Bajo los árboles de Awa

Aun tumbada vi como aile y kadei salian en dirección al bosque y volvían cargadas con fruta. Luego blume salio del agua y kath se despertó. De pronto mi tripa soltó un ruido y reí para mis adentros. Tímidamente coji una baya y me la comí. Estava muy buena y me llene pronto. Me volví ha estirar en la hierba cuando de repente noté como la temperatura bajaba ligeramente "¿Hay alguien más?"- pense-
Me incorporé rapidamente y diriji mi mano hacia la empuñadura de mi nueva espada sin desenvainarla. Miré a mi alrededor pero no ví nada. Decidí esperar a ver si las chicas también se habian dado cuenta

Observé como la yan-celeste estaba a un lado agarrada a si misma, con los ojos cerrados. Comprendí que a su parte de celeste, al sentir el odio que allí había, no le gustaba la situación. De pronto abrió los ojos y nos dio la bienvenida, a mi y a la shek. Esta preguntó como dormiríamos, y la celeste y la mestiza de celeste-féerica volvieron al claro. La celeste miró a la mestiza y a la féerica, y les preguntó si conocían algún lugar de Awa donde se pudiese dormir, presentándose como Kadei. La mestiza contestó que no sabía de ningún poblado que quedase cerca, y dijo que se llamaba Ankira.
Me senté en la suave hierba color esmeralda del claro y observé al grupo. Allí estabamos todas la razas de Idhun inteligentes, y las tres razas superiores. Me gustaba la variedad, y aquel viaje prometía aventuras...

A la mañana siguiente me desperté con el gritó de Vinca, fui rapidamente hacia ella, pero algunas ya estaban apiñadas a su alrededor. Miré y vi que estaba bien, asi que no me preocupé demasiado. Fui hacia el agua y me lavé la cara, mientras veia como Blume emergía del agua. La féerica de la cual aun desconocía su nombre y Kadei trajeron unas frutas, y yo volví junto a las demás.

- Buenos días!- dije de buen humor, y cogí una fruta color azul cielo.

... Ese frío...

Aile y Kadei regresaron de coger frutas. Cogí una de un tono rojizo y comencé a comérmela, estaba deliciosa. Alynn llegó de buen humor, la sonreí y seguí comiendo. Llevaba la mitad cuando, de pronto, noté como la temperatura bajaba. "Que raro" Pensé con el ceño fruncido. Me levanté y miré al cielo, y luego a la espesura del bosque. Las demás también se habían dado cuenta, algo se acercaba...

Y entonces surgieron de la espesura. Decenas de szishs, rodeándonos por todos lados. Atacaron.

Frío a mi espaldas. Me di la vuelta y vi a decenas de szishs. Dudé de si convertirme en dragón para convatirlos, pues no venían precisamente en son de paz... pero desistí, pues un bosque no era el mejor sitio donde se puede batallar en forma de dragón. Puse la mano en mi cintura, donde normalmente llevaba mi espada, pero no estaba.

- MalditaseadondeestáLuzArdiente...- dije para mi misma.

Corrí junto del árbol donde había dormido. Gracias a Aldun, allí estaba mi mochila de viaje y mi espada. Cogí la mochila y desenfundé la espada, preparándome para la lucha. Esta vibró al sentir mi contacto. Le asesté un golpe al szish que tenía más cerca, y ejecuté una pirueta para esquivar el golpe de otro. Me concentré e hice surgir una llama de mis dedos. Se la lancé a otro szish, haciendo que se le quemaran las ropas, y rematé el trabajo con otro golpe de espada.
Miré a mi alrededor en busca de mis compañeras, todas parecían estar luchando... un momento. Faltaba la celeste. Pensé que a lo mejor aquellos szish se la habrían llevado, y corrí fuera del claro en su busca. La vi caminando en mi dirección con expresión dubitativa...:

- Estásbien? Tehanhechoalgoesossangrefría?- le dije algo nerviosa, comenzando a hablar demasiado rápido.

