De camino a Awinor, sola esta vez (Rol abierto)

Asentí, conforme, ante la respuesta de Elissa.

-Me prepararé en seguida, entonces. No hay tiempo que perder.

Mi mirada vagabundeó entre el inmenso mar de dunas que se extendía a nustros pies hasta el infinito. Oí entonces los pasos de alguin que se acercaba por detrás, y reconocí a Dragon sin girarme, tan solo escuchando el sonido de sus pisadas. Nos saludó, y yo le correspondí con una inclinación de cabeza. Parecía tan alegre como siempre, y me contagió la sonrisa.
Como era de preveer, Dragon hizo esta pregunta que esperaba pero no deseaba oír. Por supuesto, del modo más inocente, pues él no parecía tener ni idea de que la causante de las plantas marchitas era yo. Me consultaba de mago a unicornio. En otra ocasión, hasta me habría resultado gracioso. En otra ocasión...

-Dragon. -dije, repentinamente seria -Tu magia está perfectamente. El unicornio que te la entregó... te entregó un poder limpio y puro, debes estar agradecido por ello. Pero, ¿Qué habría pasado si te la hubiese entregado yo? -dije, con un timbre de angustia en la voz. -Yo te lo diré: Ni siquiera habrías podido estudiar la magia telúrica, porque esa es magia de la vida. Y los unicornios entregan la energía de la vida. Un unicornio enfermo hace justo lo contrario, ¿entiendes?. -después de una pausa, suspiré y acabé -El problema no es tu magia, sino la mía. Lo siento de veras, Dragon.

Me levanté de un salto, había notado que las lágrimas acudían a mis ojos, y no quería seguir hablando del tema, me apetecía estar sola. Dejando a Dragon con la palabra en la boca, me alejé a paso rápido de la colina. Elissa ya no estaba. Aunque casi ni me dí cuenta. Entré en la cabaña de Dragon, y evitando tocar las plantas, recogí mi bolsa de viaje y salí rápidamente. Con el fin de despejarme y tranquilizarme, y de disfrutar un poco de la soledad al mismo tiempo, me dirigí a la laguna. El agua estaba perfecta, y me desvestí rápidamente. Entré en el agua sin hacer ruido, cubriéndome hasta el cuello. Cerré los ojos y traté de poner la mente en blanco... funcionó más o menos bien. Cuando salí del agua y me preparé de nuevo, me encontraba mejor.
Todo terminaría pronto.... en Awinor. Allí estaba mi solución... mi último recurso y en realidad no sabía que hacer...
Mientras volvía con los demás, me pareció oír una exclamación de alarma. Divisé a un par de yan que correteaban hablando muy deprisa, pero capté alguna palabra. Decían algo de una explosión, o un incendio. Fruncí el ceño y caminé más deprisa.

Me dirigí junto a Elissa. Pensé de pronto que tal vez no hubiese estado bien dejar a Dragon plantado, pero prefería hablar del tema en otro momento. "En Awinor..."

-Lista -dije a Elissa.

Más a lo lejos me pareció ver la silueta de Aslan. Parecía que tuviese la ropa hecha girones... me pregunté que habría ocurrido.

Oi unas pisadas acercarse al lugar donde me encontraba, si mi oido no me funcionaba, cosa que dudo mucho, era Koral. Cuando estuvo a mi lado lo confirme y al oir sus palabras asenti, me baje de un salto de la roca y cuando pise la arena mi cuerpo se transformo en el de un dragon casi negro.
Clave mi mirada azul en la de Koral y me tumbe sobre la arena para que se montase y despues el resto, plege las alas al cuerpo y espere paciente, aunque tambien tenia ganas de volver a viajar con viejos compañeros y nuevas aventuras.

Tras dejar que Koral pensara una respuesta para darme consejo, me fijé hacia la dirección en la que miraban. No parecía haber mucho paisaje en tal páramo desolador en el que nos encontrábamos, pero de igual modo, por las mañanas había más movimiento que por las tardes. El paisaje estaba surcado por diferentes caravanas de Yans, que iban y venían de Oasis en Oasis, buscando lugares alejados del sol donde descansar para seguir al día siguiente.

Pensé ... Al parecer, no había visto ningún espejismo en todo mi viaje, es más, el mero hecho de creer que era un espejismo era lo que me había llevado a pensarlo totalmente. "Tonto" me dije a mi mismo "Estabas lleno de oasis por todas partes y no haces más que pensar en que todo lo que ves son muestra de tu cansacio e imaginación" En cambio, también supe que al paso de los días, todo esto me sonaría a chiste y no haría más que reír.

Esperé la respuesta de Koral, que seguía pensando. Mientras, Elissa me dijo de meter de nuevo a los Caballos en su sitio. Asentí ligeramente y ví como se levantaba para ir a planear como viajar hacia Awinor de la manera más rápida posible. Cuando me encaminé hacia los caballos, me di cuenta que no hacían más que seguirla, así que pensé dejarlo y ya luego, antes de partir, los metería en la botella.

