Hacia El destino

Oí dos gritos que me sacaron del agua, corriendo fui al árbol Aile estaba en el árbol, y Blume en el suelo desenvainé el amplificador, me acerqué a Blume y sacudí varias estocadas, las ramas saltaron envueltas en humo.
la saqué de allí, fui a por Aile pero vi que Aeris la había había salvado, apareciendo de la nada.

me había quedado fuera del arbol que había plantado ankira, y me había dormido sin querer, hasta que un grito me despertó.
Aile estaba envuelta de unas ramas que parecía que la atrapaban. Luego llegó Blume que se transformó en shek y la intentó liberar, pero casi la atraparon, despues de usar el hielo de los sheks, la rodearon mas ramas.
Maldito arbol...
Finalmente una "fuerza" invisible habia hecho que el arbol soltase a Aile, y luego vi que había sido Aeris.
Vaya, ya había vuelto.
Suspiré y me transformé en shek yo tambien, pero elevandome varios metros sobre el arbol para que no me pudiera atrapar, y desde ahi empecé a crear una capa de escarcha sobre ese maldito arbol, para poco a poco crear una capa de hielo que lo congelase.
Vi que Coleh arremetia con su arma eléctrica contra el arbol para liberar a Blume. solté un silbido cuando lo vi
"Maldito dragon!! no ves que Blume esta mojada?? el agua es canalizadora de la electricidad!! podrías haberla matado!!" Le grité mentalmente

-¡¡¡mierda!!!-grité yo al darme cuenta.
la saqué de allí, la sequé como pude. y con lo que tenía todas mis ropas de recambio y las capas y mantas que tenía al alcance, la calenté, vi que poco a poco iba abriendo los ojos, yo suspiré aliviado. Estaba empezando a creer que había muerto.

Me costaba mucho respirar, pero poco a poco mi respiración se fue normalizando. Me temblaban las piernas y el abdomen me dolía muchísimo. Tenía algunos cortes producidos por las ramas de aquel árbol. Me fijé en Aeris, la unicornio, que seguía a mi lado. Ella ma había salvado.
-¡¡Gracias, gracias, gracias!! ¡Oh, Aerys no se cómo agradecertelo!- miré hacia el árbol.- Han sido los trasgos. Ese árbol es una de sus tranpas preferidas, no se cómo no lo he detectado antes... Oh, Wina, tenemos que hacer algo. Alguien esta intentando acabar con nosotros cueste lo que cueste. ¿Qué podemos hacer...?
Dicho esto, me encogí sobre mí misma y enterré el rostro entre los brazos. Me sentía culpable por no haber percibido antes de que tipo de árbol se trataba... por mi culpa casi muero, o peor, casi muere Blume intentando salvarme. No lo comprendía, debía haberlo notado, la magia de los trasgos no es tan poderosa como para ocultar algo así, y menos de un feérico...
¿Qué clase de poder oscuro nos acechaba?

¿Trasgos? No sabía de que estaba hablando Aile. - ¿Qué os ha pasado?- Pregunté a Aile. Ella empezó a quejarse de por qué no se había dado cuenta del poder de los Trasgos, yo la abracé. - No es tu culpa, no te preocupes, todo se solucionará, además, todo el mundo comete errores.- Le dije sonriendo, de repente miré hacia la izquierda de nosotras, vi a una chica de pelo oscuro y ojos rojos, nos estaba mirando con una sonrisa, no sabía por qué, me daba mala espina. - Aile... ¿Quién es esa chica...?- Le pregunté sin apartar la vista de la misteriosa chica.

De repente escuché gritos, vi que la feérica Aile atrapada entre las ramas de un árbol. "Vaya... No ha detectado el poder de los Targos..." Pensé, luego vi que la shek, intentó salvarla y también quedó enredada entre las ramas, me reí. "Jaja, dos por uno, fantástico intento de salvar a alguien, jaja." Pensé, entonces vi a la shek Katherine y al dragon Coleh intentandoles salvar, vi que Aile caía sobre algo invisible, me fijé en aquello, luego ví a una chica, ¿De donde había salido? Quizás hubiera tenido un amuleto de invisibilidad, sentí también una energía más fuerte que las demás especies... Era otra raza superior, ella me miró, le sonreí y vi en sus ojos, la luz, era un unicornio. "Claro, es la raza que faltaba en este grupo." Pensé, seguía sonriendo, esperaba la reacción de todos los demás y alcé nuevamente mi mirada.

Una vez acabada la batalla, coleh se apartó del grupo para lavar sus ropas. Estava cansada asi que decidi irme a la casa-arbol que habia plantado. Entré en una de las habitaciones. No habia muchas cosas pero era acojedor. Preparé una espécie de cama con algunas hojas que habia cojido para Arsia y me tumbé en la cama. Cerré los ojos y... un grito. Corri y llegué donde estava algunas de las personas del grupo. Aile era la que habia gritado. Blume intentó salvarla pero quedo atrapada. Luego una fuerza invisible sacudia el arbol dejando libre a Aile. Coleh salvó a Blume con lo que me quedé mas tranquila.

