muy hermosa, pensé.
-Gracias... -conseguí murmurar, y acompañé mis palabras de una amplia sonrisa. -Iré a Awinor, y provaré cualquier remedio para curarme: llama de dragón, lágrimas de fénix, no importa. No tengo nada que perder -terminé, y mi sonrisa se volvió de pronto amarga. Eso era cierto. Ya no tenía familia, había perdido a mi amiga y compañera de viaje. Recordé entonces a otra persona, de la que no sabía nada desde hacía tiempo. Inconscientemente, apresé entre mis manos al colgante de la hadita que me había regalado.
-Necesito descansar un poco- añadí, y sin esperar respuesta, me di la vuelta y me alejé hacia la vegetación del oasis, dejando que los dos hermanos compartiran su reencuentro sin personas interferiendo. -No me alejaré demasiado. -dije, mirando al gran fénix que era Aslan.
Efectivamente, no me tuve que alejar mucho para encontrar un lugar a la sombra de las palmeras y arbustos, muy cerca de la orilla del lago. Sin previo aviso, largas gotas del cielo cayeron sobre el desierto, y miré hacia las nubes, extrañada. La lluvia era escasa en los desiertos, pero agradecí que en ese momento se hubiese puesto a llover, refrescando el ambiente.
Bajo la palmera, escasas eran las gotas que conseguían llegar hasta mí. Contemplando una florecilla del desierto que crecía a mis pies, sonreí. Ah, que vida más facil la de las flores.... Con un impulso, me quité uno de los guantes y acerqué mis dedos hasta rozar los pétalos. La flor, sinetiendo mi esencia, se abrió todavía más, buscándome como si fuese uno de los soles. Pero aquello enseguida dio la vuelta: de pronto, la flor se cerró completamente, y casi pude verla estremeciendose de terror. suspiré. Aquello era lo que hacía mi magia corrupta al mundo...
"valor" me dije, recordando la frase de Aslan.
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Re: De camino a Awinor, sola esta vez (Rol abierto)
[ENTRO EN POST]
El sol era abrasador. Llevaba días viajando y aún no había encontrado ni una sola gota de agua. Por supuesto, mi cantimplora estaba completamente vacía y no sabía de donde podía sacar el agua, no hacía más que ver espejismos, nada mas ... Pensé que tener una montura sería lo mejor, pero mis ilusiones se habían hecho trizas cuando entré en la tienda de mascotas y no había ni un solo grifo de los que yo quería ... Aparte de todo aquello, mi magia no servía de nado si no había vegetación cerca, y en Kash Tar apenas había, así que era imposible.
Me dejé caer con un sonoro suspiro en medio de la arena, que estaba caliente. Mis ropas de Celeste no hacían esta vez más que incordiarme, pero no podía hacer otra cosa, si no me ponía nada ... corría el riesgo de que mi delicada piel empezará a quemarse y acabara muerto en medio de aquel páramo en el que solo los cactus parecían poder vivir. Ni siquiera las aves pasaban por allí ...
Sin embargo, mis ojos se iluminaron al ver sombras a lo lejos.
"Otro espejismo" pensé, pero no perdía nada por ir a ver que era, de todos modos, mi rumbo era siempre ir hacia delante ... ya llevaba días perdido.
Avancé poco a poco con mis pies ya descalzos, hacía días que había perdido las sandalias, y llegué a vislumbrarlos más cerca, estaba totalmente seguro de que ya no era un espejismo, eran reales y parecían hablar ... y lo que era mejor, tenían provisiones seguramente. Pude asegurarme de que el grupo estaba formado por dos humanos - al menos a mi vista, pues cualquier sabía si eran híbridos -, una feérica que no lo parecía del todo y para mi asombro, una mujer Celeste ...
Suspiré una vez más y antes de caer al suelo delante de ellos solo pude decir:
- Ayuda ...
Para luego caer en un profundo sopor que seguramente me llevaría unas horas. Mis telepatía no funcionaba, así que seguramente no podría deducir que sentían en aquellos momentos, y aquello me aliviaba ...
El sol era abrasador. Llevaba días viajando y aún no había encontrado ni una sola gota de agua. Por supuesto, mi cantimplora estaba completamente vacía y no sabía de donde podía sacar el agua, no hacía más que ver espejismos, nada mas ... Pensé que tener una montura sería lo mejor, pero mis ilusiones se habían hecho trizas cuando entré en la tienda de mascotas y no había ni un solo grifo de los que yo quería ... Aparte de todo aquello, mi magia no servía de nado si no había vegetación cerca, y en Kash Tar apenas había, así que era imposible.
Me dejé caer con un sonoro suspiro en medio de la arena, que estaba caliente. Mis ropas de Celeste no hacían esta vez más que incordiarme, pero no podía hacer otra cosa, si no me ponía nada ... corría el riesgo de que mi delicada piel empezará a quemarse y acabara muerto en medio de aquel páramo en el que solo los cactus parecían poder vivir. Ni siquiera las aves pasaban por allí ...
Sin embargo, mis ojos se iluminaron al ver sombras a lo lejos.
"Otro espejismo" pensé, pero no perdía nada por ir a ver que era, de todos modos, mi rumbo era siempre ir hacia delante ... ya llevaba días perdido.