Por fin Koral habló, y mi rostro se puso triste. Hablaba con pena, con soledad, al parecer ella había sido la artífice de esa zona marchita.

- No te preo... - es lo único que llegué a decir, pues Koral se fué rápidamente a prepararse, y con lágrimas en sus ojos. Pensé que no quería que las viese, pero no se me había escapado detalle, sabía perfectamente que estaba llorando. "Ay, criatura ... que etapa te está tocando vivir ... Si pudiéramos cambiarnos el alma, no dudaría ni un instante" pensé, mientras la miraba con ojos encorvados, con una mueca de tristeza en mi cara.

Sin embargo, no podía entretenerme, por lo que rápidamente me puse en camino hacia la tienda, no sin antes echar un último vistazo hacia el paisaje, que seguía lleno de Yans. Sin embargo, algo paró mi andar. Un fuego se había levantado, y parecía salir de alguna persona. Me acerqué corriendo, horrorizado, sabiendo que el fuego emanaba de Aslan, el chico que había curado mis heridas.

Pero, cuando llegué, el fuego paró, y con gesto serio lo miré a los ojos. Sentí furia por todos lados, y no tardé en entender que por su furia había desatado tal fuego que casi quema los árboles más cercanos. Me acerqué con aire amenazador y con el dedo, a la altura de sus ojos, le dije:

- Cuidado con tu furia, no es buena consejera ... - y me dí al vuelta, entrando en la cabaña lo más rápidamente posible. Me dí media vuelta nada más entrar en la cabaña, recordando que no tenía nada que llevar conmigo, más que a mi mismo. Luego, recordé mi vara, la cual no respondía a mi llamada sin magia. "Vara de Yohavir" pensé, con los ojos cerrados, y una vara azul se materializó en mis manos. Sonreí y puse camino hacia donde estaban las dos chicas.

Me acerqué a los caballos y cogí la botella que estaba cerca de Elissa. Hice uso de mi vara para poder realizar magia más satisfactoriamente y murmuré unas pocas palabras. Cuando abrí los ojos, los caballos estaban dentro de la botella, con aspecto enfadado y resoplando. Metí la botella en un bolsillo de mi pantalón y me monté en Elissa, que aguardaba a que subiera, con Koral encima. Un recuerdo se me vino a la mente, la primera vez que volé con ella.

- Vámonos - dije simplemente, sujetándome a las escamas de Elissa, que estaban algo secas debido al calor.

No eran necesarias las palabras. Elissa se metarmofoseó en dragón, sus brillantes escamas reluciendo como ascuas de fuego negro. Me miró con aquellos ojos azules y yo le devolví una mirada serena, sin temor a que descubriese el rastro de oscuridad de mis ojos. Comprendí que era la hora.
Cargué con mi mochila, asegurando bien todos los cierres, y me subí con movimientos ágiles a la grupa de Elissa, trepando con cuidado por su ala. No era la primera vez que montaba a un dragón... aunque cada experiencia con los dragones es siempre única.

Con cuidado de que mi piel no rozase la de Elissa para no transmitirme mi magia corrupta y hacerle daño (ya le causé bastante dolor a Reik por este motivo, y ahora procuraba no tocar nada... y por otra parte tenía todavía presente el daño que había producido a las plantas invocadas de Dragon) me acomodé lo mejor que pude y me aseguré los guantes, no sin antes comprobar que no me dejaba nada importante en el desierto. Me sujeté con firmeza a las escamas del fuerte cuello, y en esto sentí cómo Dragon subía también. Le sonreí tímidamente, para aliviar mi brusquedad anterior, y volví de nuevo la cara hacia delante, sintiendo los movimientos de Dragon acomodándese detrás de mí.

Dirigí una mirada a Aslan. Parecía fustrado, y de nuevo advertí sus ropas destrozadas y requemadas. Recordé las exclamaciones de los yan hacía unos minutos, hablando sobre una explosión.... ¿Habría sido cosa de él? No me parecía oportuno ponerme a preguntar, pues parecía muy contrariado y fustrado por algo. Me límité a lanzarle una larga mirada de seriedad. "Nos vamos a Awinor" Traté de decirle. Estar sobre el lomo de una dragona a punto de despegar ya dejaba obvio que nos marchábamos, pero no sabía si Aslan nos seguiría. Seguramente prefería estar solo, algo totalmente comprensible. O tal vez fuese a buscar a su hermano.

-¿Estamos todos listos? -pregunté a mis compañeros, aunque realmente lo dije de forma retórica. -Vayámonos ya.

Me despedí de Lisabet con la mano. No sabía lo que haría, porque había estado bastante asusente. Después clavé mi oscura mirada en el horizonte. La fuerza de la luz de los soles había desdibujado el contorno de la cordillera de Awinor casi al completo, pero no importaba, yo sabía que seguía allí. Aferré mis colgantes con mi mano derecha, como si fuesen talismanes. Y le sonreí a los soles con desafío, con la esperanza de que los dioses me viesen. Me habían estado complicado el viaje cada día más. Pero no me pensaba rendir.


