Hacia El destino

Temblaba. El sentimiento de dolor se hizo mas grande cuando Aeris se convirtio de nuevo en el unicornio negro. No lo vi pero lo sabia. Segui agachada sin mirar nada pero seguia oyendo a los dragones y a la shek descontrolados. Luego la temperatura bajo y levanté la cara llorosa. Vi a la shek descontrolada y el suelo resquebrajado. Esta suplico que no la atacaran mas y luego se alejó. Aslan la curo y luego desapareció entre la espesura del bosque. Aile me habló y me pregunto que habia pasado. Solo la miré y volvi a encerrar mi cara entre las piernas. La marca de mi cabeza dejo de brillar y Arsia se acerco a mi.

La shek Katherine me siguió y empezó a preguntarme si de verdad era mi intención matar al Séptimo, la miré, luego me levanté y le sonreí. - No pretendo matar al Séptimo... Esa leyenda no es del todo cierta, lo único que deseo es sucederlo, no deseo que se reencarne en mí, Él debe seguir con vida... Además, no soy una de sus más fieles seguidoras... No conseguiría matarlo, como tú dices, ni los Seis pudieron con él, es imposible vencerle y hacer desaparecer su esencia por completo, y más para una simple shek como yo. Hablando de por qué no deseo vencer a los demás dioses... Ellos no me importan ni lo más mínimo, que se queden con el mundito que crearon, no lo necesito. Espero que no cuentes esto a nadie, lo he guardado en secreto durante mucho tiempo, y si le cuentas esto a alguien, quizás pueda hacer que lo pagues... Quizás no con tu vida, pero te daría un severo castigo aun siendo una de las mías. Las leyendas suelen exagerar las cosas... Es lo malo... Ojalá mi poder igualara al del Séptimo...- Mientras decía esto último volví mi mirada al arroyo... Mis razones para convertirme en Diosa eran increíblemente egoístas... Pero no podía vivir más en aquel mundo de los Seis...

Aeris cayó en brazos de Bume, que la colocó en el suelo y la tapó con una manta. Me senté cerca de las chicas, pensando en qué podíamos hacer. Además de el estado de aeris, me preocupaba que alguien tuviera motivos para acabar con nosotros. Estaba claro que la pelea con los trasgos y con los szishs no había sido casualidad. Y la llegada de Aeryn... verdaderamente, no me daba muy buena espina, no lo consideraba buena señal...
Cerca de nosotras, Aerin se hallaba sumida en un profundo sueño. La energía oscura que Aeryn la había trasmitido la había agotado física y psicológicamente. Se me ocurrió una idea. Me quité el amuleto de la magia del cuello y se lo puse a ella. El amuleto recogía la energía de la tierra y la canalizaba hacia su portador. Una energía pura, limpia. Si no me equivocaba, eso la ayudaría. Yo ahora mismo no lo necesitaba, estábamos en un bosque, y allí conseguía hacer fluir bien la magia sin necesidad del amuleto.

Escuché atentamente lo que me decía Aeryn e incliné la cabeza como afirmando que no se lo contaría a nadie.
-No soy de las que van divulgando los secretos de los demás por ahí-
Le dije con voz calmada. Había resuelto alguna de mis dudas, pero seguí teniendo otras, también importantes.
-¿Que le has hecho a Aeris? es decir, ya se ve lo que le has hecho, pero porque? que tiene que ver ella contigo? Y quien nos envió las patrullas para matarnos? Porque lo hace?-
La bombardeé a preguntas, a ningún shek le gustaba que pasase algo sin saber el porque ni nada de eso. directamente, a ningún shek no le gustaba no-saber.

Luego la shek me preguntó sobre la unicornio, suspiré, me molestaba que me hicieran tantas preguntas, la volví a mirar. - Es débil... No conoce su potencial, le he dado poder, el poder para protegerse, y para protegeros, aun pareciendo una frágil y delicada unicornio, consiguió controlar el inmenso poder oscuro que le ofrecí, si todo su potencial surgiera, se me haría más facil llegar hasta Él, además... Me recordaba a alguien conocido... Respecto a la oleada de sizhs y Trasgos no puedo decirtelo, ahora no más preguntas, si no es mucho pedir. - Así concluí no iba a responder más de sus preguntas, no tenía ganas de hablar con nadie. Volví a sentarme y a mojar mis pies en aquel arroyo, a pensar en todo lo que ha pasado con los dragones y a centrar mi mente para volver a ser la fría y calculadora que siempre había sido.