Avancé poco a poco con mis pies ya descalzos, hacía días que había perdido las sandalias, y llegué a vislumbrarlos más cerca, estaba totalmente seguro de que ya no era un espejismo, eran reales y parecían hablar ... y lo que era mejor, tenían provisiones seguramente. Pude asegurarme de que el grupo estaba formado por dos humanos - al menos a mi vista, pues cualquier sabía si eran híbridos -, una feérica que no lo parecía del todo y para mi asombro, una mujer Celeste ...
Suspiré una vez más y antes de caer al suelo delante de ellos solo pude decir:
- Ayuda ...
Para luego caer en un profundo sopor que seguramente me llevaría unas horas. Mis telepatía no funcionaba, así que seguramente no podría deducir que sentían en aquellos momentos, y aquello me aliviaba ...
Última edición por Dragon Quest el Dom Mayo 09, 2010 8:56 pm, editado 1 vez
Dragon Droican- Oráculo de Yohavir
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Re: De camino a Awinor, sola esta vez (Rol abierto)
Off: lo siento por el post tan corto pero es que tengo prisas
Note como una nueva presensia entraba en mi radar y supuse que Jack tambien lo habria notado.
-Vamos a ver-
Le dije a Jack tranquilamente mientras volvia a mi forma humana.
Note como una nueva presensia entraba en mi radar y supuse que Jack tambien lo habria notado.
-Vamos a ver-
Le dije a Jack tranquilamente mientras volvia a mi forma humana.
Invitado- Invitado
Re: De camino a Awinor, sola esta vez (Rol abierto)
FdR: No pasa nada Aslan, yo tampoco tengo mucho tiempo y escribo depresa, así que perdonad las posibles faltas, no tengo tiempo de revisarlo todo.
Dejé la flor a un lado y me enfundé de nuevo el guante. Apoyé las manos sobre el tronco de la palmera. Mis manos, protegidas por los guantes, no alcanzaban a dañar al árbol, por lo que no me tenía que preocupar.
Acurrucada sobre mí misma, eché un vistazo circular al pequeño oasis. Las plantas crecían muy cerca del agua, y habían otras personas descansando en la orillas: un grupo de yan en la otra punta que no nos prestaba atención, y una tienda de camapaña no muy lejos. Me pareció recordar que de allí era de dónde había salido Jack, el hermano de Aslan, y por eso me sorprendió ver que la ocupaba otra persona, una mujer de aspecto liviano y piel de color celeste.
Había otro visitante que se acercaba al oasis, solo y sin montura. Me llamó la atención dos cosas principalmente: el hecho de que no parecía llevar más previsiones que lo puesto, y que era un mago. Mi instinto de unicornio me lo decía a gritos, incluso desde la distancia.
Observé los pasos de la figura vacilante que se acercaba, hasta que cayó cuan largo era.
Me aproximé rápidamente, ignorando el sordo calor que se abatió sobre mí una vez abandoné la agradable penumbra de la palmera. Rodeé la laguna y llegué hasta él. Sujetándole el rostro con las manos, observé su rostro celeste, con un curioso tono más oscuros en las mejillas. Me costó un poco intuir que eran quemaduras, pues nunca habiá visto a un celeste quemado. Estube tendada de aliviarle con mi poder curativo, pero antes de quitarme los guantes comprendí que el alma enferma del unicornio que latía en mí le provocaría más agonía que alivio.
Lo arrastré como pude hacia los arbustos más cercanos que encontré, y rápidamente me apresuré a humedecerle los labios y la piel con el agua fresca del oasis.
Siempre resultaba violento ver a alguien moribundo en el desierto, pero con un celeste era todavía peor. En un acto reflejo, me quité la lágrima de Wina, mi colgante con la capacidad de induirte la sensación de estar en mitad de un bosque estubieses donde estubieses; y se lo coloqué alrededor del cuello con sumo cuidado, esperando que esto le ayudase a recuperarse pronto. Miré por encima del hombro, aliviada de ver que Aslan y Jack también se habían percatado del moribundo y acudían hacia aquí.
Dejé la flor a un lado y me enfundé de nuevo el guante. Apoyé las manos sobre el tronco de la palmera. Mis manos, protegidas por los guantes, no alcanzaban a dañar al árbol, por lo que no me tenía que preocupar.
Acurrucada sobre mí misma, eché un vistazo circular al pequeño oasis. Las plantas crecían muy cerca del agua, y habían otras personas descansando en la orillas: un grupo de yan en la otra punta que no nos prestaba atención, y una tienda de camapaña no muy lejos. Me pareció recordar que de allí era de dónde había salido Jack, el hermano de Aslan, y por eso me sorprendió ver que la ocupaba otra persona, una mujer de aspecto liviano y piel de color celeste.
Había otro visitante que se acercaba al oasis, solo y sin montura. Me llamó la atención dos cosas principalmente: el hecho de que no parecía llevar más previsiones que lo puesto, y que era un mago. Mi instinto de unicornio me lo decía a gritos, incluso desde la distancia.
Observé los pasos de la figura vacilante que se acercaba, hasta que cayó cuan largo era.
Me aproximé rápidamente, ignorando el sordo calor que se abatió sobre mí una vez abandoné la agradable penumbra de la palmera. Rodeé la laguna y llegué hasta él. Sujetándole el rostro con las manos, observé su rostro celeste, con un curioso tono más oscuros en las mejillas. Me costó un poco intuir que eran quemaduras, pues nunca habiá visto a un celeste quemado. Estube tendada de aliviarle con mi poder curativo, pero antes de quitarme los guantes comprendí que el alma enferma del unicornio que latía en mí le provocaría más agonía que alivio.