Desenvainé mi espada y me encaré con el primero de los szishs que me encontré. Tras una breve lucha, logre atravesar su escamosa carne con el filo de Roselyn. Los hombres-serpiente no atacaban así como así, y se notaba a la legua que era un escuadrón. ¿A órdenes de quién estaban?

-¡¡Blume!!- chillé cuando la ví caer al suelo inconsciente por el golpe que le había dado uno de los szishs. Me balencé sobre él y no paré de embestirle hasta que no lo ví muerto a mi pies. Después me arrodillé junto a Blume. Intenté hacer que reaccionara.
-Vamos, Blume, tienes que despertar... por favor, vamos...

No entendía nada. Porque atacaban los szish? Ellos no eran así, no atacaban así porque sí, debían de haber recibido ordenes de alguien.
Aunque estuviesen atacando, yo no podía hacer otra cosa que defenderme, pero como su mente era más sensible los podía dejar inconscientes sin mantener contacto visual, así que eso empecé a hacer, ya que aunque ellos no me hubiesen reconocido como shek, seguían siendo mi pueblo, y eso me impedía matarlos, ya que, además, los szish eran excelentes guerreros.
Podría haber intentado que parasen, pero si habían recibido ordenes de alguien más poderoso no podía hacer nada.
Vi que la varu, Blume, caía al suelo y como la dragona iba en busca de la celeste, me dio pena por esta última, ya que esa raza odiaba la violencia.
Seguí con mi técnica de dejarlos inconscientes intentando no mirar como las demás mataban a los szish que podían.

Me quedé plantada en el sitio cuando vi como el cuerpo de Blume se tarnformaba en el una enorme serpiente alada. ¿Blume un shek? no... tenía que estar soñando... Rápidamente, retrocedí hacia atrás, atemorizada. Mi espada había resbalado de mis manos y había dado a parar al suelo. Retrocedí hasta que mi espalda dió contra el troco de un árbol, y me dejé caer allí, paralizada de puro terror.

Seguía tumbada en la hierba cuándo de repente docenas de szish nos rodearon. Tarde en reaccionar pero me incorporé rápidamente. Coji mi espada y me puse en guardia. Vi como se abalanzaban sobre mis compañeras y a pesar de ser medio celeste sentía el dolor de los szish, en cambio, no sentían odio. Kadei salió corriendo hacia la espesura del bosque. La comprendía, no debía ser una situación fácil para ella. Por suerte la chica mestiza de yan y dragón fue tras ella.
Interrumpí mis pensamientos cuando un szish se abalanzó sobre mi, reaccione cuando casi lo tenia sobre mi. Me moví hacia la derecha esquivando su espada. Luego me concentré para controlar mi empatia. Empezaba a sentir muchas cosas: dolor, rabia, desesperación... y no era bueno. Luego me giré y clavé mi espada en la fría piel del szish.

Vi como blume caía desplomada por el golpe de uno de los szish y sentí deseos de correr a socorrerla pero otro se abalanzó sobre mi. Está vez no lo esquivé. Nuestras espadas chocaron y hize un giro con la mía para volver a clavársela en su escamosa piel. Luego ví a kath, se había despertado pero ella no los mataba si no que los dejaba inconscientes. La entendía no podía reprocharle nada.