Me acerque a Aile-¿Estás bien?- pregunté preocupada- luego vi que quien habia salvado a Alie era aeris Me alegro mucho de verte aeris, Hola de nuevo-dije con una sonrisa

Vi a ankira. -Hola ^^ Yo también me alegro de verte de nuevo. Le dije a ankira, luego le sonreí, de nuevo miré hacia la chica de pelo negro y me dirigí a ankira. Oye, ¿quién es esa chica de ahí?- Le pregunté, estaba deseosa de saber quien era... No sabía por que... Me incomodaba su mirada, era bastante siniestra. Además, su aura no era de alguien normal... Vi en sus ojos que era una shek, eso me produjo más miedo, no era propio de mi juzgar a la gente a primera vista, pero ella desprendía un aura muy escalofriante... Nunca había sentido tal aura, ni siquiera en los shek descontrolados...

Aeris me saludó y luego me preguntó quien era aquella chica, refiriendose a la nueva shek.

Bueno no lo sabemos muy bien, la acabamos de conocer. Fue cuando fui con vinca y lekim a buscar fruta, allí notemos una presencia extraña como en otras ocasiones. Y luego llegaron kath y Blume por que tambien la habían sentido. Luego pasaron muchas mas cosas, ya sabes, diferencias entre sheks y dragones. Muchos no se fian de ella, y ahora Blume esta muy rara, parece que desconfie de todos-dije, eso ultimo en voz más baja

La verdad es que a mí tampoco me daba buenas vibraciones... Quizás el Sabio supiera quién era ella... Entonces me acordé de una leyenda que me contó hace muuucho tiempo mi maestro, sobre una chica, que parecía provenir del propio Infierno... Encerrada en un cuerpo humano, pero con alma de shek, odiaba a todo el mundo y causaba caos y destrucción... Hasta que topó con El Séptimo, él le ofertó servirle a cambio de poder manejar sus tropas y ser su mano derecha, ella aceptó sin pensarlo, El Séptimo creyó que sería una gran ayuda para él... Pero se equivocó, ella le traicionaría y un día... Acabaría con él imponiendo ella su justicia y convirtiendose en su sucesora... Se llamaba... Aeryn... Empecé a temblar injustificadamente... Miré a ankira. - S-su.... Su nombre no será... Aeryn.... ¿Ver... Verdad?- Le pregunté con voz temblorosa, queriendo que su respuesta fuera un no u otro nombre, era una leyenda... Pero aquella chica era exactamente como la describía la leyenda... "Una joven de pelo negro como la noche y ojos rojos como la sangre, con un corazón tan oscuro, que incluso los que están alrededor suyo sienten que el miedo penetra cada uno de sus poros..."

Después de explicarle lo que habia pasado, su rostro cambio completamente. Hasta pude sentir el miedo que en ese mismo instante recorria a Aeris. Me pregunto tartamudeando si la nueva chica se llamaba Aeryn.
Dude en decirselo pero finalmente lo hize: S...Si, se ll...am...a Aeryn, ¿Porque?- dije temiendo la respuesta.

Cuando me confirmó el nombre, me quedé sin palabras... Si era cierto la leyenda, era peligrosa para nosotras... Cogí a ankira del brazo y la miré a los ojos. - ¡De-debemos irnos! ¡Debemos alejarnos de ella! ¡Es MUY peligrosa!¡Debemos avisar a los demás!- Le dije, había olvidado completamente que solo era una leyenda, me disponía a ir poco a poco a buscar a todos, y a empezar a despertarlos a cada uno de ellos. Cuando volví la mirada, ahí estaba ella, con su cara impasible, sus ojos color sangre y su aura oscura... Me disponía a levantarme, pero no era capaz... Otra vez esta debilidad... Este miedo... Pero al menos, ahora era justificable... Una shek, que iguala el poder de un dios... Un ser de una maldad inmensa nos acompañaba y jugaba con nosotros...

Después de decirle el nombre, pareció como si Aeris palideciera. Me agarro y me miró a los ojos, en los que pude ver un terror completamente inmenso que hizo que un escalofrio recorriera mi cuerpo. Me dijo que Aeryn era peligrosa para nosotras y que debiamos irnos. No sabia que hacer aquella chica me producia verdadero miedo y Aeris parecia haberse quedado paralizada. La agarré y la sacudi: Aeris ¿Qué pasa? ¿Qué pasa con esa chica?