Lo arrastré como pude hacia los arbustos más cercanos que encontré, y rápidamente me apresuré a humedecerle los labios y la piel con el agua fresca del oasis.
Siempre resultaba violento ver a alguien moribundo en el desierto, pero con un celeste era todavía peor. En un acto reflejo, me quité la lágrima de Wina, mi colgante con la capacidad de induirte la sensación de estar en mitad de un bosque estubieses donde estubieses; y se lo coloqué alrededor del cuello con sumo cuidado, esperando que esto le ayudase a recuperarse pronto. Miré por encima del hombro, aliviada de ver que Aslan y Jack también se habían percatado del moribundo y acudían hacia aquí.
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Re: De camino a Awinor, sola esta vez (Rol abierto)
" Me ví sumido en un gran sueño ... Un sueño precioso, donde todo brillaba y la lúz cálida de un sol se entreveía entre numerosas ramas de los distintos árboles. Supe desde un primer momento que me encontraba en un bosque, y no en uno cualquiera ... Estaba en Derbhad, el bosque donde por primera vez vi un Unicornio, y allí estaba él, de nuevo, mirándome con cara de preocupación y apenado, pues yo mismo tenía un aspecto algo penoso ... Sin embargo, pude levantarme poco a poco, hasta que conseguí llegar a mantenerme en pie sin necesitar apenas el apoyo de uno de los troncos que había en el gran bosque.
Pude sentir por mi cuerpo como mi magia agotada tras el viaje se iba recuperando, y me llenaba por dentro como chorros de agua fría que me despejan por completo, para luego dejarme respirar y poderlo hacer de manera tranquila y pausada. Le sonreí, y el unicornio por fin cambia su cara y la alegría de sus ojos fue maravillosa. En ese momento, empezó de nuevo su huida, dejándome solo en el bosque, que poco a poco fué apagándose, hasta llegar a dar una sombra que se proyectaba sobre mi, y por la cual pequeños rayos de sol se filtraban ... "
Me desperté poco a poco, con el débil resplandor del Sol que se filtraba por las pequeñas palmeras de lo que por primera vez en todo el viaje era real. No me levanté bruscamente, pues sabía perfectamente que me haría mal, asi que preferí quedarme en la misma posición en la que me había puesto. Noté una cuerda en mi cuello, y lo miré con delicadeza ... Era una Lágrima de Wina, la artífice de que mi magia por fin se hubiera recuperado.
Abrí mas los ojos para ver quien había sido el ser que me había salvado de una muerte segura, y sonreí al ver que era la feérica no tan feérica. Mostré una sonrisa y abrí un poco mis labios, que habían sido humedecidos al igual que mi piel, para decirle:
- Muchas Gracias ... he estado a un pelo de no poder volver a ver la luz de un nuevo día - y dejé caer las palabras con pequeños suspiros, pues aunque ya no tanto como antes, me costaba respirar.
Observé que no estaba solo, sino que había más gente alrededor, pero no me paré en ellos, sino que simplemente no podía desprenderme de la mirada tan brillante que tenía la feérica. Atónito, entendí perfectamente a que se debía mi sueño en el bosque con el unicornio ...
" El bosque tan lleno de vitalidad fué obra de la Lágrima de Wina ... Los pocos rayos de Sol que se filtraban, obra de las pequeñas palmeras ... Y el unicornio ... " pensé para darle sentido. Cuando lo comprendí del todo, dije:
- Por el Dios Yohavir ... si eres un unicornio ... - y de mis ojos se desprendieron dos lágrimas, que fueron a caer a la fría arena del desierto - Que la Diosa Wina te proteja por todos los días de tu vida - terminé diciendo. Pero sin embargo, un grito de horror sonó en el desierto. En sus ojos había luz, si, pero tambien una muestra de oscuridad que me hacía agonizar ... Grité por un rato hasta que se calmó y me aparté un poco de la chica ... - ¿Tie..enes ... esa magia oscura que apar..eció en Idhûn hac..e un tiempo? - pregunté tartamudeando, pues el sentir los sentimientos del unicornio me había metido en un profundo pesar, y no solo eso, tambien en un recordar ...
Recordaba el día en el que encontré al unicornio moribundo, y con el que apenas pudimos hacer nada ... Se fué como un suspiro, al igual que Elissa y todos los demas ...
Off: Acuerdate Koral, que yo viví tambien esa época en el Antiguo Foro, se lo que tienes, mi pobre celeste vivió la muerte de un Unicornio ...
Pude sentir por mi cuerpo como mi magia agotada tras el viaje se iba recuperando, y me llenaba por dentro como chorros de agua fría que me despejan por completo, para luego dejarme respirar y poderlo hacer de manera tranquila y pausada. Le sonreí, y el unicornio por fin cambia su cara y la alegría de sus ojos fue maravillosa. En ese momento, empezó de nuevo su huida, dejándome solo en el bosque, que poco a poco fué apagándose, hasta llegar a dar una sombra que se proyectaba sobre mi, y por la cual pequeños rayos de sol se filtraban ... "
Me desperté poco a poco, con el débil resplandor del Sol que se filtraba por las pequeñas palmeras de lo que por primera vez en todo el viaje era real. No me levanté bruscamente, pues sabía perfectamente que me haría mal, asi que preferí quedarme en la misma posición en la que me había puesto. Noté una cuerda en mi cuello, y lo miré con delicadeza ... Era una Lágrima de Wina, la artífice de que mi magia por fin se hubiera recuperado.