Sentí que la energía del bosque venía a mí, era una energía pura, sin maldad. Eso aceleró mi recuperación, de repente, la voz de la unicornio volvió a mi cabeza. - "Bien, esa shek te ha ayudado a recuperarte, pero no será suficiente para parar nuestra lucha." Me dijo, yo me asusté. "¡¿Qui-quién eres?!" Le pregunté mentalmente, escuché que empezó a reír. "Yo soy tú, y tú eres yo, somos el mismo ser." Me dijo, pero yo me negaba a aceptarlo. "¡No! ¡No puede ser! ¡Tu corazón desprende odio, maldad, crueldad...!¡No podemos ser la misma persona!" Le gritaba mentalmente al unicornio, esta no paraba de reír. "Necia... Nada ha cambiado, excepto que ahora soy más poderosa, si te unieras a mí, podríamos compartir este poder." Me decía, pero yo no quería un poder tan oscuro... Solo corrompería mi alma, negué con la cabeza. "Prefiero ser débil y asustadiza, antes que ser cruel y despiadada." Le contesté, tenía miedo... Ella suspiró. "Pff... Bueno, entonces tendrás que soportar el dolor que te producirá tener que aguantar tal poder sin unirte a mí, no puede haber sitio para dos almas completamente diferentes en un cuerpo." Me dijo, yo no estaba de acuerdo, Blume y Katherine tenían almas distintas y convivían en paz."¡Eso es mentira, Katherine y Blume viven con dos almas totalmente diferentes!" Le eché en cara, ella parecía no comprenderlo. "Quizás ellas quieran compartir un cuerpo y ser débiles, pero yo quiero ser fuerte, y poder ser lo que nunca fui, alguien con poder, alguien que pueda proteger el bosque, alguien que no tenga que estar escondido y condenado a dar la magia a los mortales." Dijo con un tono de ira, me asusté, no parecía ser la unicornio que siempre fui... "Por culpa de tu unión a mí, me he convertido en un ser débil e inútil, pero las cosas van a cambiar Aeris." Me decía, entonces volví a sentir dolor por el cuerpo. "¡Para!" Le dije, pero no me hacía caso, hasta que no grité y me levanté rápidamente del suelo, empecé a jadear y la escuchaba en mi mente. "Llámame Evelyn..." Me dijo, y cesó el dolor y su comunicación conmigo... - Evelyn...- Susurré... Vi que tenía el collar de Aile puesto, por eso sentía la energía fluir, le devolví el collar. - Gracias Aile...- Le dije... Luego empecé a pensar sobre todo lo que la unicornio me había dicho... Sobre Evelyn...

Después de un rato en el mismo sitio decidi que debia despejarme, asi que sin decir nada a nadie ni dar a conocer mis intenciones me diriji hacia un extremo del bosque. Fui por el lado contrario por el que habia ido la shek, no tenia ganas de encontrarmela.
Una vez allí me senté a la orilla de un riachuelo y con mi dedo iba moviendo el agua. Escuché los saltitos inconfundibles de Arsia y me giré para verla. Venía hacia mi y la marca que descubri que tenía igual que la mia estaba brillando. Me quedé sorprendida. Volví a mirar hacia el agua y la mia también estaba brillando. Esta vez notaba un agradable cosquilleo que me bajaba hasta el brazo. De pronto el cosquilleo se convirtió en un dolor punzante que empezo a recorrer todo mi cuerpo. Grité.