Off: Me habeis adelantado al postear xdd

Vaya, así que la varu era una shek... no se como no lo había notado, supongo que porque no me había fijado mucho en ella, pero era como si hubiese estado dormida.
La miré detenidamente
Te has escondido bien le dije mentalmente. Se la veía furiosa, y podía imaginarme porque se había transformado de golpe. Intenta tranquilizarte, nos atacan porque han recibido órdenes, no por otra razón
Paralicé a un szish y le empecé a sondear la mente.
Nada. No había nada más que recuerdos de un pasado lejano. De estos últimos tiempos solo había una orden: La de atacarnos. Nada más. Ni un nombre, ni una cara, ni siquiera una raza. La persona que le hubiese borrado la memoria había hecho un buen trabajo, lo que hacía suponer que era un shek o un mago poderoso, y, además, lo había hecho a sabiendas de que había alguien que podía leer la mente.
Pensé en la varu recién transformada. No, no creía que pensasen en ella al borrar las mentes de los szish. Más que nada, porque a lo mejor ni ella misma sabía que era shek. Eso podía pasar, o eso decían que había pasado con el unicornio y el dragón de la profecía aquella de vencer a Ashran, el Nigromante.
Pero por otra parte, yo estaba allí por casualidad, y porque iban a enviar a los szish a atacar a un grupo de gente, entre el cual se encontraba uno (ahora dos) de los suyos, que simplemente se había encontrado en el bosque por casualidad?
Porque tenía que haber sido casualidad...

De pronto, docenas de szish nos rodearon y comenzaron a atacarnos. Las demás se pusieron a pelear con sus espadas, genial, yo no tenía ningún arma...

Un szish se acercó a mí blandiendo su espada, lo único que pude hacer fue esquivarlo. Salté hacia atrás y miré al szish con un poco de miedo, sabía luchar cuerpo a cuerpo, pero tenía desventaja al tener él un arma. Vino de nuevo hacia mí y yo le esquivé de nuevo, para luego colocarme detrás suya, le llamé la atención dándole unos toques en la espalda y cuando se giró, le pegué un puñetazo en toda la nariz. El szish retrocedió y yo corrí al otro lado del claro, los demás luchaban, vi que Blume se desplomaba contra el suelo, iba a ir a por ella, pero Aile fue primero.

Apenas me dio tiempo a reaccionar cuando vinieron tres szish a por mí, no pude evitar soltar un gritito, tuve la tentación de salir huyendo de ahí, pero no podía dejar a las demás. De una patada, hice que uno de ellos perdiera la espada, la cogí y comencé a luchar torpemente con ella, se me daba mejor luchar cuerpo a cuerpo.

Me giré y vi a Blume convirtiéndose en un shek, abrí los ojos al máximo y se me cayó la espada, sorprendida, ¿ella era un shek? Retrocedí un poco y unos brazos me sujetaron fuertemente desde atrás.- ¡Suéltame maldito!- dije alterada. Forcejeé un rato y me dieron ganas de tirarme desde un acantilado cuando caí en la cuenta de que podía usar magia. Pronuncié unas palabras en arcano y de mis manos brotaron llamas de fuego que fueron directas al szish que me sujetaba.

Off: My God, como avanzais cuando no estoy e.e!!

De repente, sentí que la temperatura bajaba, miré hacia todas partes, y de la nada, salieron docenas de szish, Kadei salió corriendo y la chica dragón, Alyn fue tras ella.

Mis compañeras empezaron a luchar, yo me quedé paralizada, miraba a todos los szish, intentaba sentir cómo era su corazón, y para mi sorpresa, estaban vacíos... No tenían ni bondad ni maldad, era extraño. Era la primera vez que sentía aquello.
En aquel instante, Blume cayó inconsciente, Aile fue rápidamente hacia ella. Acto seguido, Blume se convirtió en un shek. Me quedé boquiabierta. No podía imaginar que alguien como Blume pudiera ser un shek, empezó a atacar a todos los szish, se dirigió rápidamente hacia Aile, que estaba en el suelo, quería correr hacia ella. Pero entonces un szish me clavó su espada en el hombro, grité de dolor. Había bajado la guardia... Caí al suelo de rodillas, el szish me quitó la espada violentamente del hombro, caí por completo, con dificultad vi que Blume... No... El shek, se fue volando, parecía que Blume pudo controlarle en el último segundo... Me alegré, luego miré hacia el szish, tenía su arma alzada, con la intención de matarme... Cerré los ojos y me susurré unas palabras... - "Lo siento..."- No comprendía por qué dije aquello... Pero me quedé inmóvil... Esperando mi fin.