Abrí mas los ojos para ver quien había sido el ser que me había salvado de una muerte segura, y sonreí al ver que era la feérica no tan feérica. Mostré una sonrisa y abrí un poco mis labios, que habían sido humedecidos al igual que mi piel, para decirle:
- Muchas Gracias ... he estado a un pelo de no poder volver a ver la luz de un nuevo día - y dejé caer las palabras con pequeños suspiros, pues aunque ya no tanto como antes, me costaba respirar.
Observé que no estaba solo, sino que había más gente alrededor, pero no me paré en ellos, sino que simplemente no podía desprenderme de la mirada tan brillante que tenía la feérica. Atónito, entendí perfectamente a que se debía mi sueño en el bosque con el unicornio ...
" El bosque tan lleno de vitalidad fué obra de la Lágrima de Wina ... Los pocos rayos de Sol que se filtraban, obra de las pequeñas palmeras ... Y el unicornio ... " pensé para darle sentido. Cuando lo comprendí del todo, dije:
- Por el Dios Yohavir ... si eres un unicornio ... - y de mis ojos se desprendieron dos lágrimas, que fueron a caer a la fría arena del desierto - Que la Diosa Wina te proteja por todos los días de tu vida - terminé diciendo. Pero sin embargo, un grito de horror sonó en el desierto. En sus ojos había luz, si, pero tambien una muestra de oscuridad que me hacía agonizar ... Grité por un rato hasta que se calmó y me aparté un poco de la chica ... - ¿Tie..enes ... esa magia oscura que apar..eció en Idhûn hac..e un tiempo? - pregunté tartamudeando, pues el sentir los sentimientos del unicornio me había metido en un profundo pesar, y no solo eso, tambien en un recordar ...
Recordaba el día en el que encontré al unicornio moribundo, y con el que apenas pudimos hacer nada ... Se fué como un suspiro, al igual que Elissa y todos los demas ...
Off: Acuerdate Koral, que yo viví tambien esa época en el Antiguo Foro, se lo que tienes, mi pobre celeste vivió la muerte de un Unicornio ...
Última edición por Dragon Quest el Dom Mayo 09, 2010 8:57 pm, editado 3 veces
Dragon Droican- Oráculo de Yohavir
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Re: De camino a Awinor, sola esta vez (Rol abierto)
Vi que aquella chica con la que hablaba Jack habia rescatado a alguien.Me acerque y descubri que era un celeste.
-¿Estas bien?¿Como as llegado aqui?-le pregunte cuando desperto.Me quede esperando su respuesta
-¿Estas bien?¿Como as llegado aqui?-le pregunte cuando desperto.Me quede esperando su respuesta
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Re: De camino a Awinor, sola esta vez (Rol abierto)
FdR: Lo sé, dragon^^ No te veía mucho por el antiguo foro, pero sí veía post tuyos.
Me pareció advertir un cambio en el rostro del celeste. Sus párpados temblaron un leve instante, y fueron abriendose lentamente hasta que ví unos ojos de color tostado que se clavaban en los mios propios. Parecía agotado, pero feliz, y le devolví la sonrisa. Una sonrisa que se ensanchó todavía más al oír las palabras de agradecimiento que me dirigió, y entreabrí los labios para pronunciar algo adecuado, como un "no a sido nada" o bien "cualquiera te habría ayudado también", pero mientras buscaba la frase adecuada, una exprsión de asombro y reconocimiento cruzó sus suaves rasgos celestes:
-Por el Dios Yohavir ... si eres un unicornio ... -dijo él, y aquello me dejó sin ahbla durante un momento.
Se deshizo en una alabanza a la diosa Wina, pero esto, lejos de tranquilizarme, me turbó más. Cierto, era un unicornio, pero no me sentía como tal. Estaba enferma, contiminada por sentimientos oscuros. Nada que ver con la presencia luminosa que se supone que deberían poseer los unicornios. Una verguenza para los dioses...."Pero él no tiene por qué enterarse. No puede ver las tinieblas que emanan mis ojos, porque no es un híbrido, ni un feérico..." Forcé una sonrisa, tratando de parecer resuelta, pero la expresión quedó congelada en mis labios cuando gritó de terror. Tuve la sensación de que aquel alarido no sonó en mis oídos, sino que se hundió como una daga en mi corazón.
"Maldita sea, es un mago. Tal vez la magia le haya otorgado suficiente sensibilidad para captar la luz -y en mi caso, tinieblas también- de los unicornios. Claro que se habrá dado cuenta, y además está el hecho de que...."
...de que era un celeste. Y podía leer los sentimientos que desbordaban el alma de Lunnawi como en un libro abierto.
Entonces me preguntó sobre esa magia oscura, la que anegaba mi corazón de unicornio. Se me calló el alma a los pies y le miré, como ida. "Lo sabe. También él". Parecía asustado, más aún, aterrorizado, o eso me pareció creer. Y, a pesar del calor del desierto, la sangre se me congeló en las venas, casi lo sentí, incluso, mientras un escalofrío recorria mi espina dorsal.
Asentí con la cabeza para responderle, sin fiarme de mi voz. A decir verdad, tenía un nudo en la garganta, y dudaba de que lograra decir una sílaba siquiera.
Desvié la mirada, donde habían acudido las lágrimas, para que no me viese derramarlas. Claro que no necesitaba mirarme a los ojos para saber que me sentía terriblemente triste. Gracias a ello puede ver a la otra mujer celeste, que se aproximaba preocupada hacia nosotros. Me sequé rápidamente las lágrimas con los guantes y me alejé unos pasos.