Procesé las palabras que salían de la boca Aeryn.
Asi, de buenas a primeras, me costaba mucho entenderla, ya que no sabia su historia y, por tanto, por lo que habia pasado.
Me encaminé intentando averiguar algo mas, y no me di cuenta de que me habia pasado del sistio donde estaban todos.
Estaba con el ceño fruncido en gesto de concentracion cuando escuche un grito.
No habia sonado muy lejos, asi que fui corriendo al sitio donde provenia el chillido.
Fui la primera en llegar y vi que era Ankira, y que le brillaba un simbolo que tenia en la frente, el mismo que tenia el pajaro haai que tambien brillaba
Ankira! Que te pasa?-
Le pregunte acercandome

La shek dejó de acerme preguntas, de repente oí un grito, miré hacia la dirección del grito. La shek, Katherine, se fue corriendo a ver lo que sucedía. Cuando perdí de vista a Katherine, volví mi mirada a mi reflejo, suspiré, conseguí calmarme y me levanté, lentamente volví hacia donde se había quedado el grupo. Estaba calmada, pero aún no era la típica chica calculadora y fría, suponía que solo pensaba en lo que ocurría. Observé que la unicornio se había despertado, luego mire a los demás, parecía que ellos también escucharon el grito. Me quedé sentada en una roca, junto al árbol, apoyé mi cara en mi mano y crucé las piernas, miré atenta y seriamente cada acontecimiento que ocurría. "Vaya con los gritos... Parece que están de moda últimamente en este grupo..." Pensé sin quitar ojo a los del grupo.

De repente escuché un grito. ".... ¡! ¡¡Ankira!!" Pensé, rápidamente me puse de pie, pero volví a caer al suelo, aún me dolía el cuerpo. "Ah... Maldición... Tengo... T-tengo que moverme..." Pensé mientras me ponía de pie y me puse la mano en el estómago, fui corriendo torpemente hacia el grito, vi a Katherine y a Ankira, Katherine le preguntó que le había pasado, y a Ankira le brillaba el símbolo de la cabeza, al igual que a su haai... No tuve más remedio que apoyarme en un árbol, entonces escuché la voz de la unicornio negra de nuevo... Evelyn... "¿Para qué diablos te esfuerzas tanto para venir a ver cómo tu a amiguita le brilla un simbolito?" Me preguntó mentalmente, entonces una punzada recorrió todo mi cuerpo, aguanté y ahogué mi grito, luego miré a Ankira... Intentaba saber qué le ocurría, pero no conseguía averiguarlo, Evelyn no paraba de hacerme daño. "¡Para de una vez! ¿Qué te importa a ti que venga a ver el estado de mi amiga? Además, me quieres débil, esto debería alegrarte." Le pregunté mentalmente. "¡Idiota! Si mueres de esta forma, mi alma quedará atrapada en el cuerpo del unicornio y este en el cuerpo de humana, solo harías de tu cuerpo una prisión para mí. " Me dijo mentalmente y con ira. "Pues prefiero morir para acabar contigo que vivir así y hacer daño a mis compañeros." Le dijo mentalmente, ella respondió con una gran punzada en mi pecho, afortunadamente aguanté. "No, antes podré pedirle a Aeryn que me ayude, así que no me tientes a hacerte la vida un verdadero infierno." Me dijo. Era cierto... Aeryn podría ayudarla... Entonces me callé y lo acepté resignada, dirigí de nuevo mi atención a Ankira. "¿Qué... Qué te ocurre Ankira...?"Pensé , afortunadamente, Everyn paró de hacerme daño y pude respirar más tranquilamente.

-¡Ankira!- exclamé. Corrí lo más rápido que pude, por culpa de mi maldito abdomen. El dolor no desaparecía ¿tan fuerte me había apretado ese árbol? Llegué junto a kadei y Katherine, que se hallaban junto a Ankira. Era algo muy extraño: el símbolo de la cabeza de brillaba, y lo mismo le sucedía a la pequeña cría de haai que la acompañaba siempre.
-¿Qué es lo que le pasa?-pregunté, preocupada.

off: yo estoy de acuerdo

off: sorry chicos que haya tardado tanto, estaba haciendo un trabajo

on: No quería haber gritado, en ese momento queria estar sola, pero fue un acto involuntario. Al girarme vi a kath y luego llegaron Kadei, Aeris y Aile. Todas me preguntaban que que me pasaba y que era aquel simbolo que brillaba en mi cabeza.
Por suerte el dolor comenzó a disminuir. Me relaje un poco y luego intente decirles algo sobre aquella marca pero ni yo misma sabia bien que significaba. Arsia se hacerco a mi, su marca también habia dejado de brillar. La acaricié.
Si...si estoy bien "almenos ahora"- pense no....no se que ha pasado-dije confusa Esa marca-dije mirando a Arsiala tengo desde que nací y nunca habia pasado nada raro con ella, simplemente era una marca, y la otra vez cuando encontre a Arsia me fije que ella también tenía una igual- me quede un momento en silencio y luego dije- no se a que ha venido ese dolor, ni el porque de ello, lo único que se es que tengo miedo-