Ví a blume convertirse en shek. Por un instante quede paralizada por el estupor, luego, se dirijió hacia aile con intención de atacarla pero gracias a Wina reacapacitó en el último momento. Otro szish se abalanzó hacia mi, lo esquivé y calló al agua. Reí para mis adentros. La gracia duró poco, vi como un szish atacaba a Aeris y le clavaba su espada en un hombro. Sin pensarmelo dos veces fui corriendo hasta aquel szish que se disponia acabar la faena y le clavé mi espada en su fria piel, dejandolo caer al instante al suelo. Luego levanté a Aeris que estaba con los ojos cerrados y de rodillas en el suelo.

-¿Estas bién?-dije preocupada-.

Otro szish más se acercaba hacia nosotras. -ponté detrás mío Aeris-
Enarbolé mi espada y con el báculo le dí un golpe tan fuerte que quedo incosciente en el suelo. Respiraba entrecortadamente, no me podía concentrar, me estaba poniendo nerviosa y estaba dejando de controlar la empatía. Sentía el dolor de todos los szish y el temor de mis compañeras. Me sentía mareada y me tuve que apoyar en yleva porque noté que se me nublaba la vista. "Ahora no ankira, ahora no- pense

Abrí por unos instantes los ojos, vi al szish caer al suelo sin vida. Luego vi a ankira, me ayudó a levantarme, aún me dolía bastante el hombro, me dijo que me pusiera tras ella, pero no quería molestarla más, de nuevo, un szish nos atacó, ankira acabó fácilmente con él, entonces ví como ankira tuvo que apoyarse en su arma, la miré, olvidandome un instante del dolor que sentía. De repente otro szish cargó contra nosotras, ankira no se podía mover y yo me interpuse, el szish dirigió su vista hacia mí, cuando el szish se dispuso a clavarme la espada cogí el filo de la hoja con la mano, no se como lo hice, pero conseguí quitarle la espada, luego le clavé la espada en el corazón, luego la dejé caer. Viendo como el szish caía muerto. Me derrumbe... ¿Qué demonios me estaba pasando? ¿Cómo he podido matar a un ser vivo...? Estaba asustada de mi misma... Conseguí mantenerme en pie y dirigí mi mirada lentamente hacia katherine, había matado a uno de los de su pueblo... Luego dirigí mi mirada a ankira. - Estás... ¿Estás bien...?- Le pregunté lentamente... Me sentía muy mal... Aún sabiendo que eran nuestros enemigos... Solo eran soldados que cumplian órdenes... No pude aguantar y de mis ojos salieron unas lágrimas...

"Vamos ankira, ya quedan menos"- me animaba una y otra vez. Vi como Aeris detuvo el ataque de otro szish. Y lo sintio, lo sintio mucho hasta lloró. Creo que eso fue lo que me dio fuerza para incorporarme.
-He estado mejor- le dije intentando romper la tension del ambiente-.
Finalmente conseguí relajarme, aunque no se como, y puede volver a la batalla...

Kadei me dijo que estaba bien, y volvimos al claro. Cuando llegamos vi que Blume no estaba y que había un shek en su lugar. Mi odio volvio a despertar, pero lo controlé. De pronto, Kadei corrió hacia la chica unicornio, le quitó la espada a un szish cercano y la tiró lejos. El szish fue a buscarla, pero mi espada lo detuvo, clavándosele en el pecho. Estraje la espada y murmuré unas palabras en arcano para limpiar el arma.
Volví a observar a Blume, y me di cuenta de que Kath la estaba mirando, parecía que le estaba diciendo algo. Me pregunté si Blume sabía que era shek... no lo creo, porque yo no había sentido ningún tipo de repelencia hacia ella, por lo que deduje que su espiritu de serpiente alada acaba de despertar. Recordé que mi espiritu de dragón se manifestara cuando yo tenía 5 años, y no le di demasiada importancia al asunto.