-Se acaba de despertar. Está bien, aunque agotado. -murmuré a la celeste sin mirarla, por suerte, conseguí otorgar a mis palabras un cierto timbre neutral.
Me aparté un poco de los celestes, como si la distancia me protegiese de su capacidad de empatía. Sin embargo, no les quité un ojo de encima. Tampoco me preocupó la desconocida. Era una celeste. No hace falta añadir nada más.
Me pareció advertir un cambio en el rostro del celeste. Sus párpados temblaron un leve instante, y fueron abriendose lentamente hasta que ví unos ojos de color tostado que se clavaban en los mios propios. Parecía agotado, pero feliz, y le devolví la sonrisa. Una sonrisa que se ensanchó todavía más al oír las palabras de agradecimiento que me dirigió, y entreabrí los labios para pronunciar algo adecuado, como un "no a sido nada" o bien "cualquiera te habría ayudado también", pero mientras buscaba la frase adecuada, una exprsión de asombro y reconocimiento cruzó sus suaves rasgos celestes:
-Por el Dios Yohavir ... si eres un unicornio ... -dijo él, y aquello me dejó sin ahbla durante un momento.
Se deshizo en una alabanza a la diosa Wina, pero esto, lejos de tranquilizarme, me turbó más. Cierto, era un unicornio, pero no me sentía como tal. Estaba enferma, contiminada por sentimientos oscuros. Nada que ver con la presencia luminosa que se supone que deberían poseer los unicornios. Una verguenza para los dioses...."Pero él no tiene por qué enterarse. No puede ver las tinieblas que emanan mis ojos, porque no es un híbrido, ni un feérico..." Forcé una sonrisa, tratando de parecer resuelta, pero la expresión quedó congelada en mis labios cuando gritó de terror. Tuve la sensación de que aquel alarido no sonó en mis oídos, sino que se hundió como una daga en mi corazón.
"Maldita sea, es un mago. Tal vez la magia le haya otorgado suficiente sensibilidad para captar la luz -y en mi caso, tinieblas también- de los unicornios. Claro que se habrá dado cuenta, y además está el hecho de que...."
...de que era un celeste. Y podía leer los sentimientos que desbordaban el alma de Lunnawi como en un libro abierto.
Entonces me preguntó sobre esa magia oscura, la que anegaba mi corazón de unicornio. Se me calló el alma a los pies y le miré, como ida. "Lo sabe. También él". Parecía asustado, más aún, aterrorizado, o eso me pareció creer. Y, a pesar del calor del desierto, la sangre se me congeló en las venas, casi lo sentí, incluso, mientras un escalofrío recorria mi espina dorsal.
Asentí con la cabeza para responderle, sin fiarme de mi voz. A decir verdad, tenía un nudo en la garganta, y dudaba de que lograra decir una sílaba siquiera.
Desvié la mirada, donde habían acudido las lágrimas, para que no me viese derramarlas. Claro que no necesitaba mirarme a los ojos para saber que me sentía terriblemente triste. Gracias a ello puede ver a la otra mujer celeste, que se aproximaba preocupada hacia nosotros. Me sequé rápidamente las lágrimas con los guantes y me alejé unos pasos.
-Se acaba de despertar. Está bien, aunque agotado. -murmuré a la celeste sin mirarla, por suerte, conseguí otorgar a mis palabras un cierto timbre neutral.
Me aparté un poco de los celestes, como si la distancia me protegiese de su capacidad de empatía. Sin embargo, no les quité un ojo de encima. Tampoco me preocupó la desconocida. Era una celeste. No hace falta añadir nada más.
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Re: De camino a Awinor, sola esta vez (Rol abierto)
Supe perfectamente que se quedaría un tanto asombrada al ver que yo podría reconocer a un Unicornio bajo forma feérica aunque no me asustó para nada y mucho menos me sorprendió, todo el mundo con el que había tenido el placer de hablar o compartir dias. El dolor que sentía nada más de saber de que la semifeérica estaba delante mia, me producia horror, pero no quería hacerla sentir mal, asi que no tuve más remedio que quedarme en el sitio, aguantando con una sonrisa que me salía cada vez más débil y con un punto de amargura que se dejaba ver en mis ojos.
Se había callado todo, y por primera vez me percaté de que la celeste que había visto segundos antes de caer desfallecido se acercaba con aspecto preocupado hacia donde estábamos ella y yo, y un chico que no sabía quien era para nada. Sonreí a la celeste para darle a entender que me encontraba bien, no sin fijarme en ella, pues era una celeste en toda regla, con los aspectos que nos caracterizaban, y seguramente en ese mismo momento, estaba sintiendo lo que yo sentía ...
Pero ... ¿cómo lo hacía? Yo era mago, era cierto que podía ver por encima de otras personas los ojos de un unicornio siempre, pero que la celeste no notara nada de la oscuridad que recorría el cuerpo del unicornio ... No sabía como explicarlo, pero por unos momentos la envidiaba, sentir aquello no era bonito para nadie, y era una cosa que no le deseaba a nadie. Es más, solo de imaginarme que los humanos pudieran tener algun día nuestra telepatía, me producía horror, pues la guerra sería interminable ...