Ankira respondió las preguntas de todos nosotros, pero ni ella sabía lo que significaba aquella marca, Kadei pensó que había alguien que nos quería muertos. Seguramente sí... Eran demasiadas casualidades... Shizs, Targos... Aeryn... ¿Qué más nos esperaba? Esperaba que no mucho más... Kadei también mencinó que deberíamos ponernos en marcha después de descansar un rato, yo estaba de acuerdo... La verdad me dolían todos los músculos... "¿En serio esa celeste solo "supone" que nos quieren matar?" Empezó a quejarse Evelyn, yo me enfadé. " ¡Deja de quejarte! Si tan segura estás, haz algo de probecho y dínoslo." Le propuse mentalmente con un tono de enfado, ella suspiró y no volvió a hablarme, yo también suspiré. "Esto va a ser más complicado de lo que creía..." Pensé, volví lentamente al claro, no pude evitar cruzarme con los ojos de Aeryn, rápidamente cerré los ojos y volví mi vista, me senté lejos de ella, esta vez Aeryn parecía estar pensativa y bastante seria, la verdad prefería eso a su escalofriante risa...

Despertando de mi estado de letargo, Recordé lo sucedido, aquello había sido muy extraño.
Había visto muchas cosas. Pero también fui consciente de los momentos del presente. Reaccioné, me sacudí la cabeza y volví con los de el grupo.

Con la cabeza respondi con cierta tristeza a Kadei. Los miembros de aquel grupo estaban destrozados por lo que le había pasado a la unicornio, exceptuándome a mí, que más bien me sentía atraído por ello. Cuando me di cuenta de ellos, me enfade conmigo mismo.

-"Soy un ser despreciable"-

Pensé. En cierto modo, eso era exactamente lo que yo mismo me consideraba; despreciable. No poder empuñar una espada sedienta de sangre durante más de 10 minutos sin que me corrompa me hacía sentir inutil, y asta peligroso para todo el mundo. Una parte de mi deseaba salir corriendo y torturarme a mi mismo con pensamientos asiagos, pero otra parte de mi me empujaba a continuar con... ese grupo.
Con un movimiento aparentemente desinterazado, me coloque algo fuera del grupo y me acosté en una roca.

La cabeza me pitaba aún. me senté y apoyado en un tronco cerré los ojos, respiré hondo. Tras unos minutos ya estaba mejor. Me levanté y le contesté a Kadei:
-en mi opinión es buena idea.

Kadei tenía razón. Deberíamos continuar con el viaje antes de que las cosas se torcieran más. Cuanto antes comenzáramos antes terminaríamos.
-Entonces, continuemos.
Off: abro post en el desierto de Kash-Tar https://rolmemoriasdeidhun.foroactivo.mx/t954-de-camino-a-celestia#9373

Escuché lo que proponía Kadei. Por suerte parecía que todo se había calmado un poco.
-Sí lo mejor será continuar...-
Físicamente no estaba cansada para nada, ya que los sheks calculábamos cada movimiento para gastar la menor energía posible.
En cambio, mentalmente estaba agotada.
Me arrinconé en una esquina de la mente para que Lunn pudiera expandir la suya y llegar a todas las partes del cuerpo

---

Una vez recuperado mi cuerpo, empecé a andar con los demás

DEJO POST

Sin decir nada me incorporé de nuevo al grupo y decidimos emprender el viaje hacia celestia. No tenia muchas ganas de hablar asi que seguia cerca de todos pero a una cierta distancia

DEJO POST

Todos empezaron a andar, ibamos a seguir con nuestro viaje, yo también lo hice, pero estaba bastante débil, aún así, pude seguir, vi que Aeryn también nos iba a seguir... ¿No podría librarme de ella nunca? Pensé, luego seguí a mis compañeras.

DEJO POST