FdR: Elissa, cuando rolees aquí abre si quieres ya el post en Awinor. Aterriza en la entrada o donde quieras. Da igual el nombre del tema, el que creas más apropiado^^

Observe como todos se iban a ir sin mi, mi frustración era grande y queria volver a buscar a mi hermano pero Koral quizas nesesitase mi ayuda, ella portaba una especie de "maldición" y posiblemente, esa maldición estubiese consumiendo su alma.
Me transforme entonses en un dragon de nuevo y estire un poco las alas. Después, llegue volando hasta ellos.

-Quiero ayudar...-

Les dije a todos pero sin terminar la frase.

-...Aunque me duela.-

Dije terminando la frase al fin tras una pequeña pausa. Mis escamas plateadas volvian se parecer diamantes que reflejaban la luz de los tres soles con fuerza.

FDR:ok, pero lo creo en la torre de Awinor o en la llanura??



Cuando Koral me devolvio la mirada me fije en sus ojos, viendo algo que no habia visto nunca, una extraña y fria oscuridad impropia de un ser normal ¿Que habia dentro de esa chica? No formule la pregunta, pero segui mirandola, hasta que dirigi mi mirada a Dragon, que guardo mis caballos en los frascos y se los guardo; camino hasta donde estabamos y trepo por mi zarpa hasta colocarse detras de Koral. Me prepare a despegar, aunque me fije que el chico fenix ahora se habia convertido en un dragon de escamas plateadas, oi sus palabras y asenti simplemente, mire el cielo y extendi las alas, con unas potentes batidas me eleve con rapidez en el aire y emprendi hacia Awinor, mi segundo hogar y esta vez con compañia.

FdR: No creo que a Sagan le haga gracia usar la torre para rolear. Abrelo en la llanura, pero podemos poner que estmos cerca de la torre o algo así^^


Aslan se acercó a nosotros, transformado de nuevo en el dragon de escamas plateadas que había conocido. Ofrecía su ayuda, pero parecía tan desconsolado que no podía obligarlo a nada. Esta era mi guerra, y ya había involucrado a demasiadas personas que no tenían por qué sufrir por mí. No quería que Aslan se viese afectado ni retenido por mi causa. Él ya tenía sus propias asuntos como para tener que cargar con los de los demás.

-No es necesario, Aslan. Haz lo que tengas que hacer.... Estaremos bien. Yo estaré bien. Vete, si es lo que deseas.

"Ni siquiera sé lo que tengo que hacer..." pensé con amargura. Tal vez los archimagos de Wenawinor supieran algo. O tal vez los propios dragones de Awinor. Ya lo devatiriá con los demás al llegar.
Elissa Alzó el vuelo en ese momento. Sentí un acceso de vértigo, y me aferré con fuerza a su musculoso cuello, mientras el batirde sus alas me tapaba cualquier otro sonido.

No obstante, cuando cobramos más estabilidad en lo alto, no pude reprimir un grito de júbilo.
Awinor. Por fin.

off: pues a la llanura de Awinor

-Pero yo quiero ir con vosotros. A vases, uno no puede tener todo lo que quiere, aunque esa persona lo desee con mucha fuerza-

Dije respondiendole a Koral. La dragona empezo a emprender vuelo y yo les segui por detras pero con una gran angustia y tristeza en mi corazon. Aún haci, ya nadie podia detener mi decición.

FDR: ahora mismo lo creo ^^


CIERRO POST

Off:Os albeis olvidado de mi,pero no pasa nada

Vi que todos se preparaban para alejarse,yo tambien queria salir de aquel oasis y viajar por dhun.Silbe una corta melodia y aparecio un caballo de un color blanco.Sonrei y me acerque a el,le acaricie y me monte sobre el y viendo como la muchacha se convirtio en dragona,me aleje al galope sin una direccion concreta.

DEJO POST

FdR: No es que nos hayamos olvidado de ti, Lisabet, pero no podemos decidir por ti lo que va a hacer tu personaje, y como no aparecias...


Asentí ante la respuesta de Aslan. Era libre de hacer lo que quisiese.
Los soles estaban realmnte creca desde aquella altura. Mirar hacia abajo fue un gran error por mi parte, porque Elissa habiá ascendido mucho en un momento, y sentí un ataque de náuseas que reprimí, mientras mi cuerpo se iba acostumbrando a la presión y altura. El oasis apenas parecía ya un óvalo de color turquesa todeado de un aro verde intenso, la vegetación. Las caravanas de transporte, aunque no habían mucha, percían más pequeñas que las hormigas.
Sentía que algo en mi interior iba a explotar. No me sentía así desde... bueno, lo sabía perfectamente. Y me encantaba volver a sentirme viva.
Las montañas estaban ya muy cerca....

DEJO POST