La sonrisa volvió al rostro de la feérica, y me alivió un poco. La fuerza de su alma humana era fuerte, y ahora entendí porque la otra celeste no conseguía sentir mucho lo que yo mismo sentía. Estaba seguro de que yo tenía mi telepatía más desarrollada que ella, por lo que aunque su alma humana fuera fuerte y tapara muchos sentimientos, algunos se escapaban, y esos eran los que yo mismo recogía en mi mente. Y en ese mismo momento, la feérica asentía, respondiendo a mi pregunta sobre la niebla ...
- Hace dos años que no veo a alguien con eso criatura ... y no se lo deseo a nadie, necesitas ir cuanto antes a Awinor, allí la magia de los dragones seguro que te curan ... - y paré un segundo a coger aire, aunque aire caliente, como el que salía por mi boca cada vez que suspiraba. Y ella desviaba en ese momento el rostro, y la tristeza abarcó parte de mi corazón. Estaba llorando, de eso estaba seguro, así que me incorporé un poco para decirle - No te preocupes, estoy seguro de que la Diosa Wina te hará salir de esta y ... yo te ayudaré, cuando recobre mis fuerzas - y una sonrisa sincera salió de mis labios.
Dejé que fuera hacia un lado alejada, para que pudiera asimilar todo lo ocurrido. Asi mismo, intenté no percibir sus sentimientos, aunque era complicado. Para distraerme, me incorporé mas y me puse a hablar con la celeste, para contestar a su segunda pregunta:
- Llevo años viajando, para ayudar a cualquier unicornio que tenga lo que esta pobre criatura tiene en su interior ... A todos los mandé a Awinor con mi magia, y espero que todos sigan vivos ... pero me quedé sin montura y desde entonces ... no he hecho más que deambular, solo, y sin provisiones ... Casi no despierto nunca mas si no fuera por vosotros - y sonreí dulcemente, mirando de reojo a la otra chica, que seguía apartada, pensando supuse.
Me fijé en el oasis de agua fresca que había cerca, y me acerqué a él con cuidado. En ese momento, recordé que ya podia hacer magia, e hice aparece mi Bastón de mago, que me había acompañado siempre. Me apoyé en el para no caer y bebí largos sorbos de agua, para luego volver al lugar donde antes dormía, y descansar todo lo que pudiera, pues era mi intención emprender la marcha en cuanto pudiera, para ayudarla ...
- ¿Vuestros nombres? - pregunté a todos los presentes, pues no me habían dicho nada ...
Se había callado todo, y por primera vez me percaté de que la celeste que había visto segundos antes de caer desfallecido se acercaba con aspecto preocupado hacia donde estábamos ella y yo, y un chico que no sabía quien era para nada. Sonreí a la celeste para darle a entender que me encontraba bien, no sin fijarme en ella, pues era una celeste en toda regla, con los aspectos que nos caracterizaban, y seguramente en ese mismo momento, estaba sintiendo lo que yo sentía ...
Pero ... ¿cómo lo hacía? Yo era mago, era cierto que podía ver por encima de otras personas los ojos de un unicornio siempre, pero que la celeste no notara nada de la oscuridad que recorría el cuerpo del unicornio ... No sabía como explicarlo, pero por unos momentos la envidiaba, sentir aquello no era bonito para nadie, y era una cosa que no le deseaba a nadie. Es más, solo de imaginarme que los humanos pudieran tener algun día nuestra telepatía, me producía horror, pues la guerra sería interminable ...
La sonrisa volvió al rostro de la feérica, y me alivió un poco. La fuerza de su alma humana era fuerte, y ahora entendí porque la otra celeste no conseguía sentir mucho lo que yo mismo sentía. Estaba seguro de que yo tenía mi telepatía más desarrollada que ella, por lo que aunque su alma humana fuera fuerte y tapara muchos sentimientos, algunos se escapaban, y esos eran los que yo mismo recogía en mi mente. Y en ese mismo momento, la feérica asentía, respondiendo a mi pregunta sobre la niebla ...
- Hace dos años que no veo a alguien con eso criatura ... y no se lo deseo a nadie, necesitas ir cuanto antes a Awinor, allí la magia de los dragones seguro que te curan ... - y paré un segundo a coger aire, aunque aire caliente, como el que salía por mi boca cada vez que suspiraba. Y ella desviaba en ese momento el rostro, y la tristeza abarcó parte de mi corazón. Estaba llorando, de eso estaba seguro, así que me incorporé un poco para decirle - No te preocupes, estoy seguro de que la Diosa Wina te hará salir de esta y ... yo te ayudaré, cuando recobre mis fuerzas - y una sonrisa sincera salió de mis labios.
Dejé que fuera hacia un lado alejada, para que pudiera asimilar todo lo ocurrido. Asi mismo, intenté no percibir sus sentimientos, aunque era complicado. Para distraerme, me incorporé mas y me puse a hablar con la celeste, para contestar a su segunda pregunta:
- Llevo años viajando, para ayudar a cualquier unicornio que tenga lo que esta pobre criatura tiene en su interior ... A todos los mandé a Awinor con mi magia, y espero que todos sigan vivos ... pero me quedé sin montura y desde entonces ... no he hecho más que deambular, solo, y sin provisiones ... Casi no despierto nunca mas si no fuera por vosotros - y sonreí dulcemente, mirando de reojo a la otra chica, que seguía apartada, pensando supuse.
Me fijé en el oasis de agua fresca que había cerca, y me acerqué a él con cuidado. En ese momento, recordé que ya podia hacer magia, e hice aparece mi Bastón de mago, que me había acompañado siempre. Me apoyé en el para no caer y bebí largos sorbos de agua, para luego volver al lugar donde antes dormía, y descansar todo lo que pudiera, pues era mi intención emprender la marcha en cuanto pudiera, para ayudarla ...