Alynn se nos acercó, ella y Ankira me preguntaban que que pasaba, que por qué estaba así, las miré a las dos, luego miré a Aile, y les conté la lenyenda...
- Es... Una leyenda... La verdad... Es que resumido... Lo único que es... Es que su poder iguala al del Séptimo, aunque ella le sirve y es su mano derecha... Pero... Su intención es proclamarse diosa... Matando al Séptimo...- Les dije tartamudeando, entonces me temí lo peor, miré a Aeryn, me estaba mirando seriamente... Retrocedí unos pasos... Me había escuchado... ¿Ahora qué me pasaría? ¿Qué les pasaría a mis compañeras? No era capaz de articular palabra, estaba más pálida que nunca...

Cuando Aeris explicó la leyenda, sentí un pánico que nunca jamás habia sentido, ni siquiera el dia que mataron a mi amiga. Recorde ese dia, y senti el corazon partirse en mil pedazos. Aeris retrocedió y entonces me di cuenta. La nueva chica habia estado escuchando. No sabia que hacer asi que retrocedi con Aeris y puse mi mano en la espada, pero no a tenia. Se habia quedado arriba en la casa-arbol cuando salí corriendo al escuchar el gritó de Aile.

Oí que Alynn decía "¿¿¿Qué???" casi gritando, miraba a Aeryn e iba a sentarse al lado de su león.
Fui hacia ella. La miré, y le dije:
-Alynn ¿Qué ha pasado?-continué con un susurro-¿qué ha pasado con Aeryn?
La miré seriamente preocupado.

Mientras la miraba escuché que contaba una leyenda... MI leyenda... Genial, ya sabían que era lo que tramaba y todos se estaban preparando para luchar, ¿ahora que debía hacer? Matarlos a todos o dejarlos con vida... Pensé un poco y decidí dejarles con vida... Por ahora... Aún me servían, me levanté y salté del lugar donde estaba sentada, fui caminando hacia ellos, la unicornio estaba tan blanca que parecía un muñeco de nieve, les sonreí. - ¿No creeréis esa leyenda? Verdad, quizás solo sea una coincidencia mi parecido físico con esa chica de la que habláis. - Les dije, quería que volvieran a ser como eran antes, que me creyeran una shek más. "Maldita unicornio... Me encargaré de que ella no vuelva a abrir más la bocaza..." Pensé, estaba furiosa de que hubiera revelado el secreto... Ahora que había encontrado al grupo y todo se va al garete... Inmovilicé a la unicornio y entré en su mente, era asustadiza, débil... "Menuda inútil..." Después la dormí, alcé mi vista hacia los demás, aún estaban tensos. - Vaya, se ha desmayado... Qué pena. - Les dije, esperé a recibir respuesta.

-¿¿¡¡Nos tomas por tontos!!??-Le grité.
Sabía que ella la había dormido. saqué el amplificador, dispuesto a todo.me lance a por ella mirando hacia otro lado para que no pudiese entrar en mi mente.

El dragón Coleh cogió su amplificador y me atacó, yo lo esquivé fácilmente, me atacó sin mirarme, para que no entrara en su mente. - Ups, fallaste. - Le dije sonriendo, luego le cogí la cabeza e hice que me mirara, le paralicé a él también, fui hacia la unicornio, era la más débil de todas, le cogí la cabeza, con la intención de arrebatarle la vida si atacaban de nuevo, suspiré.- Vaya... Quería resolver esto de forma pacífica... Es una pena, tendrá que ser por las malas... Si intentáis atacarme de nuevo, ella lo pagará con su vida. - Les dije mirandoles amenazadoramente.

Off: dejadme postear xDD

Escuhé la leyenda que contaba Aeris y vi todo lo que sucedió a continuación hasta que Aeris cayó desmayada y Aeryn dijo algo respecto eso mismo.
Fruncí el ceño y me puse de pie. No sabía si era verdad esa historia, pero si sabía que si era cierta, ella debía saber algo más sobre quien nos atacaba.
Luego Coleh con su maldita impulsividad característica de los dragones, intentó atacarla, pero ella lo paralizó y luego agarro a Aeris amenazando con matarla si la atacabamos.
-Sinceramente-dije con toda la calma del mundo- no creo que esa historia sea cierta por varios motivos, uno: no se puede matar a un dios, si no los Seis lo hubiesen hecho cuando echaron al Séptimo de sus esencias. dos: porque querria un shek matar a su propio dios? todos sabemos que el Séptimo se ha encarnado más de una vez en un cuerpo mortal, ella se podría ofrecer perfectamente para ser su nueva encarnación. Tres: en el caso de que se pudiese matar a un dios y lo consiguiese, que pasaria con su parte shek y todos los sangrefrías? Que sepamos, ella solo dio la orden de retiradade los trasgos, no de ataque, por lo que probablemente nos salvó. Tiene una parte shek, y yo no tengo suficientes motivos para desconfiar de ella.
Si la historia era verdadera y tenia suficiente poder como para enfrentarse a un dios, era mejor no hacerla enfadar y estar de su parte.
¿Es cierta esa historia?
Le pregunté mentalmente