- ¿Vuestros nombres? - pregunté a todos los presentes, pues no me habían dicho nada ...
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Trabaja de: Juglar - Plaza de Vanis
Pertenece a: La OPNI, nº 13. Miembro de la UVI.
Re: De camino a Awinor, sola esta vez (Rol abierto)
Sobrevolaba el gran desierto con aire pensativo, mis grandes y fuertes alas membranosas creaban una gran sombra desde el cielo, incluido mi cuerpo de dragona resaltaba en el cielo claro, pues mis escamas casi negras resaltaban. Esta era mi vida, viajar de un lugar a otro, aunque las cosas ya no eran como antes, habia perdido a mis compañeros de viaje tiempo atras, y sentia pena de ello, pues les echaba de menos.
Ahora me dirigia a Awinor, a la tierra de los dragones tras estar varios años fuera, pero en mi vuelo vislumbre unas figuras en medio del desierto, junto a un pequeño oasis. Jure que la piel de dos de ellos eran de un tono azulado ¿celestes en el desierto? era extraño.
Mientras descencia, pude ver mejor quienes eran, dos celestes y una feerica, o mejor dicho una mestiza de feerica, parecian cansados, normal en un desierto. Descendi del todo y mis zarpas pisaron con suavidad y delicadeza la arena del desierto; quede a varios metros de ellos, mientras les miraba fijamente con mis ojos azules como el hielo y un fina fina pupila.
- No suelo ver a Celestes y mestizos de feericos por el lugar...¿necesitais ayuda?- les pregunte, aunque era amable mi voz estaba mezclada con la de un profundo gruñido.
Me quede observando unos segundos al Celeste, habia algo en el que me sonaba, pero no sabia el que.
Ahora me dirigia a Awinor, a la tierra de los dragones tras estar varios años fuera, pero en mi vuelo vislumbre unas figuras en medio del desierto, junto a un pequeño oasis. Jure que la piel de dos de ellos eran de un tono azulado ¿celestes en el desierto? era extraño.
Mientras descencia, pude ver mejor quienes eran, dos celestes y una feerica, o mejor dicho una mestiza de feerica, parecian cansados, normal en un desierto. Descendi del todo y mis zarpas pisaron con suavidad y delicadeza la arena del desierto; quede a varios metros de ellos, mientras les miraba fijamente con mis ojos azules como el hielo y un fina fina pupila.
- No suelo ver a Celestes y mestizos de feericos por el lugar...¿necesitais ayuda?- les pregunte, aunque era amable mi voz estaba mezclada con la de un profundo gruñido.
Me quede observando unos segundos al Celeste, habia algo en el que me sonaba, pero no sabia el que.
Invitado- Invitado
Re: De camino a Awinor, sola esta vez (Rol abierto)
Off:Edito el post equivocación mía.
Me había perdido en la coversación , así que decidí irme.Cuando de repente llegó Elissa al parecer era una dragona , bueno , quizás me quedaba un poco más.Quizás...
-Creo que ... tengo que despejarme un poco...
Dije mientras poco a poco me iba sintiendo peor , quizás era algo que había comido o símplemente una transmutación repentina , el caso era que no me sentía bien.
-Ahora vuelbo...
Dije mientras me alejaba un poco , me trasnformaba en dragón y salía de la vista del resto....
Me había perdido en la coversación , así que decidí irme.Cuando de repente llegó Elissa al parecer era una dragona , bueno , quizás me quedaba un poco más.Quizás...
-Creo que ... tengo que despejarme un poco...
Dije mientras poco a poco me iba sintiendo peor , quizás era algo que había comido o símplemente una transmutación repentina , el caso era que no me sentía bien.
-Ahora vuelbo...
Dije mientras me alejaba un poco , me trasnformaba en dragón y salía de la vista del resto....
Última edición por Jack el Vie Mayo 14, 2010 5:40 pm, editado 1 vez
Invitado- Invitado
Re: De camino a Awinor, sola esta vez (Rol abierto)
FdR: etto... Jack, creo que Elissa es una Dragona... no hay ningún shek. De todas formas, Elissa, por tu raza en la firma para que no hayan equivocaciones^^
Me giré hacia el celeste, turbada, al oír que decía que mi remedio estaba en Awinor. Era obvio que las noticias sobre la epidemia que sufrieron los unicornios pasaban de boca en boca a una velocidad asombrosa, como la arena arrastrada por el furioso viento de Kash-Tar un día de tormenta. O tal vez no. Tal vez sólo lo sabían los seres más cercanos a los unicornios. Tal vez alguno de mi raza contactara con los dragones y los magos para hacerles saber la noticia, y nadie más lo supiera a parte de estos dos grupos. Bueno, a lo mejor también los sheks...
De todos modos, no iba resolverlo yo. No era importante en estos momentos.
-Sé lo de Awinor. -de dije al celeste moribundo, tajante un algo brusca. -Hacia allí me encaminaba.
En realidad no pretendía resultar desagradable, y el celeste debía saberlo gracias a su don, por lo que no me preocupé en murmurar una disculpa o explicarme. Lo único era que estaban sucediendo demasiadas cosas en tan poco tiempo, y sin embargo, parecía años que no salía de este maldito desierto. Y estaba que no me apetecía mucho pensar en dragones ni en Awinors por el momento, al menos hasta que la pérdida de mi amiga y dragona Reikren terminase de calar y asumirse en mi interior. ¿Cuánto había pasado desde su pérdida? ¿Tres días? ¿más? ¿menos? Era extraño que pensara ya en ella como en un pasado antiguo, lejano. Casi la recordaba como recordaba a mi padre, y de la muerte de éste sí habían pasado muchos años de verdad.
La apremienate pregunta del celeste me devolvió a la calurosa realidad.
-Soy Koral, la semifeérica. O Lunnawi, el unicornio -repuse con cierta indiferencia, como si los nombres de pronto careciesen de sentido.
Miré a la joven celeste y abrí la boca para presentarla, pero lo cierto es que no sabía tampoco quién era. Así que miré por encima de mis hombros y señalé con el pulgar a los híbridos, que parecían mantenerse un poco alejados.
-Aslan y Jack -recité.
Iba a preguntarle sus nombre a los celestes, cuando una sombra cubrió los tres soles momentáneamente proyectando una agradable sensación de frescura, a pesar de que la sombra estubiese ligada a un ser especialmente cálido. Era un dragón, aunque no parecía mucho más claro que su sombra. Sus escamas eran del color del azabache, y cuando viró un momento en el aire para descender ante nosotros, ví que nos observaba con unos brillantes ojos azules. "Genial. Más dragones. Como sí no tuviese ya suficiente con estos dos para que me recuerden a..." sonó de pronto una vocecilla impertinente en mi mente, pero la contuve justo a tiempo.
Le sonreí. A decir verdad, tengo que rectificar. No era un dragón, sino una dragona
-Gracias, dragona, pero sólo estamos descansando. Tienes razón, nuestro viaje por el desierto no es casual... nos dirigimos a Awinor -dije de forma casual, pero con cierto respeto. Durente el tiempo que pronuncié las palabras tuve cuidado de no mirarla directamente a los ojos, pues no quería que descubriese en ellos la luz dl unicornio cubierta de aquel velo de penetrante oscuridad que firmaba mi enfermedad.
En realidad no sabía si todos nosotros nos dirigíamos a Awinor, pero no iba a ponerme a dar detalles a una desconocida.
Me giré hacia el celeste, turbada, al oír que decía que mi remedio estaba en Awinor. Era obvio que las noticias sobre la epidemia que sufrieron los unicornios pasaban de boca en boca a una velocidad asombrosa, como la arena arrastrada por el furioso viento de Kash-Tar un día de tormenta. O tal vez no. Tal vez sólo lo sabían los seres más cercanos a los unicornios. Tal vez alguno de mi raza contactara con los dragones y los magos para hacerles saber la noticia, y nadie más lo supiera a parte de estos dos grupos. Bueno, a lo mejor también los sheks...
De todos modos, no iba resolverlo yo. No era importante en estos momentos.
-Sé lo de Awinor. -de dije al celeste moribundo, tajante un algo brusca. -Hacia allí me encaminaba.
En realidad no pretendía resultar desagradable, y el celeste debía saberlo gracias a su don, por lo que no me preocupé en murmurar una disculpa o explicarme. Lo único era que estaban sucediendo demasiadas cosas en tan poco tiempo, y sin embargo, parecía años que no salía de este maldito desierto. Y estaba que no me apetecía mucho pensar en dragones ni en Awinors por el momento, al menos hasta que la pérdida de mi amiga y dragona Reikren terminase de calar y asumirse en mi interior. ¿Cuánto había pasado desde su pérdida? ¿Tres días? ¿más? ¿menos? Era extraño que pensara ya en ella como en un pasado antiguo, lejano. Casi la recordaba como recordaba a mi padre, y de la muerte de éste sí habían pasado muchos años de verdad.
La apremienate pregunta del celeste me devolvió a la calurosa realidad.
-Soy Koral, la semifeérica. O Lunnawi, el unicornio -repuse con cierta indiferencia, como si los nombres de pronto careciesen de sentido.
Miré a la joven celeste y abrí la boca para presentarla, pero lo cierto es que no sabía tampoco quién era. Así que miré por encima de mis hombros y señalé con el pulgar a los híbridos, que parecían mantenerse un poco alejados.
-Aslan y Jack -recité.
Iba a preguntarle sus nombre a los celestes, cuando una sombra cubrió los tres soles momentáneamente proyectando una agradable sensación de frescura, a pesar de que la sombra estubiese ligada a un ser especialmente cálido. Era un dragón, aunque no parecía mucho más claro que su sombra. Sus escamas eran del color del azabache, y cuando viró un momento en el aire para descender ante nosotros, ví que nos observaba con unos brillantes ojos azules. "Genial. Más dragones. Como sí no tuviese ya suficiente con estos dos para que me recuerden a..." sonó de pronto una vocecilla impertinente en mi mente, pero la contuve justo a tiempo.
Le sonreí. A decir verdad, tengo que rectificar. No era un dragón, sino una dragona
-Gracias, dragona, pero sólo estamos descansando. Tienes razón, nuestro viaje por el desierto no es casual... nos dirigimos a Awinor -dije de forma casual, pero con cierto respeto. Durente el tiempo que pronuncié las palabras tuve cuidado de no mirarla directamente a los ojos, pues no quería que descubriese en ellos la luz dl unicornio cubierta de aquel velo de penetrante oscuridad que firmaba mi enfermedad.
En realidad no sabía si todos nosotros nos dirigíamos a Awinor, pero no iba a ponerme a dar detalles a una desconocida.
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